Capítulo 13

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Ya estaba de vuelta en el apartamento, Yessy estaba cuidándome. Nadie hablo más del incidente con Jaqui. Hyun Joong estaba cancelando algunos compromisos para estar conmigo, pero la verdad yo no podía vivir con la lástima con la que él me miraba y tampoco con la culpa que cargaba.

Le pedí a Yessy que me acompañara a un abogado, arregle los papeles de divorcio y se los entregue. Quería que ella se los entregará a él tan pronto me marchara. Ahora que ya no había bebé de por medio, ningún juez podría impedir que nos separáramos si era lo que queríamos.

—¿Estás segura de lo que estás haciendo? —Yessy estaba tan deprimida como lo estaba yo.

—Sí, él merece ser feliz. Yo no puedo soportar que él me vea con lastima, y no puedo mirarlo a los ojos con esta culpa que aprieta mi corazón —si él quería estar con la tal Jaqui, pues ahora podría hacerlo. Dentro de poco sería un hombre libre para hacer lo que le diese la gana.

—Este es el momento para apoyarse, para fortalecer su relación —ella hablaba de ese modo, porque la relación entre ella y su esposo, era una de ensueño. Envidiaba tanto el trato que ella obtenía de su esposo, que para mi bien debía alejarme de ella también. No podría vivir viendo como le seguía creciendo su vientre.

—No hay marcha atrás y nada de lo que digas, va a cambiar mi decisión.

Volvimos a mi apartamento, y recogí algunas de mis cosas. Me despedí de ella, y me marche al aeropuerto, me iría a Francia con mi mamá. Sí, abandone a Kim Hyun Joong, pero que más podía hacerle si no aguantaba la culpa, yo había perdido a nuestro bebé. Mientras estuviera cerca de él, no iba a olvidar la culpa.

***Kim Hyun Joong***

La pérdida de nuestro bebé había sido un evento muy doloroso para los dos. Me sentía culpable, porque si tan solo no hubiera llevado a Jaquie a la casa, si no le hubiera permitido malinterpretar mi amabilidad, nada de eso hubiese pasado, pero una mala decisión lo daño todo. Las cosas iban de mal en peor, yo me sentía culpable y ella lo veía como lastima. Yo sabía que en el fondo ella también se sentía culpable. Las cosas cambiaron cuando volví a la casa y no estaba, vi un cartapacio en la mesa del comedor y sobre él, una carta.

‘‘Querido Hyun Joong,
Las cosas estos días se han vuelto muy difíciles. No solo para mí, sé que muy en el fondo para ti también. Tan emocionados que estábamos con tener nuestra familia y ya ese sueño se esfumo. Por favor, perdóname por haber matado nuestro sueño, por arruinar nuestro futuro. Tú eres un buen hombre, debes ser feliz y te dejo libre para que lo seas. En el cartapacio adjunto, están los papeles del divorcio. Solo tienes que firmarlos, yo ya los firme. Me voy, me voy para poder recuperarme, porque si me quedo aquí, en este lugar en el que vi mi vientre crecer, nunca lo haré. Si me quedo a ver la lástima cuando me miras, nunca dejare de sentirme culpable. Se feliz, por el amor que nos tenemos o que nos teníamos, yo que sé, pero se feliz.
Con amor, Christina’’

Las lágrimas no dejaban de resbalar por mis mejillas ¿Se había ido? ¿A dónde? No podía entenderlo, las cosas se ponían difíciles y ella me abandonaba. La odie por un momento, la odie por abandonarme en el momento que más necesitaba de su compañía, en el que más necesitaba su amor. Pero no puede odiarla por más de un minuto, porque mi amor por ella era demasiado grande.

—¿En serio no sabes dónde está? —Le preguntaba por milésima vez a Yessy.

—Juro que no sé dónde está, y aun si lo supiera, tampoco te lo diría —comprendía el que ella estuviese enojada conmigo. Yo me había portado como un imbécil y ahora me tocaría pagar por mis errores.

—Yessy, no puedes ser así conmigo. Ya te explique que fue Jaqui quien me sedujo —dije excusándome nuevamente.

—Mira Hyun Joong, según el hombre llega hasta donde la mujer quiere, la mujer también llega hasta donde el hombre quiere. Así que no vuelvas a decir que ella te sedujo porque tú bien gustoso que se lo permitiste.

