Capitulo 31.

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Narra Catherine.

Estoy nerviosa y realmente estoy debatiendo la idea de salir corriendo de aquí ahora mismo, pero eso no es lo que quiero.

Hace ya dos días que estamos en Londres, en el departamento de Andrew. Ayer él se encargó de mostrarme un poco la cuidad y a los lugares que el frecuentaba. Todo era hermoso y realmente la estoy pasando muy bien. Andrew hace que todo sea así.

Jamás pensé terminar de novia con el. De hecho nunca se me pasó por la cabeza, pero agradezco que haya sido así. En estos casi cuatro meses que llevamos juntos él me ha enseñado más que cualquier otro novio que tuve o podría haber tenido. Él es el indicado, y tal vez sueno muy apresurada pero no me importa, porqué con él tengo todo lo que quiero, él me hace feliz con solo mirarme y eso es algo que no se puede comprar en ningún lado.

Quizás papá tiene razón y estamos haciendo las cosas muy rápido. Quizás sea de locos mudarnos juntos y presentarme a sus hijos cuando solo llevamos saliendo cuatro meses, pero ¿Acaso está todo escrito? ¿Acaso tenemos que llevar nuestra relación como los demás quieren? Claro que no. Andrew me hace feliz y yo a él, y eso es todo lo que importa.  No me interesa tener veintiún años y estar haciendo la vida de una mujer mayor, porque mientras sea con él, todo está bien.

Hoy es el día en el que conoceré a sus hijos, y eso me pone tremendamente nerviosa porque no sé cómo reaccionarán. ¿Me querrán? ¿Me odiaran? ¿Querrán que sus padres vuelvan a estar juntos? Todas esas preguntas me atormentan desde el momento en el que Andrew dijo que me los presentaría, pero he aquí.

Siento el timbre del departamento sonar, me acerco al pequeño teléfono que da a la recepción y apretó el botón.

— ¿Sí? — pregunto.

— Somos nosotros — Andrew contesta y comienzo a sudar.

Aprieto el botón para que puedan pasar al ascensor. Camino de una punta a la otra y en menos de un minuto la puerta de entrada se escucha.

— Cathy — escucho la voz de Andrew y me dirijo al living.

Dos niños hermosos están a su lado - y como no iban a ser hermosos siendo hijos de semejante hombre - Saludo con mi mano y me acerco más a ellos.

— Arthur, Matilda, ella es Catherine, la hija de Jeffrey — dice Andrew sacándose el abrigo para luego mirarme.

— Estoy muy feliz de conocerlos, Andrew me ha hablado todos los días de ustedes — me coloco en cuclillas para así quedar a su altura.

— ¿Tú eres la novia de papá, cierto? — la pequeña susurra en mi oído, dejándome helada y sin saber que contestar.

— Así es, amor — Andrew contesta, sacándome de mi apuro.

— Eres muy bonita — Arthur toca mi mejilla y luego sonríe. Andrew le guiña un ojo y Matilda ríe con un tono de voz muy fino.

— ¿Quieres ir a mi salón de belleza? Te haré un descuento por ser novia de mi papá — la niña dice sonriendo, dejándome ver sus pequeños dientes - y los que faltan también -

— Papá, ¿Tú y yo podemos jugar a la pelota? Prometo no romper nada, por favor — Arthur ruega con sus pequeñas manitas y su padre asiente.

Matilda sin previo aviso me lleva hasta su habitación y luego de cerrar la puerta comienza a sacar su bolso con cosas de "belleza".

— Papi tiene muchas fotos de ti en su celular — dice mientras pinta descuidadamente mis uñas. Abro los ojos y río.

Pasamos un buen rato entre risas y algunos comentarios por parte de ella. Aún seguía nerviosa pero el buen recibimiento que los hijos de Andrew me habían dado, había hecho que el miedo se fuera de mi - o por lo menos una parte -

LA HIJA DE JEFFREY |Andrew Lincoln| TERMINADADove le storie prendono vita. Scoprilo ora