Siempre Te Encontrare © 2 Libro De La Saga "Un Escoces Enamorado"

CAPITULO 52

CLARA

A veces el ser humano tiene que pasar por situaciones límites, para darse cuenta de lo que en verdad importa ¿Pero porque llegar a ese punto, en donde a veces no hay retorno?

Abrí los ojos y lo que ellos me mostraron me dejó pálida y sin respiración.

Esto no era real, no... Ella no podía estar...

Me acerque a su cuerpo con pesar y apreté su estomago en donde una mancha roja se iba esparciendo mas y mas. Ella me sonrió-todo estará bien Aní. Esto es lo que tenía que pasar, me lo merecía después de tanto daño que le hecho a las personas y a ti.

-¡Ni se te ocurra repetirlo! ¡Vas a vivir me escuchas!

Ella tosió un poco de sangre-al final Alek si estaba equivocado. Cuando vi que esa bala era para ti, corrí con todas mis fuerzas implorando que no te tocara-volvió a toser.

-¡Claro que el no tenía razón! Nat aunque este muy en el fondo de ti, yo se que tienes un corazón enorme.

-¿Nada de romanticismos recuerdas?

-No seas estúpida-la fulmine con la mirada-vas a vivir y vas a empezar de nuevo. Vamos a empezar de nuevo, juntas.

Sus ojos brillaban, su piel se fue tornando blanca y sus labios azulados.

-¡No cierres los ojos! ¡Joder!-las lagrimas corrían libremente por mi cara, como un grifo que fue abierto y no se puede volver a cerrar.

-¿Aní?...

-¿Si?-mi voz salió en un susurro.

-Estuve pensando en el amor de hermanas...

-No digas nada Nat, solo no cierres los ojos...

Ella cerró los ojos y los volvió abrir y luego me sonrió con tristeza- te quiero Anastasia.

Y sus ojos se cerraron y no se volvieron a abrir.

-¡Natasha Kostova! ¡Abre los malditos ojos ahora!-grite a todo pulmón.

Una mano me tomo por la cintura y me estrello contra un pecho duro-shh tranquila-dijo Duncan.

-Ella...ella...-las palabras no me salían, no podía creer que mi hermana estuviera muerta.

-Todo estará bien Clarita-afirmo con seguridad.

El acaricio mi pelo con movimientos rítmicos.

-¿Y Patrick?

-Fue llevado al hospital. El pregunta por ti, debes ir.

Simón se acerco al cuerpo de mi hermana y le tomo el pulso. Luego comenzó a hacerle los primeros auxilios-vamos mariposa, vuelve.

-Yo...no puedo dejarla.

-Clara...

-¡No¡ Era mi hermana joder!

-¡Vamos joder!

De pronto a Simón se le iluminaron los ojos y grito-¡ella tiene pulso! Traigan la maldita camilla, hay que estabilizarla y ponerle oxigeno.

Las cosas sucedieron todo muy rápido. Se llevaron a Natasha en una camilla y Simón fue con ella, prometiéndome que no le iba a sacar los ojos de encima.

-¿Viste que te dije que todo iba a estar bien?

-¿Eres brujo Macleod y yo no me he enterado?

El se rió y negó divertido-no. No lo soy. Ahora larguémonos de este agujero, estoy muriendo de ganas de ver a mi mujer.