-Bueno, es un idiota.- admitió y abrió los ojos, mirando los orbes verdes de su amiga- Parecía que estaba aceptándolo bien.

-El lo acepta, él sabe que Isaac te hace feliz. Pero tiene miedo de que él pueda llegar a ser como Derek.

-Isaac nunca será como Derek.

-Lose. Todos los sabemos.-le sonrió, tranquilizandolo-, pero no puedes culparlo por tener miedo a ello. Te adora y lo que menos quiere es verte sufrir otra vez. Nadie quiere eso, Sti.- le acaricio el cabello de la frente con cariño.

Aún recuerda cuando la manada trataba de ir a visitar al castaño, pero un muro de mountain Ash les prohibía el paso, y Lydia, la única que podía trapasarlo de encontraba con toda la casa trabada. Lo único que lograban escuchar era prácticamente como el ojimiel destrozaba la casa. Su llanto lleno de rabia y vergüenza. Lo único que podía hacer era llamar al Sheriff.

La rabia hacia Derek nunca iba a irse. Lo trataba con cariño, era antento y caballeroso, y un día así como así lo ignoraba, le gritaba enfrente de todos, y todo eso duro unas cuantas semanas hasta que Stiles los encontró a él y a Braeden en pleno acto, en el Loft del lobo.

Le grito un sin fin de insultos, y el Alfa no se quedó callado. Le repetía una y otra vez que solo era un juego, que quién querría estar con un chiquillo insoportable como el. Y el simplemente se largó, no iba a rebajarse.

Y Scott simplemente no quería verlo sufrir de esa manera otra vez. Porque todo estaba tan perfecto, que le recordó a Derek, y como un día simplemente cambio y humilló a su hermano del alma.

-¿Por que no te leventas y vamos a la playa? Todos nos están esperando con los sanwiches.- le ánimo, y Stiles sonrió.

-Vamos.

(...)


-Apa- le silbo Lydia, mirándolo de arriba a bajo con una sonrisa coqueta.
-Pervertida- le dijo rodando los ojos, y las mejillas rojas.

-Por esto amo el verano-, lo señaló de cuerpo completo- esos shorts de baños rojos y cortos van a hacer que a Isaac se le pare todo, Stiles querido. ¡Te resaltan el culo! Uffff, estás on fire.

-Tu también estás hermosa.- le sonrió, viendo el bikini blanco que debajaba ver sus pronunciadas curvas y grandes pechos. Lydia definitivamente tenia un cuerpo precioso- una de las razones por las que estuve enamorado de ti la mayor parte de mí vida.

-Ya, callate.- le dijo con las mejillas rojas y le tomo las mano para que ambos salgan con las toallas en la mano- ¿Todavia no te creció el bello?

-No desde que me encadenaron en una cama con Scott y nos depilaron con cera todo el jodido cuerpo.- gruño, tocando su suave abdomen.

-Algun día te crecera- Lydia le dio unas palmaditas en el hombro- pero así es más caliente, sin tantos bellos por todos lados. A Isaac no debe molestarle.

-Le pone bastante.- admitió, y Lydia río.

-Te dije.- canturreo y cuando llegaron a la playa todos estaban en el mar.

Las chicas con sus bikinis, mostrando sus envidiables cuerpos, y los hombres con shorts parecidos a los suyos, también mostrando sus cuerpos de dioses griegos. Por un momento se sintió avergonzado, su cuerpo no era tan musculado como el de los hombres lobos.

-No te avergüences- le regaño Lydia y le arrebató la toalla de los brazos para dejarla sobre la reposera- que no tengas los abdominales tan marcados como los de Boyd no significa que no seas guapo. Tienes un buen cuerpo, y te aseguro que Isaac caerá de culo en la arena al verte.

《Sentimientos》StisaacKde žijí příběhy. Začni objevovat