—A las 4 tengo que estar en el centro comercial porque necesito comprar ropa —anunció Liv en una pausa que hicieron los chicos para sentarse, el día estaba fresco por lo que no habían sudado nada.

—¿Vas de compras? —preguntó Kathleen emocionada, amaba ir de compras.

—Con Alex y Amanda —sonrió—. ¿Quieren venir?

—¡Sí! —gritaron a la vez las tres mientras que Eli y Richard gritaron un "¡no!".

—No debiste preguntar eso Liv —dijo Richard moviendo la cabeza negativamente—. Ellas se demoran mucho.

—Alex es la fiscal y Amanda la detective ¿no? —preguntó Elizabeth para confirmar.

—Sí, es correcto —respondió Liv, las chicas conocían a sus amigas por lo que no creyó que exista algún problema con que también vayan, así más personas la ayudarían a elegir que comprar.

—La fiscal que estuvo en protección de testigos ¿verdad? —añadió Kathleen y Liv asintió recordó la escena de Alex tirada en el piso casi muriendo, su cara cambió totalmente—. Lo siento.

—¿Qué es protección de testigos? —preguntó Eli atento.

—Es... es cuando... —dijo Liv intentando responderle pero no pudo quitarse las imágenes de su funeral de su cabeza.

—Es cuando el gobierno re ubica a personas en otras ciudades y con otros nombres para que puedan estar a salvo de delincuentes que quieran hacerles daño —explicó Elliot brevemente dando un suave apretón a la mano de Olivia.

Estuvieron varias horas en el parque jugando y riendo y decidieron regresar a casa a cambiarse de ropa para ir al centro comercial. Elliot se encargó de Eli y Noah mientras Liv peleaba con la poca ropa que tenía en el closet. Se terminó poniendo un leggins grueso, un suéter que antes le quedaba un poco grande y sus botas. Las chicas sabiendo que irían al centro comercial de compras estuvieron listas en menos de 15 minutos. 

—Veo que pueden estar listas muy rápido cuando quieren eh —comentó Elliot riendo al ver a sus hijas listas para salir.

—Las palabras mágicas son centro comercial o comprar ropa, papá —añadió riendo Richard. Las tres les dieron una mirada de muerte por sus comentarios y se sentaron a esperar a Liv. 

Alex había quedado en pasar por el departamento de Amanda para recogerla y así esperar juntas a Olivia y a las hijas de Elliot.

Los hombres de la casa irían en el otro carro a los juegos un poco más tarde para así no aburrirse tanto. Luego se encontrarían todos para cenar. 

—¿Vas a extrañarme? —preguntó Elliot ingresando a la habitación y abrazando a Olivia que estaba por milésima vez en el día frente al espejo.

—¿Puedo pensar la respuesta?

—No, Teniente es una pregunta muy sencilla que tiene respuesta afirmativa —respondió y besó su cuello.

—Eso es coacción, Sargento —lo besó—. Mucho —respondió muy bajito luego del beso—. Puedo llevarme a Noah si quieres.

—No, claro que no. Los hombres de la casa ya tienen sus planes y no incluyen mujeres. Excepto para cenar. Ahí nos encontraremos a unas muy, muy guapas.

—Sé que los fines de semana son para pasar tiempo en familia pero en serio necesito ropa y ayer estuve bastante ocupada en otras cosas que dejé plantadas a mis amigas las cuales me iban a acompañar de compras —comentó y se sonrojó al recordar que lo hicieron justo en la entrada de su departamento.

Reencuentros amorososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora