Capítulo 66

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—¡Liv! Te estoy hablando —llamó Elliot por cuarta vez a Olivia, ella sacudió su cabeza y siguió cocinando.

—Perdón. No te escuché. ¿Hablaste con Noah?

—Te llamé varias veces —comentó y ella asintió—. Sí, hablé con Noah y entendió que estuvo mal lo que hizo.

—¿Estás seguro?

—Le expliqué que está mal hacer a otros lo que no nos gusta que nos hagan.

—Lleva haciendo eso varios días. No puede andar por ahí peleando con niños que recién conoce y menos empujándolos.

Elliot iba a hablar pero escuchó la puerta de su departamento abrirse. Eran sus hijos. 

—¡Papá! —gritó Eli abrazándolo fuerte y colgándose de su cuello.

—Eli, todos queremos abrazar a papá —se quejó Kathleen abrazándolo también. Se sumaron al abrazo, Elizabeth, Richard y Maureen. 

Liv sonreía al verlos tan cariñosos con su padre. Sin duda lo extrañaban. Era un gran padre y sus hijos tendrían la dicha de tenerlo como tal. Noah al escuchar a sus hermanos, salió corriendo a recibirlos. Todos saludaron también con abrazos a Olivia y a Noah. 

Media hora después que los Stabler llegaran estaba lista la cena. Los chicos estaban con Elliot en la sala mientras Olivia terminaba todo. Kathleen y Maureen se ofrecieron a poner la mesa ya que ella no les dejó ayudar a terminar la cena. 

—Liv, mi hermanito o hermanita está creciendo muy, muy rápido eh —comentó Maureen sonriendo desde la mesa.

—No parece que tienes 3 meses y medio —añadió Kathleen.

—Ni lo digas. Estoy enorme. No me queda nada.

—Parece que son dos y no uno —dijo Elizabeth uniéndose a la conversación y Olivia que tomaba agua desde la cocina se ahogó con ella.

Aún no les habían dicho nada sobre los gemelos a los hijos de Elliot y por suerte a Noah se le había pasado contarles la gran noticia. 

—Liv, esto está delicioso. Como siempre —aseguró Richard sonriente mientras cenaban.

—Si, Liv. Todo espectacular como siempre.

—Gracias por preparar la cena. Algún día tenemos que cocinar nosotras para ti.

—Mau, pero primero que Liv les pase la receta así no le da dolor de barriga a toda la familia —bromeó Richard.

—Muy gracioso. Deberías aprender tú también —le respondió Elizabeth—. Todo el camino vino pensando en la cena que dijiste que harías —agregó y su hermano se sonrojó.

—¡Elizabeth!

—Pero es cierto. Nos consta a todas. ¿Verdad Maureen? —dijo riendo Kathleen y todos rieron.

—Tiene que ser niño, por favor —pidió a su padre y a Olivia y ellos rieron.

—Para mí es un gusto preparar la cena para ustedes. No tienen que agradecerlo —aseguró Liv con una gran sonrisa.

Maureen también había decidido quedarse en el departamento de su padre a dormir ya que su novio había viajado a visitar a su madre y estaría sola. Todos los chicos se habían dado una ducha rápida y puesto la pijama así estaban más cómodos para la ronda de películas. Noah estaba muy activo y no estaba dispuesto a dormir por nada del mundo estando sus hermanos ahí. Todos seguían en sus habitaciones y de a poco fueron saliendo los hijos de Elliot y discutían por qué película verían. 

Reencuentros amorososOù les histoires vivent. Découvrez maintenant