LA HIJA DE JEFFREY |Andrew Lincoln| TERMINADA

Capitulo 36.

Mira por décima vez el cuaderno que ella había dejado tirado en el piso y llora, enojado con él mismo. Observa cada una de las fotos que allí se encuentran y todos los recuerdos vividos con Cathy se posan en su mente, torturandolo.

La cagó y lo sabe.

Ya había pasado un día desde que ella se había ido de la casa y por más de que intentó hablarle, Cathy no quiso escucharlo.

— Sabes que te quiero, Andy — Norman dice palmeándole el hombro. — Pero eres un imbecil por haberle hecho eso. Sabes que su ex novio también la engañó y ¿tú vas y le haces lo mismo? — Andrew suspira cansado. Sabe que su amigo tiene razón.

— Soy un imbecil, ya lo sé — cierra el cuaderno y lo guarda en un cajón. — Pero la amo y necesito estar con ella. Sé que no va a perdonarme tan fácil pero voy a intentarlo — sirve un poco de whisky en dos vasos y le entrega uno a su amigo. — Arruiné todo por un polvo que ni siquiera estuvo bueno — bebe de su vaso, frustrado.

— ¿Volviste a hablar con Sophia? — pregunta Norman.

— Claro que no. Ella y yo solo tuvimos eso de una vez, pero le dejé en claro que no me importa ella, y que todo había pasado porque ¡me chupo la maldita polla! — grita y luego intenta calmarse. Norman suspira.

— ¿Como piensas hacer con Jeff? — y tal como si Norman lo hubiera llamado, alguien toca el timbre del departamento, y ese alguien es Jeffrey.

El padre de Catherine saluda a Norman y luego se acerca a Andrew.

— ¿Vienes a buscar sus cosas? — pregunta y Jeff asiente. — Ya te las traigo — dice y se dirige a la habitación.

Guarda las prendas de ropa que Cathy había dejado, en un bolso. Allí también mete todas las demás pertenencias de la joven; cepillos, perfumes, caravanas, peluches y de más.

— Aquí está todo, creo — dice entregándole dos grandes bolsos a Jeff.

— ¿Estás bien? — pregunta.

— No — traga saliva para no llorar. — ¿Ella como está? — pregunta Andrew y Jeff suspira.

— Intento que esté bien — Jeff sonríe sin mostrar sus dientes. — Andrew, no sé que mierda pasó entre ustedes, tampoco quiero meterme — dice suspirando. — Pero quizás es mejor que por un tiempo no hablen ¿si? — pregunta poniendo una mano en el hombro de él. — La vi muy mal ayer y no quiero verla así —

— Y-yo hice una estupidez y arruiné todo — dice tembloroso y Jeff lo mira fijo. — Me acosté con alguien más, Jeffry, soy un estupido — pasa una mano por su rostro y suspira. — Entiendo si me queres pegar o insultar, así que hacelo si es necesario — lo mira esperando a que el padre de Cathy reaccione.

— Enserio está arrepentido — dice Norman poniéndose frente a Jeffrey, tomándole los puños que ya están cerrados para dar el primer golpe, pero no lo hace. — ¿Sabes que a todos nosotros nos ha pasado lo mismo que a Andy, verdad? — le pregunta y Jeff suspira.

— Pero estamos hablando de mi hija — abre sus puños y suspira frustrado. — ¿Ya no la amas más? Podrías haber hecho mejor las cosas, Andy, maldita sea — rasca su nuca y Andy hace lo mismo.

— Claro que la amo. Quiero estar con ella, Jeffrey, con nadie más. Solo con ella — dice con algo de vergüenza.

— Aww — omite Norman intentando sacar la tensión, pero sólo logra que Andy lo fulmine con la mirada.

— Te rompería la cara — dice Jeffrey mirándolo. Andrew se tensa. — Como padre, lo haría — Norman se pone alerta por si algo sucede. — Pero como amigo, como hombre, puedo entenderte porque estuve en tu situación una vez — confiesa.

