I still loving you

CAPITULO VEINTICUATRO

(TOM)

Mamá miraba la fotografía que le había enseñado de Agnes, con una sonrisa en los labios.

-Yo también quiero verla-aclaró de modo sarcástico Gordon- ¡no seas envidiosa Simone!

Reí entre dientes, había ido hasta ahí después de cenar en la casa de Leah, había hablado con Emir acerca del compromiso Que seguía su curso. Resultaba obvio que Jennelle no quería nada conmigo como hombre y no iba a volver a humillarme a pesar de no poder sacarmela de la cabeza, había estado dispuesto incluso a dejar a Leah pero ella me había mandando a la mierda... en fin.

El padre de Leah, después de escuchar de mi boca que me queria casar con su hija, indicó que era necesario que mis padres se reunieran con ellos para acordar una fecha para la boda... Aunque, claro esta, había llegado hablandoles a mi madre y a Gordon del regreso de Jennelle y de Agnes.

Mamá soltó una risa alegre y le pasó mi iPhone a Gordon, quien miró las fotografías sin dejar de medio sonreír.

- ¿verdad que es hermosa?-cuestione, lleno de un orgullo que nunca antes había sentido-eres abuela mamá-trate de tomarle el pelo y ella asintió.

-Se parece a ti, hijo-mencionó mamá, mirándome a los ojos y yo negué con la cabeza-claro que también se parece a Jennelle

-Es más como ella-mencioné, con una medio sonrisa soñadora en los labios-tiene su voz...-suspire-apenas la conocí y ya me derrite el jodido corazón cuando me dice papá.

- ¿cuando piensas traerla a conocernos?-cuestionó él, me encogi de hombros y el marido de mi madre me devolvió mi iPhone.

-No lo se, tendría que hablarlo con la enana...-dudé y mi padre sonrió de manera enigmática- ¿qué?-alce una ceja y Gordon soltó una risita.

-Aún la llamas asi-susurró el hombre y yo sentí como la piel se me erizaba al pensar en Jennelle-es raro, ¿no crees?-mamá asintió con la cabeza pensativa-supongo que explicó el porque de su ausencia.

Asenti, claro que lo había hecho...

-Lo hizo-Frunci los labios-y sus razones me hacen querer revivir a su padre para matarlo a golpes-masculle, clavando la mirada en la alfombra bajo mis pies-ese maldito bastardo...

- ¿que fue lo que pasó?-quiso saber mamá y yo negué con la cabeza-ese hombre jamás te soportó Tom y supongo que fue peor cuando se dio cuenta que habías embarazado a su hija.

Apreté la mandíbula hasta que mis dientes crujieron.

-Yo iba a hacerme cargo de mi responsabilidad-murmure.

-tenías 17 años Tom, ¿de que forma podrías tu haberte hecho cargo de un bebé?-cuestionó mamá, frunciendo los labios.

Gordon soltó un sonoro suspiro.

-no tiene caso remover el pasado-sentenció- ¿que dijo Leah de tu hija?-quiso saber el hombre.

Frunci los labios, las palabras de Gordon me habían aterrizado en la realidad de nuevo.

-No reaccionó muy bien-mencioné, acomodando mis manos en la parte trasera de mi cuello-pero ya se calmó y...-miré a mis padres, dudando en cómo reaccionarian cuando les dijera lo que deseaban los padres de Leah-sus padres quieren verlos.

Mamá arrugo el ceño, ella era siempre la que reaccionaba mal ante todo lo que les pedía.

- ¿a nosotros?-cuestionó mamá, con una ceja alzada.

-Si, a ustedes-respondí y vi las preguntas en el rostro de Gordon.

- ¿para que?-cuestionó de nueva cuenta mi madre.

-Para decidir una fecha para la boda-respondí, como si fuera lo más obvio, aunque ahora me sentía menos seguro sobre si realmente quería casarme con ella.

Mamá fruncio los labios

- ¿en que siglo creen esas personas que vivimos?-cuestionó mi madre, de manera sarcástica.

Solté una risita divertida, a ella no le agradaba nada que tuviera que ver con Leah, Chaandra y Emir incluidos, apenas si habían conversado en un par de ocasiones con ellos.

-Son sus tradiciones-me encogi de hombros.

-entonces aún quieres casarte con esa chica-sentenció Gordon y yo alce ambas cejas.

-Si...-dude-¿porque?-cuestione.

Gordon se encogió de hombros y recordé la conversación que habíamos tenido días atrás, él me había preguntado como reaccionaria yo si Jennelle llegase a volver... y yo no tuve una respuesta que darle.

-No lo se-Gordon se encogió de hombros de nueva cuenta-pensé que quizás pensarías más las cosas ahora que esa niña llegó a tu vida...

Suspire, deseando estar en cualquier lugar en el mundo menos ahí, teniendo esa conversación, porque no quería que Gordon comenzará a sospechar que algo pasaba conmigo y mis jodidos sentimientos, él me conocía mejor que mi propia madre.

Mamá chasco la lengua, poniéndose de pie del sofá, mirandome a los ojos.

-Voy por un té a la cocina, ¿quieren algo?-cuestionó, pasando sus ojos alternativamente de mi rostro al de su marido.

-Una cerveza-pidió Gordon.

Mamá me miró a mi y yo Frunci los labios.

-Una cerveza también-Mamá se perdió con rumbo a la cocina y yo quede prisionero en la inquisidora mirada de Gordon-deja de mirarme así-pase mis manos por mi rostro, frotándome los ojos, me sentía cansado, había sido un día ocupado en el taller- sigo sin auto-me lamente, en un intento por cambiar de tema- ¿no podrías prestarme tu Harley?

Gordon negó con la cabeza, riendo de manera burlona, contagiandome de su buen humor.

- ¡ni en un millón de años te prestaría mi motocicleta!-mencionó, entre risas-si quieres puedes usar mi jeep mientras consigues un auto.

-te debo una, viejo-agradecí y el hombre entrecerro los ojos, cosa que sólo me hizo reír-y creo que aún la amo...-susurre, recuperando la seriedad.

Gordon alzó ambas cejas.

- ¿a quien?-quiso saber.

-A Jennelle...-me lamente-pero es demasiado tarde para tratar de recuperarla.

(JENNELLE)

- ¿que harás este fin de semana?-cuestionó el doctor Hörbiger, aterrizandome en la realidad- ¿en que planeta estás?-se burló y yo lo miré, él negaba con la cabeza

Suspire y le sonreí, algo en su presencia me calmaba.

-En uno tormentoso-puse los ojos en blanco- ¿por que?

Jake introdujo sus manos en los bolsillos de sus pantalones verde menta, luciendo incómodo.

-Porque pensé que quizás podríamos ir a comer...-sus bonitos ojos me atravesaron-ambos, tu y yo.

Mordi mi labio inferior, sopesando su invitación, quizás podría distraerme y obligaría a mi mente a dejar de pensar en Tom...

-Sería una salida rápida porque quiero pasar tiempo con mi hija-él doctor sonrió y asintió.

-Por supuesto-su sonrisa se amplio- ¿aceptas?

Me encogi de hombros, no perdía nada y quizás podría ganar mucho.

-Claro, ¿porque no?