I still loving you

CAPITULO NUEVE

Holaaa ! les dejo capitulo !! espero estrellas y comentarios si les gusto !! :D :D

(BILL)

me di un último vistazo en el espejo, cuestionando si mi pendiente con forma de cruz no era demasiado para mi look de esa noche... ¡joder! Hacia demasiado tiempo que no me sentía tan nervioso, no era la primera vez que salía con un chico en plan romántico, pero Ash era diferente, él me provocaba cosas que no sentía por nadie desde hacía demasiado tiempo atrás.

Suspire, ¿me estaría enamorando? Nos habíamos visto solo un par de ocasiones, aunque los mensajes y las llamadas nunca nos faltaban, aunque no quería pensar en lo que pensaría mi familia si supieran que también sentía cierto afecto por lo penes... Tom lo sabía, él siempre lo sabía todo acerca de mí, todo menos que me había tirado a Leah.

Traté de no pensar en eso, para tomar mi teléfono celular y mis llaves, saliendo de mi habitación, tomando mi chaqueta de cuero de encima del sofá, medio sonriendo cuando mi teléfono comenzó a sonar en mi mano.

-vaya vaya...-comencé, mirando la pantalla y borrando mi sonrisa igual de rápido a como había aparecido, ¿era en serio? ¿Leah? ¿la había invocado con el pensamiento o que mierdas? - ¿Qué demonios quieres?

Escuche como alguien suspiraba, al otro lado de la línea.

-hola...-saludo ella y no me quedo más que poner los ojos en blanco- ¿estas ocupado?

¿Qué si estaba ocupado? Por supuesto.

-para ti siempre estaré ocupado-le gruñí y ella tomó una gran bocanada de aire- ¿Qué quieres?

-yo, solo...-cruce un brazo sobre mi pecho, considerando seriamente terminar la llamada, Leah no hacía más que balbucear-solo quería hablar.

- ¿sobre qué? -teniendo en cuenta que ella se había atrevido a decirle todo lo que habíamos pasado juntos a Tom, así como así no me atraía en lo más mínimo hablar con ella-no tenemos nada de qué hablar.

-lo siento por todo Bill...-ella susurro-lo siento por lo de nuestro bebe-alce ambas cejas, ese tema jamás lo habíamos vuelto a tocar, ambos habíamos hecho como si nunca hubiese existido-no puedo dejar de pensar en la porquería de persona que soy y que mi vida no tiene sentido...-la chica sorbió su nariz con fuerza, por lo que pude darme cuenta que estaba llorando-perdóname por todo, te he hecho tanto daño...

Me senté en el sofá, dejando la chaqueta a mi lado, mis ganas de salir se habían esfumado con esa llamada.

- ¿estas borracha? -cuestione y ella se sorbió la nariz de nueva cuenta-joder...-masculle entre dientes-mira Leah, solo aléjate de nosotros ¿sí?, no hacen falta tus disculpas, solo déjanos en paz-trague saliva-aléjate de Tom, aléjate de mí, aléjate de Jennelle, déjanos ser felices.

-no dejo de pensar en lo miserable que es mi vida...-la chica continúo hablando, como si no me hubiese escuchado-si tan solo me hubiera enfocado en lo importante quizás ahora sería mamá y quizás tu y yo estaríamos juntos.

Fruncí el ceño, sin entender qué demonios pretendía con sus balbuceos. Yo jamás había sentido algo por ella aparte de las ganas de follarmela sobre una cama, nunca me inspiro nada positivo, solamente la culpa me llenaba cada vez que terminábamos de tener sexo, solo podía pensar en mi hermano y en el engaño tan asqueroso del que era víctima.

-no sé qué demonios te tomaste Leah, pero...-gire mi cuello, enfadado y con los remordimientos revolviéndose de manera vertiginosa en mi interior-cálmate y duérmete.

-... ¿vale la pena la vida, Bill? -un sollozo lleno mis oídos, haciéndome sentir incomodo, no era de piedra ante las emociones ajenas- sé que me merezco el trato de la gente y... y me merezco que Tom me halla golpeado y...

-espera, ¿Qué? -la cuestione, frunciendo el ceño- ¿Qué Tom hizo qué?

-me abofeteo, pero eso no importa...-chasque la lengua, Tom no era una persona violenta... ¿la habría golpeado cuando ocurrió lo de la casa de Jennelle? -me siento tan sola Bill, siento que las paredes de mi habitación se cierran a mi alrededor, me gustaría tanto verte una última vez...

Negué con la cabeza, yo no sentía el mas mínimo deseo de verla, no teníamos nada de qué hablar.

-no Leah, no pienso que...

-me voy a suicidar Bill-la chica sorbió su nariz, dejándome helado con sus palabras-solo quería decírselo a alguien.

-no estarás hablando en serio, ¿verdad? -la cuestione, poniéndome de pie-no digas idioteces.

-no son idioteces, mi vida esta arruinada, al rechazarme Tom mando a la jodida mi credibilidad con mi familia, mi padre se siente tan ofendido que ni siquiera me dirige la palabra-la chica comenzó a sollozar-no poder casarme con nadie de la comunidad libanesa porque no soy virgen.

Joder, que estupidez.

-no todo en la vida se reduce a casarse Leah, no seas ridícula por favor-pedí, tomando una profunda bocanada de aire, frotando mis ojos con mis dedos-no hagas tonterías, ¿sí?

-quizás para ti no todo sea el matrimonio, pero para mí si-balbuceo, en medio de sus sollozos-que tengas una buena vida Bill Kaulitz.

Y dicho lo último colgó, dejándome hecho un lio. Traté de llamarla, pero no me contesto, joder, ¿Qué podía hacer? Quizás no estaba hablando en serio, quizás sí, no podría vivir en paz si ella realmente acababa con su vida. Trague saliva y llame a mi hermano, sin pensar demasiado en la hora que era ni en las consecuencias.

- ¿Qué quieres? -cuestiono mi hermano, desde el otro lado de la línea, con la voz cavernosa

-no preguntes, pero necesito que vayas a buscar a Leah-le ordene, sintiendo como me temblaban las rodillas.

- ¿Qué? ¿Qué jodidos te fumaste Bill? ¿para qué podría yo querer ir a buscar a Leah? -cuestiono con un tono de voz escandalizado.

- ¡me llamo para decirme que se iba a suicidar estúpido! ¡tienes que ir a impedirle que haga idioteces! -jadee, exaltado- ¿tienes más dudas, animal?

-pedazo de estúpida...-mascullo Tom- ¿Dónde está?

-supongo que en su casa-mencione, tomando una gran bocanada de aire- ¿vas a ir?

Mi gemelo soltó una palabrota y escuche como una puerta era cerrada.

-si, estoy en camino... me debes una Bill y también me debes una explicación de porqué Leah dijo que ustedes dos follaban cuando ella y yo estábamos juntos.

Escuche la línea muerta, mientras sus palabras hacían eco en mis oídos.