Había pasado media hora y aún no llegaba respuesta, Cathy bajo al comedor de su casa y allí estaban su padre, Hilarie, y su hermano pequeño, dejó un beso en la cabeza de este y luego saludo a los otros dos.

Jeffrey pidió a Cathy que lo ayudara con el almuerzo, ella y Hilarie hicieron una deliciosa ensalada y la acompañaron con carne, todos se sentaron en la mesa a comer. Hablaban de cosas normales, como todos los días lo hacían, Cathy trataba de aprovechar esos momentos con ellos, ya que cuando volviera a clases, se iría de mañana y llegaría de tarde, así que no podrían almorzar juntos en toda la semana.

—¿Todo bien con Nick?— preguntó Jeffrey a su hija, estaban solos en la cocina, lavando los platos.

—Si, ¿por qué?— Cathy mintió y luego pregunto.

Nick le había mandado mensajes toda la mañana, pero ella no había contestado ni uno solo, tal vez era exagerado, pero ella estaba realmente enojada, el chico últimamente solo se dedicaba a salir con sus amigos y a cancelarle todas las salidas a su novia.

—No lo sé, ayer no quisiste atenderlo, y ahora que lo pienso, hace bastantes días que no se ven, y ustedes eran como chicle, todo el día estaban pegados— dijo su padre mientras secaba un plato.

—Está todo bien, el está estudiando y por eso no podemos vernos— mintió de nuevo, y es que Jeffrey era muy sobre protector con ella, y si se enteraba que alguien la hacía sufrir, se armaría un gran lío, así que era mejor mentir.

Dejó un beso en la mejilla de su padre y salió de su casa, hablar de Nick la había puesto triste, necesitaba un poco de aire.

Se dirigió al Starbucks más cercano y compro un café con una dona- comer era lo que mejor le hacía cuando estaba triste- en el camino alguien le toco bocina, giró para ver quién era, y se encontró con Nick, este le hizo una seña de que subiera, Cathy obedeció e ingresó al auto.

—Hey, bebé— saludo su novio dejando un corto beso en sus labios.

—Hola, Nick— contestó ella algo cortante.

—¿Que pasa? Estas rara hace días, ¿hice algo?—preguntó el, algo preocupado.

Cathy suspiró, estos días nunca le había dicho que estaba molesta, pero ahora si iba a hacerlo, su relación siempre se basó en la confianza, desde el primer día, y por lo menos ella quería que siguiera siendo así.

—Nick, ¿enserio no tienes ni una idea de qué me pasa? Hace dos semanas no nos vemos, o solo nos vemos media hora, me cancelas todas las salidas y te vas con tus amigos.— el iba a hablar pero Cathy lo calló para seguir ella.— Sabes que nunca tuve problema en que salieras con ellos, jamás te hice una escena de nada, pero ya te estás pasando, si quieres dejar de verme sólo dilo, así me ahorras el sufrimiento— cruzó sus brazos y miro al frente. Nick se acercó a ella y con una mano en su mentón, hizo que lo mirara.

—Bebé, claro que no quiero dejar de verte, te amo, perdóname, enserio, tienes razón, se que hace varios días vengo cancelando todo y me voy con mis amigos, pero no es porque no te ame, claro que lo hago, perdóname ¿sí?— rogó en su oído, acariciando la mejilla de Cathy con su nariz. El sabía que ella siempre le perdonaría todo.

La joven giró su rostro, mirándolo, claro que iba a perdonarlo, eran novios hacia ya casi dos años y medio, y en ese tiempo jamás habían tenido peleas grandes o algo parecido, es por esa razón que Cathy estaba tan enojada con el, Nick jamás se había comportado así con ella, y le parecía raro, él estaba raro, pero aún así, lo perdonó.

LA HIJA DE JEFFREY |Andrew Lincoln| TERMINADAWhere stories live. Discover now