CAPITULO CATORCE

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(JENNELLE)

- te portas bien con el tío Bill- le indicó Tom a Agnes, quien asintió, apretando al pequeño bulldog ingles que Bill tenia de mascota entre sus brazos- y se buena con Pumba.

- si papá-respondió mi pequeña rubia, Tom se inclinó para que nuestra hija lo abrazara y le besara la mejilla.

- gracias por cuidarla, te lo agradezco mucho-mencioné y Bill se encogió de hombros.

- somos familia y tenia muchas ganas de estar con cierta niña...-sonreí, divertida- tendré que reportarme enfermo y cuidar que no asfixie a Pumba.

Algo me decía que la cuestión del perro le preocupaba mas que ninguna otra cosa... Asentí con la cabeza, mirando a mi hija y temiendo por la seguridad del pobre perro.

- te debo una-agradecí, abrazándolo.

- suéltalo que me puedo poner celoso -comento Tom, haciéndome poner los ojos en blanco y liberando a su gemelo, quien sonreía.

Agnes jugueteaba con el perrito, quien era una cosita pequeña, con piel blanca y marrón y una mirada bastante tierna.

- ven a darme un abrazo -le pedí a mi hija.

Agnes dejó al perro en el suelo y me abrazó con fuerza.

- saludas a abuela por mi- pidió y yo asentí con la cabeza.

- claro mi amor-le medio sonreí y ella me respondió con una sonrisa grande y sincera- se buena.

Agnes asintió y desapareció de mi vista, buscando a la mascota de Bill. Le concedi un vistazo al pulcro departamento de mi cuñado, sintiendo pena por como podría quedar en un par de horas.

- ¿nos vamos?- cuestionó Tom y yo asentí.

Abracé de nueva cuenta a Bill y tanto mi chico como yo nos encaminamos hacia la puerta del departamento. Salimos y Tom me abrazó contra su costado, manteniendose en silencio.

Mamá había sufrido un pre infarto y aunque ya estaba despierta y estable, tendría que estar en el hospital un par de días para tenerla en observacion. Ella me había pedido que pusiera en orden su departamento y que alimentara a sus gatos, cosas a las que nos íbamos a dedicar Tom y yo, para después ir al hospital nuevamente, por lo que habíamos encargado a nuestra hija con Bill.

- ¿puedo preguntar que opina tu mamá de mi? -Tom me cuestionó cuando salimos del edificio de Bill, mientras me tomaba la mano, sacándome de mis ensoñaciones- porque me siento como adolescente inexperto ante la idea de conocerla.

Medio sonreí y apreté su mano Tan solo un poco, sintiéndome divertida ante sus dudas.

- no sabría que responder- mencioné y él gruñó por lo bajo- no le causó gracia que su hija de 16 años se hubiese embarazado pero no es una mala persona y ya no soy una adolescente tonta que no sabe lo que hace, soy una mujer.

Miré de soslayo a Tom y me topé con la ternura y la diversión en partes iguales en el fondo de sus pupilas, desee tan solo por un segundo poder leer su mente para poder saber que pensaba.

- sigues siendo igual de pequeña...-él se mofo y yo me liberé de su agarre para poder golpearlo suavemente- es una broma mi amor.

Detuvimos nuestro andar cuando llegamos hasta el jeep, él abrió la puerta para mi y subí, esperando hasta que él le dio la vuelta al vehículo, sentándose frente al volante.

- ¿ realmente estarás embarazada? -cuestionó Tom de manera suave, parecía más una pregunta dirigida hacia si mismo que para mi- no me he podido quitar eso del pensamiento desde que lo dijiste- Tom buscó mi mirada, encendiendo el jeep.

Me encogí de hombros, no sabiendo que responder, no estaba segura de nada.

- pronto lo sabremos -aparte la mirada de los ojos marrones de mi hombre unos instantes, para regresar mi atención a él rápidamente- Joder, pero no me mires así...

Tom se rió y negó con la cabeza, poniendo el jeep en movimiento.

- disculpa enana, solo que...- Tom suspiró y lo miré colocarse sus lentes de sol- no me esperaba algo así y no se como actuar.

Fruncí los labios, deseando no haber dicho nada. El padre de Agnes puso en movimiento el vehículo y nos dirigimos al departamento donde había vivido con mi madre desde que mi hija tenia 2 años de vida hasta nuestra mudanza a Loitsche.

- tranquilo Tom, aun no tenemos la certeza de nada -mencioné- aún puedes intentar huir...

Ignoré la mueca de desagrado que atravesó su rostro y le sonreí, recibiendo un gesto idéntico a los pocos instantes...

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Pueden ir haciendo sus apuestas, embarazo? No-embarazo?

Saludos!!

I still loving youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora