CAPITULO OCHO

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(JENNELLE)

- ¿a donde vas mamá?- cuestionó Agnes, concediéndome una mirada sombría.

-Voy a salir con...-dude, no podía decirle que saldría con el hermano gemelo de su papá-con un amigo.

Agnes fruncio los labios, para encogerse de hombros y recostar su cabeza en mi brazo, la rodee contra mi costado y le bese la coronilla, nunca había amado a alguien de una manera siquiera similar a la que amaba a mi hija.

-Iré a hacer mi tarea-me aviso mi hija y yo Asenti con la cabeza- quiero ver una película contigo...-susurro, haciéndome ojitos de cachorrito- ¿quieres?

Sonreí, claro que quería.

-claro-Agnes me abrazó con fuerza y me besó la mejilla.

Mire como se alejaba escalera arriba y mire a Miranda.

-estoy nerviosa-susurre, andando por la sala de estar, retrocediendo y dejándome caer en el sofá de nueva cuenta-muy nerviosa

Miranda negó con la cabeza, sentándose frente a mi en el sofá, con una humeante taza de té en las manos.

-Deberías de ser inteligente-mencionó mi prima-es una oportunidad única para que te pongas al día con la vida de tu amado

Puse los ojos en blanco, había pasado tanto tiempo que incluso parecía ridículo el hecho de que aún pudiera amar a Tom... rememore mi desastrosa vida amorosa, había tenido bastantes novios, aunque ninguno superaba los seis meses a mi lado, unos corrían cuando llegaba el momento de conocer a Agnes.

-No quiero ponerme al dia con la vida de Tom-Miranda se rió de mi-me pone de malas pensar en todo lo que Bill me puede preguntar

Mi prima se encogió de hombros, ella tenía una forma más despreocupada de ver la vida que yo y en esos momentos me habría encantado ser como ella.

-Si no quieres contestar algo no lo haces o le cuentas mentiras... no es tan complicado

Negué con la cabeza, Miranda alargó el cuello, mirando algo por encima de mi hombro.

-¿que pasa?-grazne y sus ojos regresaron a mi rostro.

-Llegó tu cita baby

Me puse de pie de un salto, mirando por la ventana también, efectivamente Bill estaba fuera De la casa.

...

Bill y yo nos mirábamos como si fuésemos dos desconocidos, el restaurante estaba bastante vacío, cosa que agradecí internamente.

- ¿le gustó la ropa a Agnes?-Asenti con la cabeza, removiendo mi té con la cuchara- ¿y el IPad?

Bill le había comprado mucha ropa a mi hija y un IPad, cosa que me pareció una exageración, por lo que el electrónico no se lo había dado a Agnes.

-El IPad no se lo eh dado-mencioné, a la ligera-no quiero que eso le absorba el cerebro

Bill asintió con la cabeza, con una media sonrisa en los labios.

-y bien, ¿donde te habías metido todo este tiempo Jennelle?-cuestionó, en medio de un murmullo de voz

Suspire largamente, rememorando todos los incidentes que me habían obligado a huir de ahí.

-Es una larga historia-le medio sonreí y el asintió, animandome a continuar-en primer lugar, descubrí que mi madre nunca me había abandonado, ella tuvo que alejarse porque mi padre amenazó con matarla si no se iba-los ojos del chico se abrieron muy grandes-así que se logró comunicar conmigo...-dude-en segundo lugar, mi papá se enteró de mi embarazo-Trague saliva, recordando la golpiza que me había dado-y me ordenó que me deshiciera de Agnes y yo me negué rotundamente, entonces él... él-se formó un nudo horrible en mi garganta que me impedía continuar hablando y que hizo que mis ojos se cargarán de lágrimas

Sentí la mano de Bill sobre la mía, apretandola con sutileza.

-Shh linda, tranquila-Asenti, sorbiendo mi nariz con disimulo.

-Si, uh, lo siento-me disculpe con un hilillo de voz

-No te preocupes que yo entiendo

Claro que no lo entendía, nadie podía hacerlo.

-Mi padre me amenazó con encarcelar a Tom por abuso De menores-la expresión de Bill se endureció-o con matarlo y yo lo dejé para que él estuviera bien.

Bill libero una ruidosa bocanada de aire, como si lo hubiera estado conteniendo todo ese rato... aparté la mirada de su rostro y la concentre en mi taza.

-Créeme que no estuvo bien sin ti-mordi mis labios juntos-yo pensé que se volvería loco...-sentí como si me hubieran dado una bofetada-dejó la escuela y se encerró en un mundo de desesperación

Mis ojos se cargaron de lágrimas de nueva cuenta y un par de ellas rodaron mejilla abajo. Mierda, ¿como podía realmente haber ocurrido lo que Bill me decía? ¿¡Cómo!? Yo había pasado mis días de mayor miseria contando con que él estaba bien, con que había reconstruido su vida sin mi y ahora, eso se había caído a pedazos.

- ¿y ahora como esta?-cuestioné con timidez, sin mirarlo

-Podría decirse que bien, él...-Bill dudó-va a casarse

Un hueco doloroso se reabrió en mi interior, aunque, ¿que derecho tenía yo a sentirme así cuando había destruido su vida?

-Vaya, eso es genial-mencioné con una voz tan falsa que hasta yo me Di cuenta-se merece ser feliz.

-yo dudo mucho que esa mujer lo haga feliz-la voz del chico había adquirido un todo despectivo-se que será feliz el día que conozca a su hija-la incomodidad se deslizó por mi interior- ¿ella sabe algo de mi hermano?

Me atreví a mirar el rostro del tío de Agnes, él sonreía con una obvia esperanza en su rostro.

Mordi mi labio inferior con fuerza, mi hija sabia que su papá se llamaba Tom y tenía una foto del Tom de 18 años pegada con adhesivos de corazón en el respaldo de su cama.

-Agnes pregunto por él desde que aprendió a hablar-Bill recosto su mejilla en su mano, la cual tenía un gran tatuaje de huesos y flores-y yo le hable de él y le regalé una foto suya...-una sonrisa se distendio por su rostro-además de que llevo su nombre tatuado-le mostré mi tatuaje y su sonrisa de amplió- ¿él sigue viviendo aqui?

Bill asintió, haciendo que mi interior se removiera como si tuviese un tornado dentro.

-Si, se asoció con Andy y Georg y compraron el taller del padre de Shasel

-Eso es genial-respondí, mas animada

- ¿aún lo amas?-cuestionó Bill, en medio de un murmullo

-No lo se

I still loving youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora