CAPITULO 2

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Patrick

Me dolía muchísimo la cabeza, como si alguien se hubiese desquitado golpeándome con un martillo. Cuando abrí los ojos una luz me cegó y me los tape con las manos ¿Que carajos me había pasado anoche?

Lentamente me reincorpore y mire a mí alrededor. Esta no era mi habitación, ni tampoco mi cama ¿Dónde mierda estaba?

La puerta se abría revelando a una pelirroja sexy con una bandeja en las manos. El olor a café recién hecho invadió mis fosas nasales y agradecí en silencio. ¡Cuanto necesitaba una taza!

-¡Al fin te despiertas bello durmiente!-canturreo la pelirroja.

Esperen un segundo ¿quien era ella? Y ¿me acaba de llamar bello durmiente?

-¿Donde estoy? Y ¿quien eres tu?-Mi voz sonó brusca e imperativa, por mas de que estaba como un camión, no tenia tiempo para jueguitos.

Sus ojos se abrieron y brillaron con algo que no supe deducir. Su ceño se arrugo y señalándome con el dedo me dijo muy enojada- lo que me faltaba, para empezar el día ¡a un gruñón!, no podrías haber empezado con un segundo gracias por salvarme de que me asalten anoche y curarme. Ella seguía hablando adoptando distintos tonos de voz burlándose de mi persona, cuando la frene tomándola del brazo, esta mujer hablaba mucho.

-Espera un momento ¿que tú me salvaste de que?

Tuve que evitar reírme, ella era tan pequeña y menuda que se me hacia difícil imaginármela en papel de heroína.

Dejo la bandeja en la mesita de café y se me acerco apuntándome con el dedo- ¡pero si solo a mi pasa! quien me manda a salvar a un hombre en la noche.

Ella me llegaba a la barbilla y olía a vainilla y fresas. Unas ganas inevitables de besarla y hacerla mía me invadieron, pero me contuve ¡por dios ni si quiera la conocía!

- Disculpe muchacha, pero ¿como llegue aquí?- demande.

Ella soltó un suspiro de exasperación y me miró fijamente como si supiera todos mis secretos, me sentí desnudo ante su mirada inquisidora, debo decir que fue algo inquietante.

-¿No lo recuerdas verdad? ¿Tan duró te dio ese cobarde?-dijo enojada.

Negué con la cabeza y ella suspiro - anoche cuando salí de trabajar te encontré tirado en el piso golpeado, junto a un hombre que intentaba robarte, así que te salve y como no despertabas te traje a mi humilde morada a curarte y esperar que despiertes, fin del cuento.

-¿Tu me trajiste?

-Digamos que tuve que pedir algo de ayuda, no fue fácil levantar un hombre como tu, subirlo a mi auto y de ahí a mi departamento ¡con lo que odio pedir favores!

Sentía que la cabeza me iba a explotar, cuando los recuerdos de esa noche vinieron a mis todos juntos dejándome aturdido y ahí fue cuando la recordé.

Atónito le dije - ¡tu eras la mujer armada!

-Así es James bond-canturreo.

Hice una mueca-no me llames así, no deberías haberte metido, podrías haberte lastimado, yo lo tenia controlado.

Ella se río y me miro con sus ojos centellantes- si claro, lo tenías controlado. Ahora si eres tan amable tomate tu desayuno y la pastilla para el dolor .Luego puedes irte, hay que gente que tiene que trabajar hoy.

Diciendo esto se dio media vuelta y salió por la puerta, dejándome solo y confuso en la habitación. ¡No lo podía creer! ¡Una mujer me había salvado! ¡Increíble!.

Tome la pastilla y mi café y agarre mi saco, para largarme. Hoy tenía un día apretado e iba a ser un día largo.

Pero cuando salí de la habitación, ella ya no estaba y en su lugar me había dejado una nota.

James bond

Tardabas demasiado y tenia que trabajar. Cierra la puerta bien antes de irte y la próxima que lo tengas todo controlado, mira quien va detrás de ti puede que no me tengas cerca para salvarte de vuelta.

Tu heroína.

Agarre el papel y rodé los ojos ¡que mujer exasperante! .Solo a mi me pasaban estas cosas, tome mi abrigo y salí, yo también tenia trabajo esperándome.

Acá va el segundo capítulo, edpeo que les vaya gustando la historia. No se olviden de votar y comentar un beso!

Siempre Te Encontrare © 2 Libro De La Saga "Un Escoces Enamorado"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora