Se demoraron un par de horas en terminar de guardar todas las cosas del departamento de Olivia. El camión que Elliot había alquilado ya había llegado.

—¿Al menos puedo bajar mis maletas con mi ropa? —preguntó Olivia seria al ver que todos bajaban algo, los hijos de Elliot también, así se demorarían menos—. Son de ruedas y no quiero que vayan junto a las otras cajas. Las quiero en el auto.

—Bien pero no te enojes. Sólo no las cargues cariño. Déjalas cerca del auto así las subo yo.

Le dio un beso corto en los labios y bajó otra vez con cartones. Eli estaba jugando con Noah en el césped de la entrada del edificio donde vivían. Era mejor que los más pequeños estén entretenidos así no se golpeaban al querer ayudar.

—No, no, no. Todo lo de la habitación de Noah suben al último —ordenó Liv cuando vio que subían al camión una caja que decía "juguetes de Noah"—. Los de la cocina antes de esos.

—Así será —dijo Elliot haciéndole señas al señor que contrató para que baje el cartón—. ¿Qué pasa, Liv? —preguntó antes de subir otra vez.

—No se suponía que iba a estar tan enorme para la mudanza.

—Embarazada —corrigió acariciando su barriga y ella resopló.

—Sólo ayudé a bajar las maletas con mi ropa, la tuya y la de Noah. Nada más.

—No es cierto. Guardaste la mayoría en los cartones. Además en unos minutos más terminamos y podemos irnos a nuestra nueva casa.

—Suena bien... "nuestra casa"

—Suena perfecto Liv.

Una hora después ya estaba el departamento de Olivia vacío y todos abajo listos para irse.

—¿Y Liv?

—Creo que arriba papá.

—¿Nos adelantamos con el camión, papá? —preguntó Kathleen.

—Es buena idea papá. Podemos guiarlos así seguimos bajando todo —intervino Maureen y él lo pensó unos segundos.

—Las de Noah se bajaran primero y no se confundirán —agregó Richard sonriendo y Elliot asintió.

—Nos llevamos a los niños. Yo los cuido —aseguró Elizabeth.

—No necesito que me cuiden.

—Claro que no, Eli. Hijo, hoy has ayudado a cuidar de Noah —despeino a su hijo y sonrió—. Ok, vayan pero con mucho cuidado. Nosotros no demoraremos nada —añadió y fue a darle las indicaciones al conductor del camión.

"Mi departamento. No puedo creer que me esté mudando a una casa. Una casa de Elliot y mía. Pasé por tanto para llegar a este departamento. Quise dejar mi vida atrás. A Lewis atrás y aunque me costó creo que lo he logrado. Este departamento me ayudó a lograrlo. Mi pequeño Noah lo logró. Tengo tantos recuerdos de este lugar. Seis años de recuerdos y sólo me llevaré los mejores. Mi vida ha cambiado para bien y no me arrepiento de todo lo que tuve que vivir para llegar hasta aquí. Sin duda todas mis lágrimas y todo lo malo que tuve que vivir valió la pena para esto" pensó Liv recorriendo su departamento ahora vacío.

Ella sintió su aroma y supo que había subido a verla. Elliot la abrazó por detrás y besó su sien.

—¿Estás lista para irnos?

—Claro que sí. Sólo estaba despidiéndome del lugar.

—¿Vas a extrañarlo? —preguntó y ella negó con la cabeza.

—Si ustedes están conmigo no extraño ningún lugar —aseguró observando todo y recordando cuando pisó el lugar la primera vez con Cassidy, él sin duda la había ayudado a decidir que quería mucho más en su vida y gracias a eso tiene a Noah consigo—. ¿Nos vamos? —preguntó girándose y cruzando sus manos detrás del cuello de él.

Reencuentros amorososWhere stories live. Discover now