—Perdóname Yessy. Sé que estoy incomodándote, pero entiende, por favor. Me estoy volviendo loco. Estoy desesperado por encontrarla —ella me mira lastimosamente.

—Hyun Joong, estoy siendo sincera cuando digo que no sé dónde está. Ella solo menciono que quería un poco de tiempo para ella, para sanarse y recuperarse de esta dolorosa pérdida. Estoy segura de que ella volverá, pero no me pidas que te diga cuando porque es algo que inclusive yo no sé.

***

Sé que abandonar a Hyun Joong en ese momento, no había sido la solución al problema, pero necesitaba tiempo para sanar. Quizás el asunto del divorcio fue aún más doloroso, pero por mi bien debía alejarme de él.

—Cariño —saluda mi madre amablemente cuando salgo del aeropuerto. El clima esta frío pero eso no me afecta en lo absoluto ya que estoy muerta en vida.

Mi madre no pregunta nada y tampoco habla durante el camino a casa. Al llegar el mayordomo baja mis maletas y en compañía de mi madre nos dirigimos a la que será mi habitación durante el tiempo que este aquí con ella, que presiento será mucho.

—Mamá —susurró con voz ronca cuando ella intenta marcharse—. Sé que no te gusta que sea cariñosa contigo, pero no sé. Si tan solo pudieras dejarme descansar en tu regazo durante un rato, eso sería de muchísima ayuda.

—Claro, vayamos a la cama —dice con algo más que simpatía, amor. Se sube a la cama y se pone cómoda antes de llamarme. Toma un cojín bastante blando y lo coloca sobre sus piernas y me invita a subir a la cama—. El cojín es mucho más cómodo que mis flacas piernas —por un momento me creo capaz de sonreír por lo que le regalo un movimiento de labios incómodo.

—Gracias por permitirme quedarme aquí —le digo con un nudo en la garganta tan pronto pongo mi cabeza sobre el cojín. Creo que es realmente la primera vez que estoy con ella de esta forma, porque cuando era niña, siempre estaba con las nanas, porque ella no podía faltar a su trabajo.

—No tienes que agradecerme nada, Christina. Más bien, quisiera que me perdonaras. Sé que no he sido la mejor madre del mundo, porque nunca te dedique el tiempo que te merecías. Nunca celebre tu cumpleaños, aunque fuese una fecha tan importante en mi vida. Yo te amo, Christina y no quiero que dudes de eso —dice y su voz se entrecorta.

—Lo sé, mamá. Sé que aunque eres fría conmigo, me amas a tu manera. Y demás está decir que yo te amo mucho más.

—Quiero que te apoyes en mí, que no sufras esto sola, porque eso te hará mucho daño. Y lo sé, porque tu padre y yo también perdimos un bebé —me sorprendo porque eso es algo que yo no sabía—. Cuando cumpliste 5, tu padre y yo estábamos preparándonos para darte la sorpresa de que tendrías un hermanito o hermanita, pero comencé a sangrar y todas nuestras esperanzas se esfumaron. Las discusiones eran más frecuentes por lo que simplemente me concentre en mi trabajo olvidándome de que había alguien en casa que en realidad me necesitaba. Y después de algún tiempo, decidimos que lo mejor era separarnos, nuevamente pensamos en nosotros, olvidándonos por completo de ti.

—Lo siento, no sabía que era eso lo que los había separado. Yo siempre creí que habías dejado de amar a papá —suelta una carcajada ronca.

—Yo amo a tu papá, pero… pero en ocasiones las personas que se aman no pueden estar juntas y lo mejor para ambos es tomar caminos separados. Poner tierra y mar de por medio, siempre ayuda. Mi pequeña niña ya es toda una mujer —acaricia mi cabello y comienza a tararear una canción de cuna que recordaba de alguna de las nanas.

—¿Podré recuperarme de esto? ¿Podrá algún día disiparse este dolor tan fuerte que llevo clavado en medio del pecho? —Pregunto entre sollozos.

—La verdad, nunca podrás recuperarte. La pérdida de un bebé, es algo bastante doloroso, pero tú eres una mujer muy fuerte, y aunque el dolor no desaparecerá del todo, se reducirá lo suficiente como para dejarte vivir. Solo dale tiempo al tiempo.

Una última lágrima cálida resbala sobre mi nariz antes de quedarme dormida.

|TERMINADO| Before & After YouWhere stories live. Discover now