Siempre Te Encontrare © 2 Libro De La Saga "Un Escoces Enamorado"

CAPITULO 11

Clara
El pasado es como nuestra sombra, que nos sigue día y noche. No podemos volver en el tiempo y cambiarlo. Solo tenemos que aprender a vivir con el.

Estaba al frente de la cárcel, debatiéndome si entrar o no. No tenia idea de cómo me había encontrado, pero ahora que lo sabia debía prepararme para lo peor. Me había prometido salir de esa vida y todo lo relacionado con ella, pero pareciera ser que el pasado estaba empecinado conmigo, ya que volvía a arrojarme mierda, después de tantos años.

Yo no era como ellos, no era fría y si tenia corazón. Puede que en algún momento de mi vida lo apagara, pero solo fue por mera supervivencia, cuando naces donde naci yo y en la familia que me toco, debes aprender a cuidarte, por que nadie mas lo hará por ti.

Ahora ella me había mandado a llamar y si ya habían localizado mi teléfono, era cuestión de tiempo para que los demás me encontraran.

Estaba en serios problemas. Debía tratar de solucionarlo con discreción y sin hacer mucho ruido, para no alertar a mis depredadores.

Entraría a ver que diablos quería y luego me iría lejos de esta ciudad. El policía me miro con una sonrisa maliciosa y me pidió mi identificación, para luego revisarme. Lo fulmine con la mirada cuando toco de mas y el me sonrió haciéndose el inocente.

-¿A quien viene a ver?-pregunto otro policía que tenia sobrepeso y transpiraba como si hubiese estado corriendo una maratón.

- A la señorita kostova.

El policía asintió y tecleo en su computadora. El tiempo parecía pasar muy lento y cada vez estaba más nerviosa.

¿Para que me habría mandado a llamar?

¿Cómo había descubierto mi paradero?

¿Con quien estaría aliada?

-Bien esta todo listo ¿Sabe el procedimiento?

Asentí y el le dijo al otro hombre uniformado que me acompañe a la sala de teléfonos.

-Acompáñame señorita.

Lo seguí por el pasillo y mire con nerviosismo a todas las personas que estaban esperando para hablar con alguien. Las prisiones tenían un aura oscura, llena de tristeza e ira.

Algunos lloraban, otros hablaban como si un vidrio no se interpusiera entre ellos. La verdad venir a este lugar me daba escalofríos, los peores criminales se encontraban aquí.

-¿Señorita se encuentra bien?-me pregunto el policía numero tres, el que me había acompañado.

-¿Qué?-pregunte desconcertada.

-¿Si se encuentra bien? Está un poco pálida- me dijo preocupado.

- Si, estoy bien, no se preocupe.

El me dio esas miradas que te dicen "no te creo nada" y asintió- siéntese aquí, enseguida traerán a la reclusa.

Me senté en la silla de plástico e hice una mueca de lo incomoda que era. La verdad no le podía ver nada positivo a este lugar, me traía malos recuerdos.

Era irónico pensar que cuanto más uno quiere huir de su pasado, más rápido lo encuentra. Es como si él destino no quisiera que yo, hiciera borrón y cuenta nueva.

Quería castigarme por mis pecados y no podía evitar sentir las ganas de pararme y correr.

No había servido de nada, darme por muerta, mudarme de ciudad, cambiarme el nombre y el celular. Siempre ellos encontraban la forma de dar con mi paradero.

Un ruido capto mi atención y cuando levante la cabeza, la vi. Ni aún vestida toda de naranja, perdía el glamor. Su pelo rojo estaba suelto y ella jugaba constantemente con el, mientras le hacia ojitos a su acompañante.

Ella venia coqueteando con el guardia que la acompañaba. Se dio vuelta, como si sintiese mi presencia y me sonrió con malicia, haciendo que sus ojos gatunos de achinaran en el proceso.

Se sentó con elegancia en la silla y tirándole un último guiño al guardia, tomo el teléfono de la pared. Agarre el mío a la par y me lo coloque con cierto temor en el oído.

-¡Pero miren quien se digno a visitarme! Hola hermanita.-hablo con una sonrisa que anunciaba de todo menos cosas buenas.

Respire hondo y me dije que ya no éramos una niñas y ella ya no podía intimidarme o humillarme- Natasha...

¿se acuerdan de Natasha? ¿que opinan? .... ¿ que piensan que ira a pasar?.