Capítulo 9

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El primer día de cada semestre es el peor de todos, no importa cuánto tiempo lleves estudiando. Fui al salón de baile y demás estaba decir que él estaba ahí.

—No puedo creer que aún no lo hagas bien, no es algo difícil.

—¿Viniste? —Afirme mientras lo abrazaba, pero él no quería soltarme—. Ya suéltame, no seas tan empalagoso, me viste esta mañana.

—Te extrañe —le sonreí y me senté a verlo practicar—. Ven hazlo conmigo —reí.

—No puedes hacerlo sin mi tonto —golpee levemente su frente.

Bailamos durante un buen rato, terminamos todos sudados. Nos fuimos a las duchas y quedamos en ir por algo de comer juntos.

—¿Qué ocurre? —Le pregunte al verlo distraído.

—No lo sé —me sentí incomoda con todas las miradas sobre mí. Los comentarios comenzaron a escucharse, ‘Bailan muy bien juntos’ menciono una chica que pasaba a nuestro lado. ‘Se complementan muy bien’ dijo otra.

—Vengan conmigo —menciono la decana. Fuimos a su oficina y en el internet estaba corriendo el video de nuestra práctica. Nos explicó que eso podía beneficiar la Universidad, pero que de igual manera podía afectarlo a él.

La sola idea de afectarlo me hirió, no había sido esa mi intención. De hecho, siempre habíamos bailado ahí, y nunca había pasado nada. Había tomado la decisión de volver a mi apartamento. Llegue a la casa de Hyun Joong, empaque mis cosas y con cada pieza que empaca, dejaba un poco de mi corazón en ese lugar. Ya había empacado, estaba poniéndome el abrigo cuando él llego.

—¿Qué haces? —Pregunto tan pronto llego a casa.

—Volveré a mi apartamento. Ya me aproveche bastante de ti —lo abrace con todas las fuerzas que tenía. Había un dejo de nostalgia en ese momento—. No quiero afectarte. Gracias por todo lo que hiciste por mí, te lo agradezco mucho —él solo estaba ahí parado, escuchando lo que decía—. Gracias —lo bese tiernamente y me marche.

Habían pasado varios días, una semana quizás, tal vez un poco más. Desde que me fui de su apartamento las cosas me parecían iguales. Este semestre no teníamos clases juntos, lo que me permitía no verlo, sentía como me dolía el corazón por estar lejos de él. Mis labios extrañaban sus besos y mis manos su pecho. Mi tipo de baile, también le extrañaba, pero practicaba en el apartamento, no iba al salón de baile, sabía que allí me lo encontraría.

De vez en cuando me conecte en la cámara con Yessenia, ella me aconsejaba que lo buscara, que le dijera que era lo que estaba sintiendo, pero las cosas para mí nunca habían sido tan fáciles. Estaba feliz porque vendría en verano a acompañarme, ya que mamá estaría en Francia no podría ir en verano a América.
Estaba saliendo de darme un baño, cuando mi celular sonó.

—¿Cómo has estado princesa? No me has llamado y he estado preocupado.

—Estoy muy bien.

—¿Cómo esta Hyun Joong?

—No lo sé papá, no he hablado con él. Y verdaderamente lo extraño mucho.

—¿Te enamoraste?

—No lo sé.

—Vi el video en el que bailaban juntos. Las emociones han mejorado mucho. Me llamaron para preguntar si quieres dar otra entrevista para aquel programa.

—Claro, no hay problema. Siempre y cuando eso te beneficie a ti, y a la empresa.

Hablamos un poco más y terminamos la llamada. La mañana siguiente me levante temprano, me puse cómoda, nada de vestidos. Solo una sudadera bonita, mi tenis y mi cabello alisado con las puntas rizadas. Sería llamada una chica deportiva, pero sería bonita.

Cuando llegue al estudio había poco público y al preguntar por qué, solo me entere de que yo era la única invitada del día. Así que por lo visto me esperaba una larga y sincera entrevista.

—Démosle la bienvenida a nuestra única invitada del día, ella es la Señorita Choi. Tan hermosa como siempre —hizo una leve reverencia a la que yo respondí de la misma forma.

—Gracias por la invitación, Señor Woong —dije amablemente.

—Gracias a ti por aceptar. Tomemos asiento por favor —afirme y me senté frente a él—. Notamos que ya hablas coreano.

—Sí, tuve al mejor maestro del mundo —sonreí al recordarlo.

—¿Cuánto le pagaste? —Pregunto en un tono que no supe si era de broma o de algo más.

—Nada, fue un intercambio para que mejorara su inglés —respondí desconcertada.

—Oh, ya eres negociante. Enseñas y aprendes al mismo tiempo —afirme—. Tengo en mis notas que la compañía de tu padre está volviendo fuerte al mercado.

—Sí, gracias a Dios. Papá ha trabajado mucho para eso y pues la recuperación ha sido lenta pero se están viendo los frutos de su trabajo.

—Nos alegra saberlo. Tengo en mis notas que tienes descendencia coreana. Acláranos eso, ¿es esto cierto?

—Pues no debe ser algo extraño, si me ves lo puedes notar y mi apellido lo confirma. Mi papá es coreano, nacido aquí en Seúl. Se fue a vivir a América con los tíos, cuando tenía 6 tras la muerte de los abuelos en un accidente.

—Oh, vaya ¿Allá conoció a tu mamá?

—Así es. El conoció a mi mamá en el jardín de niños, y se casaron después de la preparatoria —hablar de mis padres me hacía sentir orgullosa aun cuando mi relación con ellos no era la mejor del mundo.

—Interesante. Tenemos que ir a una pausa, pero luego volvemos con detalles de su vida amorosa. Así que no se despeguen.

De niña pensaba que las pausas comerciales eran solo una estrategia para continuar grabando sin miedo a equivocarse, pero no era cierto. Todo el set se iba de corte, algunos iban al baño, otros retocaban maquillaje, tomaban agua, en fin cada quien hacia sus cosas en 5 minutos. Así que solo deje que peinaran un poco mi cabello durante la pausa.

—Estamos de vuelta con la Señorita Choi, en el segmento anterior hablamos un poco de su padre. Ahora hablaremos  un poco de su vida personal. Hace unas semanas vimos a tu padre llevar a un chico muy bien parecido al aeropuerto. En tu última visita nos dijiste que tenías una relación de casi 5 años, ¿es este el afortunado?

—Sí, él fue la persona afortunada por casi 5 años —me preparaba para seguir hablando pero él me interrumpió.

—Un momento, dijiste ¿Fue?

—Así es. Termine con él poco más de una semana después de haber venido a su programa —conteste sinceramente.

—¿Podemos saber por qué? —La manera en la que movía las tarjetas en su mano estaba inquietándome.

—No soportó llevar una relación a distancia y me engaño.

—Wow, no puedo comprender su grado de estupidez. Yo con una novia como tú, y que me perdone mi esposa que la amo, esperaría mil años, solo por tenerte nuevamente a mi lado.

—Vaya, me siento alagada, pero bueno, eso ya es una etapa pasada en mi vida y ya no hay marcha atrás.

—Nos alegra saberlo. ¿Qué tal tu vida universitaria?

—Mi vida universitaria es muy buena. Pase todos mis exámenes de final de semestre, es una nueva etapa en mi vida, y estoy muy feliz con ella.

—La conversación está muy buena, pero tenemos que ir a otra pausa, no se despeguen de su programa favorito.

Los siguientes 5 minutos fueron una repetición de la pausa anterior. Algunos hicieron llamadas rápidas, otros contestaron sus mensajes y la mitad de las modelos solo tomaron agua. Comencé a sentirme ansiosa cuando las personas seguían hablando bajito entre ellas, susurrando cosas y viéndome. Llegue al extremo de pedir un espejo y ver si tenía algo en mi rostro o mi ropa pero no había nada. El MC parecía estar más ansioso de lo que estaba yo, su movimiento de cartas era más rápido y constante.

|TERMINADO| Before & After YouWhere stories live. Discover now