— ¿Desde cuando te importa? — me recuesto en la puerta y miro mis uñas, haciéndome la interesante.

— Cathy, ¿quien er.. oh — Daniela aparece en el living. — Andy, ¿como estas? — saluda al susodicho y éste le devuelve el saludo amablemente, pero aún está molesto. — ¿Todo bien? — pregunta Daniela mirándome.

— Si. Andrew ya se iba, ¿verdad? — lo miro esperando su respuesta. Él pasa una mano por su cara y suspira. Está frustrado y lo sé.

— Daniela, ¿podrías dejarnos a solas? Necesito hablar con Catherine — pide él intentando sonar tranquilo. Intento hablar pero me lo impide. — Por favor — mira a mi amiga y pide de nuevo.

Daniela asiente y luego de saludarnos a ambos, y tomar sus cosas, se retira de casa dejándome sola con él.

— ¿Vas a explicarme porqué mierda ese imbecil subió esa foto? — me mira con su ceño fruncido. Sus hermosos ojos azules penetran los míos, y es intimidante.

— ¡No tengo que darte explicaciones de lo que hago, Andrew por Dios! — digo alzando las manos, frustrada por sus insistentes preguntas.

— ¿Pasaste la noche con él? — se acerca un poco más a mi y me tenso. Tragó saliva — Te acostaste con él, ¿verdad? — dice sonriendo irónicamente.

— ¡Si! — grito y veo cómo Andrew cierra sus puños. — ¿Eso querías saber? Pues si, cogimos y lo disfruté muchísimo — me siento mal por decir lo que dije, pero toda esta situación me tiene harta, y en definitiva no estoy mintiendo.

Andrew se aleja de mi, camina por el living suspirando y rasca su cabello una y otra vez.

— ¿Por qué haces esto? — pregunto aún recostada en la puerta de mi casa. — ¿Por qué un día dices que me extrañas y que quieres regresar conmigo? Si al otro día me tratas mal y haces como si nunca hubieras dicho nada. Y ahora vienes hasta aquí, a mi casa, para hacerme una escena de celos y enfurecerte cuando no tienes el derecho de hacerlo. ¿Por qué haces eso? —

Andrew me mira por varios segundos y realmente me pone nerviosa. Detesto y amo que aún tenga ese poder sobre mí.

— ¿Por que hago esto? — camina hasta mi y quedamos a pocos centímetros de distancia. — ¿Enserio no te das cuenta que sigo completa y estúpidamente enamorado? Creo que soy bastante obvio, Catherine — acerca su rostro al mío. — Te amo, y no quiero que nadie te toque. Solo yo puedo hacerlo — dice casi sobre mis labios.

Lo empujo para que se aleje de mí y lo miro furiosa.

— Solo decís que me amas cuando ves que otro hombre está cerca de mi — digo entre dientes. — Eso no es amor, Andrew. Lo que quieres es que nadie me toque, y que no me enamore de otro, pero lo único que haces con eso es joderme la existencia — me acerco a él y lo empujo con mis dos manos. Estoy furiosa. — No quieres que esté con otros, pero si estoy contigo salgo lastimada — río irónica. — ¿Debo quedarme soltera para siempre? O ¿Qué quieres que haga? —

— Que me des otra oportunidad — vuelve a acercarse a mi. — No podes ser tan terca, por Dios. ¿No te das cuenta que desde que me dejaste hace casi dos meses, no hago otra cosa más que ser un estupido por vos? ¡Me tenes actuando como un puto adolescente de quince años! — grita y doy un paso atrás para alejarme de él. — Dame otra oportunidad — intenta tomar mi rostro pero lo evito.

LA HIJA DE JEFFREY |Andrew Lincoln| TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora