Capítulo 30

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Llego antes que Akumi al restaurante. Pido una botella de vino y miro mi agenda. Tengo que ir por la última prueba del vestido de novia y la elección del sabor del pastel.

—Perdón. El tráfico en Seúl es un asco —dice y no puedo evitar reírme.

—Lo dice quien sobrevive en Japón —me burlo.

Cenamos hablando de todo un poco. Estoy muy contenta de haber traído a Akumi para ayudar a papá en la compañía. Ahora que estaba ocupada con los trámites de la boda, casi no pasaba por allá, y aunque papá es más que eficiente, siempre deseaba algo de ayuda.

Me alegra saber que ha empezado a salir con alguien también. Ella había sido muy lastimada en el pasado, y dado a eso solo utilizaba a los hombres para divertirse.

—Chris, ¿viste el periódico? —Pregunta en un tono algo serio.

Mirar el periódico no es algo que me llamara la atención, así que generalmente no lo hacía.

—No. ¿Por qué? —Su semblante cambio completamente—. ¿Estás bien?

—Kim Woo Bin confirmó que está comprometido con Yemain. Aún no han decidido la fecha de la boda, pero se murmura que será en dos meses.

—Que bien por ellos, ¿no?

—Supongo.

Por la manera en la que me mira, sé que está esperando a que diga algo más. A que me enoje, grite o rompa algo, pero no es algo que deseo en este momento. Aún estoy asimilando lo que ella acaba de decir.

—Iré por la prueba del vestido. No tengo muchos ánimos de elegir el sabor del pastel, ¿podrías ir por mí?

—Está bien.

Camino por las calles tratando de entender en que momento mi vida se había complicado tanto, y lo encuentro. Todo comenzó cuando Esteban me engaño y el futuro que imaginaba cambio por completo. Después de ese momento, cada decisión había mostrado su consecuencia.

Entro al local para probar mí vestido por última vez, pero Woo Bin y Yemain está ahí. Sonrío por cortesía y me devuelvo.

Respiro profundamente mientras camino calle abajo, definitivamente no es mí día.

—Christina, espera —grita Woo Bin a mi espalda y lo ignoro.

Continúo mi marcha sin detenerme. Le toma poco tiempo alcanzarme, y me hala de un brazo. Me lleva a su pecho en un abrazo.

—No estoy de humor para tener una plática contigo en este momento —le grito empujándolo. Este día ha sido de mierda y estoy harta—. ¡Felicidades por tu boda! —Le lanzo el periódico a la cara—. ¿En qué momento nos volvimos tan miserables?

Me sacudo de su agarre para poder continuar caminando lejos de él. Me sostiene nuevamente, pero lo golpeo con mi bolso, una y otra vez. Estoy harta de contener la rabia que siento de que él sea feliz con alguien más. Cansado de los golpes me empuja con fuerza a una pared. Me duele, pero no voy a demostrárselo. Antes de que pueda decir algo, está presionándome contra la pared con su cuerpo. Me tiemblan las piernas y muerdo mis labios en un intento para controlarme.

—En el momento en el que decidí que si tú te casas, yo me casaré. Si te vuelves madre, yo me volveré padre. Nos volvimos tan miserables en el momento en el que decidimos vivir nuestro destino con otras personas, Christina.

—¿Qué? Definitivamente estás loco, Woo Bin.

Lo empujo con ambos brazos y él me mira furioso. No dice nada más y comienza a retirarse dejándome con la palabra en la boca. No quiero que esto sea lo último que nos decimos así que en un intento desesperado por detenerlo le lanzo con mi bolso.

|TERMINADO| Before & After YouWhere stories live. Discover now