— ¿Engañaste a Hilarie? — pregunta Andrew y Jeffrey asiente. — ¿Y que hiciste para arreglar las cosas? —

— La reme y la reme. Me costó mucho que ella me perdone, y estuvimos varios meses sin hablarnos. Fue antes de que Gus naciera y siempre voy a arrepentirme por haber hecho lo que hice pero ¿qué puedo decirte? Somos hombres débiles y estupidos — sonríe rodando sus ojos.

— ¿Puedo acompañarte a tu casa? Necesito hablar con ella, Jeff — pregunta.

Realmente necesita verla y si es necesario, implorarle que lo perdone. Ni siquiera puede imaginarse estar varios meses sin hablar con ella o, en el peor de los casos, no hablar nunca más. La ama. La ama con todo su alma y jamás va a perdonarse la estupidez que hizo, porque fue eso. Una estupidez que le costó la mejor relación que tuvo en años.

— Por favor — pide al ver que Jeffrey no responde. — Necesito hablar con ella una vez más, quiero que me escuche y decirle cómo fueron las cosas. Si después de eso no quiere verme más, la dejo en paz. Te lo prometo — mueve rápidamente su pierna, desesperado por qué Jeffrey le responda.

— Está bien — suspira. — Pero no la hagas sufrir y si no quiere escucharte, no la obligues — lo apunta con un dedo. —Trata de hacer bien las cosas, Andrew. Cathy va a odiarme por llevarte a casa pero, lo voy a hacer así que por lo menos valora eso — Andrew asiente y sonríe levemente.

Consiguió una oportunidad para hablar con ella.

Narra Catherine.

El dolor de cabeza por la resaca de ayer me está matando. Son las seis de la tarde y sigo tirada en mi cama, en pijama y a oscuras.

Daniela me invitó - me obligó - a que salga a bailar con ella hoy, dijo que me despejaría un poco la mente y, realmente lo necesito.

No he dejado de leer las conversaciones con Andrew en todo el día, o ver todas nuestras fotos juntos. Lo extraño y solo pasó un día desde que lo dejé, pero las imágenes de él con otra tipa en nuestra cama, me matan. Me rompen el corazón en dos pedazos, y lo odio por eso pero, lo amo y no puedo evitarlo.

¿Salir a bailar? No hago eso hace más de un año y medio. A las únicas fiestas que he ido en este tiempo son las que hacen Andrew, papá, Norman o sus amigos y, a decir verdad la he pasado estupendo allí. Andrew y yo tuvimos nuestras mejores noches de sexo luego de esas fiestas, pero todo se arruinó. Andrew arruinó todo.

He recibido más de diez mensajes de él, en solo una hora. Quiere hablar conmigo, quiere verme y explicarme cómo pasó lo que pasó pero, yo no quiero escucharlo. No puedo, me hace mal. Necesito alejarme un tiempo y pensar las cosas en frío porque, ahora estoy muy dolida y enojada. Soy capaz de decirle cualquier disparate si lo veo y, aunque el me haya lastimado a mi, yo no quiero lastimarlo a él.

Miro el conjunto que Daniela dejó en mi cama hoy antes de irse. Es demasiado "atrevido" para mí pero, me gusta. Me lo pongo y me miró al espejo.

No estoy de humor para arreglarme pero, tengo que hacerlo, así que camino hacia el baño y me maquillo un poco.

Siento la puerta de entrada abrirse y luego cerrarse.

Debe ser papá. Pienso.

— ¡Papá! — grito para que me escuche. — Estoy en mi habitación, ahora bajo — digo mientras termino de poner rímel en mis ojos.

Él no me contesta y me parece algo extraño, pero entiendo todo cuando salgo del pequeño baño que hay en mi cuarto y veo cómo alguien cierra la puerta de este, encerrándonos.

Cualquier persona se asustaría en una situación así, pero yo no, porque sé perfectamente quién es pero, no quiero verlo en estos momentos.

— ¿Qué mierda haces aquí? — pregunto.

Continuará....