CAPITULO 13

8.4K 929 11
                                    

Clara
El deseo y la atracción son narcóticos para nuestro cuerpo. Por eso cuando estamos cerca de ellos dos, los pide a gritos.

La charla con Natasha había salido tal como lo esperaba, como la mierda. Ella se había enterado de cosas, que no debía y ahora exigía una compensación. Mi relación con mi hermana mayor, siempre había sido terrible, ella nunca me había aceptado, ni tampoco a mi madre, a pesar de que ambas habíamos puesto lo mejor de cada una para crear un vinculo con ella.

Natasha siempre se encargaba de decirnos cuantos nos odiaba y cuan miserable hacíamos su vida, por solo existir.

Ella era letal y aunque a veces dudaba de que tuviera un corazón o que su alma todavía podía encontrar la redención, había llegado a la conclusión de que mi hermana había quemado toda oportunidad que tenia y que ya no quedaba esperanza para ella.

Al llegar a mi casa, recibí mensajes de Patrick, dude en responderle, pero al final decidí no responderle, no estaba de ánimos. Quería ponerme algo como, comer helado y lamer mis heridas.

Ahora que ella me había encontrado, los demás no tardarían mucho en hacerlo y no podía permitirlo. No había sacrificado tanto, para terminar muerta.

Estaba sentada mirando Casa blanca, cuando alguien llamo a mi puerta. Abrí irritada de que alguien interrumpiera mi momento de autoflagelación, cuando me quede estática al entender quien estaba detrás de la puerta.

¿Qué hacia el aquí? ¿Cómo había entrado?

Patrick comenzó a hablar de lo preocupado que estaba por como me fui y muchas cosas mas. No se en que momento baje la guardia, pero lo hice y salte sobre el abrazándolo. El me consoló diciendo las cosas que necesitaba oír y eso hizo temblar mi corazón, hace mucho que no dejaba a alguien verme así de vulnerable. Me sentía desnuda e incomoda, el seguía hablando y yo solo no podía omitir sonido, asique lo bese. Al principio el se quedo estático pro la sorpresa, pero luego tomo el control y mentiría si dijera que ese beso no revoluciono mis partes bajas.

Sus manos estaban por todos lados y mi cuerpo estaba ardiendo. Le mordí el labio inferior y el me correspondió con un gruñido muy sexy. Se levanto conmigo en brazos y mis piernas automáticamente rodearon sus caderas. Sentí la fría pared, cuando mi espalda choco contra ella. El freno el beso y puso su frente contra la mía, los dos estábamos jadeando en busca de aire.

- ¿Estas segura?-pregunto cautelosamente

Que me preguntara antes de que pasara algo hizo que me derritiera. Solo pude asentir y el volvió a saquear mi boca, pero esta vez deleitándose con ella. Tome su pelo con mis manos y tire del, el gruño y empezó a deshacerse de la ropa.

Primero fue mi piyama y luego su remera y pantalón. No recuero como terminamos en la cama, en lo único que podía pensar era en sus manos por mi cuerpo. Nos besamos con ferocidad, encajábamos como si hubiéramos estados hechos el uno para el otro.

Éramos dos cuerpos batallando por encontrarse, buscando una liberación para esa tensión que había explotado en nuestras caras y no la habíamos podido manejar mas tiempo.

-Patrick...-gemí

-Juntos cariño, vamos...

Nuestros cuerpos estaban pegajosos por el sudor y nuestras respiraciones entrecortadas. Llegamos juntos a ese estado de éxtasis y liberación.

El se mantuvo sobre mí aguantando su peso con los brazos y con su cara escondida en mi cuello. Por primera vez me sentí segura y en paz, eso me gusto y me asusto a la vez. Tenia que mantener mi corazón a salvo, no podía enamorarme de Patrick, por que la caída iba a ser muy dura, si las cosas no salían bien.

Cuando salí de la cárcel, solo pensé en llegar rápido a casa y hacer las maletas lo más rápido posible. Pero el me había ido a buscar y mi plan se había ido al traste. De solo pensar en no volver a verlo, algo en mi pecho se oprimió y mas cuando me pregunto si todo estaba bien, no pude contenerme y lo bese.

El se había dormido y se veía adorable en mi cama. Lastima que esta había sido nuestra primera y ultima vez, una despedida de algo que nunca empezó y por lo tanto no tenía final. Le acaricie el cabello, con miedo a que despertara y una lagrima cayo por mi mejilla. ¡Diablos! yo nunca lloraba y ahora estaba hecha una llorona monumental.

De algo estaba segura el, junto a mis padres serian las tres únicas personas que yo extrañaría, los demás no existían para mi. No iba hacer lo que me había pedido Natasha, ese ya no era mi mundo y esa ya no era yo. El enojo calentó mi sangre, si no me iba ellos me iban a encontrar, para obligarme a volver.

Me levante con cuidado de la cama, para no despertarlo y fui a la ducha. Salí agarre mis maletas y le deje una nota a Patrick, al único hombre al cual había dejado verme vulnerable. Las lagrimas caían por mis mejillas sin cesar las limpie de una manotazo y tirándole un beso a Patrick y me fui.

Siempre Te Encontrare © 2 Libro De La Saga "Un Escoces Enamorado"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora