Capítulo 22

50 9 4
                                    

Bromeo con Akumi durante todo el tiempo que esperamos por la cena. Aunque estoy muy celosa y dolida con Woo Bin no pienso demostrárselo. Por lo que simplemente me envuelvo en conversaciones divertidas con mi joven secretaria.

—¿Desean algo más? —Pregunta la mesera.

—No realmente. Por favor, tráigame la cuenta y agregue la cuenta de la mesa donde está la chica pelirroja de cabello corto.

—¿Está segura?

—Por supuesto. Cárguelo a mi tarjeta cuando terminen, y envíenmela a mi dirección —respondo para ponerme en pie.

La noche aún es joven y estoy despechada. Por lo que luego de analizarlo un poco, le pido a Akumi que me acompañe en una noche de chicas. No estoy segura de cuánto tiempo ha pasado desde que me reuní con alguien para divertirme. Después de que Yessy se casó, las cosas entre ambas cambiaron un poco. Mi depresión me alejo de ella, y aunque hubiésemos retomado nuestra relación amistosa, pues ya nada era como antes.

Akumi acepto después de que le suplique un poco. Dado que no tenía idea de a qué lugar deberíamos ir, ella lo decidió. Menciono algo de que era un club exclusivo que habían abierto hace menos de un año, al que había venido con unos amigos en varias ocasiones. Al parecer el servicio era muy bueno, y el ambiente también.

Nos encontramos con unos amigos de ella y nos fuimos a una de las salas privadas del lugar. Sabía que existían este tipo de salas en los lugares concurridos, pero nunca había pedido estar en una de ellas. Me gustaba bastante bailar con extraños a los que no vería nunca más.

Después de algunas horas de plática decidí acercarme a uno de los chicos que casi no hablaba. Su personalidad misteriosa me había atraído un poco.

—¿Y tú nombre es? —Pregunté sentándome junto a él.

—Ángel —respondió sin levantar su vista hacia mí.

—Christina —le extendí la mano y la acepto con dedos temblorosos—. ¿Estás bien? ¿Te sientes cómodo aquí? No me lo tomes a mal, pero no te he escuchado hablar mucho y bueno es incómodo no sentirse bien en algún lugar.

—¿Y tú qué sabes? —Le sonreí con melancolía.

—Verás, Ángel. Yo no siempre fui tan divertida como ahora. Hace algunos años me era realmente difícil relacionarme con alguien más. Así que digamos que te entiendo un poco. ¿Deseas ir a la terraza por un poco de aire?

—No, gracias. Aquí estoy bien, es solo que eres muy bonita y eso me pone nervioso.

Me quede sin palabras en ese momento. Observe como sus mejillas se tornaron rosadas y no supe si debía reírme o no. Nunca había imaginado que pudiese poner nervioso a un hombre. Ni mi ex esposo, ni Woo Bin habían expresado sentirse nerviosos por mí, así que no sabía que podía tener ese efecto.

—No tienes por qué sentirte nervioso. Lo peor que puedo hacerte en un lugar como este, rodeado de gente, sería besarte. Y pues no creo que te moleste, ¿o sí?

—Claro que no —me carcajeo porque era esa la respuesta que esperaba.

Nos divertimos un poco más antes de pedir un conductor designado que nos lleve a mi casa.

—No creo que sea capaz de ir al trabajo mañana —dice Akumi recostada en mi hombro.

Estoy consciente de que hemos bebido demasiado y que despertar temprano será imposible.

—No te preocupes. Nos tomaremos el día libre mañana.

La guio hasta la habitación de huéspedes y cuando se queda dormida me voy a mi habitación. Al contrario de otros días, la cama está vacía, y las sábanas están heladas.

Suspiro porque no puedo hacer nada más. Woo Bin es un adulto y no estamos en una relación, así que no puedo exigirle que sea solo mío.

No pasa mucho tiempo, no sé si es por el alcohol o por el día de mierda que tuve, pero me quedo dormida tan pronto mi cabeza toca la almohada.

Despierto pasadas las nueve. Para mi beneficio no tengo resaca pero me muero de sed. Voy a la cocina por un vaso de agua antes de ir al baño. Tomo una de las camisas de Woo Bin que estaban tiradas en la sala y me voy a preparar algo de café.

Me carcajeo cuando veo un sobre encima de la mesa con una nota de Woo Bin.

‘‘Aquí está el dinero de la cena. No tienes que mantenerme’’

No aguanto la risa porque pensé que tendría una noche muy ocupada con Yemain.

Akumi llega a la cocina atraída por el café. Nos carcajeamos al ver lo patéticas que lucimos con el maquillaje regado en nuestro rostro. Estábamos tan ebrias que olvidamos quitarlo.

Preparo unos sándwiches y desayunamos entre risas y anécdotas de la noche anterior. Nunca había notado que más allá de la imagen profesional de Akumi, había una chica estupendamente divertida y relajada. Supongo que ella debía de estar pensando lo mismo de mí. Pues nunca, en el tiempo que llevábamos trabajando juntas le había dicho algo reconfortante o divertido. Todo lo que salía de mi boca eran simplemente mandados y órdenes.

Escucho algo caer al suelo en alguna de las habitaciones y me asusto porque pensé que estábamos solas.

—En el primer cajón de la izquierda está mi maquillaje, ahí podrás encontrar el removedor. En el tercer cajón de la derecha hay cepillos dentales nuevos, y en el armario hay toallas por si deseas ducharte. Veré que clase de compañía tenemos en casa.

Me arreglo un poco el cabello frente al espejo y con una servilleta mojada trato de arreglar un poco mi rostro lleno de maquillaje viejo. Cuando considero que estoy bastante decente para ver a Woo Bin camino hasta su habitación.

Todo parece estar en silencio, pero cuando me giro para marcharme un gemido llama mi atención. Me carcajeo porque no quiero comprobar la estúpida idea que me cruzo la mente. Woo Bin no sería tan descarado de traer esa mujer a mi casa, ¿o sí?

Sin siquiera tocar abro la puerta de golpe, y sí, es un descarado. La cabeza de Woo Bin está echada hacia atrás y la de esa mujer de pelo rojizo esta entre sus piernas desnudas.

—¿Qué diablos significa esto, Kim Woo Bin? —Gritó.

Ella salta cubriéndose con las sábanas y él me mira desorientado.

—¿No está claro? Estamos teniendo un momento intimo aquí —su cinismo solo hace que mi ira aumente.

—Tienes treinta segundos para sacar a esta mujer de mi casa. De lo contrario tendrá que irse envuelta en sabanas.

Me giro y cierro la puerta tirándola con fuerza.

|TERMINADO| Before & After YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora