Capítulo 5

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-Es grande -dijo mirando a todos lados-. ¿No te sientes sola aquí?

-Es muy grande para una sola persona. Pero para ser honesta recién me mude y no he tenido tiempo para sentirme sola. Iré a ponerme algo más cómodo -él afirmo.

-¿Dónde colocó las cervezas? -Su pregunta me hizo reír. Si las quería tomar calientes, que las dejara en el suelo. Si las quería tomar frías, como era mi caso, pues debía colocarlas en el refrigerador.

-Toma dos y las demás ponlas en el refrigerador. La cocina esta al final del pasillo izquierdo a la derecha -dije mientras desaparecía por el pasillo. Me puse un camisón gigante y unos shorts. Cuando salí aún estaba parado en la sala-. No vas a crecer más, siéntate -dije mientras le quitaba una de las cervezas de sus manos, lo que hizo que mis dedos se rozaran con los suyos. La corriente que causo nuestro contacto, corrió por todas las terminaciones nerviosas de mi cuerpo.

Después de varias cervezas ya parecíamos amigos. Estábamos sentados en el suelo, recostándonos de uno de los sofás. Ya las cervezas estaban haciendo su efecto, se me apretaba el corazón de solo pensar en el maldito de Esteban.

-No olvides tu promesa. ¿Qué es lo que está pasándote? -Su voz era pastosa, como si su lengua pesara.

-Es un poco difícil de explicar, ni tanto en realidad -lo mire y le sonreí. No sabía si debía de hablarlo con él, o no. Pero la realidad era que necesitaba hablarlo con alguien, y ya que Yessy no estaba acá, él era lo más cercano a un amigo que tenía-. Lo tengo todo. Tengo dinero, inteligencia y un futuro asegurado. No tengo porque estudiar, pero lo hago. Quizás porque sé que algún día me tocara heredar la compañía de mi padre. Aunque sé que puedo pagarle a alguien más, él estaría muy orgulloso, si soy yo quien se encarga de todo -el nudo en mi garganta comenzaba a hacerse grande-. Soy muy buena bailarina y seré una buena presidenta cuando me toque, pero no soy una buena mujer. Soy orgullosa, testaruda, egoísta y como si eso no fuese suficiente ahora también soy una mujer engañada -sentí sus dedos en mi barbilla y me obligo a mirarlo-. Escuchaste bien, mi novio de casi 5 años, me engaño. El hombre con el que planeaba casarme, tener hijos y volverme viejita, ya no está.

-No eres una mala mujer, él solo es un tonto. Viéndote borracha me doy cuenta de que solo traes puesta una máscara para que nadie te lastime.

-Eres muy observador -reí.

-Ya no me pareces tan insoportable. No sufras por ese tonto -me apretó a él en un abrazo. Nos quedamos así un buen rato, me sentía bien estando ahí, aunque estaba segura de que no era lo correcto.

Levante mi cara para verlo, no estaba tan mal después de todo, y ahí estaba la de él. Estábamos a punto de besarnos cuando sonó el teléfono. El mío no era, porque le había quitado la batería en el salón de baile y no la había puesto. Maldición era el del apartamento, ¿por qué debía sonar ahora?

-¿Diga? -Pregunte cuando levante el auricular.

-Estaba muy preocupado, Chris. ¿Por qué no contestas tu celular? -La voz de mi padre retumbo al otro lado del teléfono. Me sentí aliviada, por un momento pensé que era Esteban buscando una forma de fastidiarme la vida.

-Lo siento papá -mire a Hyun Joong observarme de pie.

-¿Qué ha pasado con Esteban? Me ha llamado preocupado porque no puede comunicarse contigo. ¿Tuvieron alguna pelea? -Sabía que Esteban haría eso y que papá abogaría por él.

-Terminamos. Y antes de que lo defiendas, te digo que él me engaño y eso es una razón suficiente para mí. Sí, debes estar pensando que no debo tirar una relación de más de 5 años a la basura, pero no puedes obligarme a soportar un engaño. Yo quería hacer que esto funcionara, papá. Estaba clara en que mantener una relación a distancia es difícil para ambas partes, pero en cuanto haya confianza, todo estará bien. Pero él destrozo esa confianza, aun cuando vi a esa chica salir de su baño, él lo negó. El amor no es suficiente.

-Mi niña. Quisiera estar cerca para poder abrazarte.

-No importa papá. Soy la princesa de hielo, ¿recuerdas? -Reí-. Quiero un nuevo número de celular y no quiero que Esteban lo tenga. Espero respetes mi decisión.

Dijimos algunas cosas más, que hicieron que mi corazón se estremeciera. Estaba segura de que los días que estaban por venir no serían nada fáciles. Una parte de mi estaba dolida por lo que había pasado, pero la otra parte de mí, estaba enamorada a muerte, y me pedía a gritos que lo perdonara y volviera a él.

-Ven -extendió sus brazos para mí, pero me negué a hacerlo-. Ven aquí ahora Christina -esta vez su tono de voz era más fuerte, como si estuviese dando una orden. Me odie a mí misma por sentirme una marioneta, pues mi corazón respondió a su llamado y corrí hacia él. Me odie por ser él quien estuviese aquí viéndome tan débil.

-Hyun Joong, no me dejes caer -casi lo suplique. Me había vuelto completamente loca. ¿Cómo pude decir tales palabras? ¿Cómo fui tan tonta?

-No lo haré -realmente odie su respuesta. No quería que él pensase que yo me iba a volver dependiente de él. Al día siguiente podría fingir que no recordaba nada por las cervezas que me había tomado, y él tendría que olvidar lo que paso. No entendía que me pasaba con él, en un momento estábamos bien y en otro, sentía que no podía ni verlo. Pero él era lo único que tenía en ese momento.

***Kim Hyun Joong ***

No pude contenerme esta vez. Así que coloque mis manos en su cara, la mire a los ojos, vi sus ojos cerrados, y la bese. Sus labios eran suaves, pequeños y delicados, pero muy cálidos.

Pero eso no acababa ahí, ella nunca sabría que la había besado, pues estaba tan tomada que se había quedado dormida.

|TERMINADO| Before & After YouWhere stories live. Discover now