Siempre Te Encontrare © 2 Libro De La Saga "Un Escoces Enamorado"

CAPITULO 37

Clara

Su cara de pánico me dejo confundida unos segundos. Hasta que sentí una presencia atrás de mi cuerpo y me gire justo en el momento que uno de los hombres se tiraba encima de mí con un cuchillo.

Medite mis opciones rápido. No podía sacarle el cuchillo por que ya estaba sobre mi, pero si podía desviarlo para evitar el mayor daño posible.

Comenzamos a forcejear cuando quiso acuchillarme el estomago. Lo frene a tiempo, pero eso no evito que nos hiciéramos cortes entre nosotros, era muy filoso y el solo roce ya nos abría una herida.

Esta situación ya me estaba cansando, así que saque como pude uno de mis cuchillos, ya que mi arma me la habían arrebatado apenas pise el galpón "por precaución".

Y se lo clave justo en la yugular. El hombre se llevo las manos a la garganta tratando de parar la hemorragia, pero ya era tarde.

Toda la valentía se esfumo de sus ojos y solo pude distinguir miedo. Miedo a la muerte y a la derrota.

No sentía culpa, el no era alguien inocente. Pero no podía evitar que sea otra mancha negra en mi alma.

Uno se preguntara y ¿como se pierde el alma? Yo siempre respondo, se pierde matando. Por que nuestras almas lo que representan es nuestra humanidad y cada muerte era una mancha mas que la oscurecía.

No elegí volverme una asesina y tampoco elegí esta vida, pero es la que me toco y tuve que aprender a convivir con mis demonios y pesadillas que me acosaban noche a noche.

-Clara-susurro Patrick a mis espaldas.

No me había dado cuenta que me quede mirando el cuerpo sin vida, quieta y en silencio. Como si estuviese en una especie de shock.

Me gire y lo vi a los ojos, esperando ver lo que la mayoría veía cuando descubrían a Anastasia.

Pero no, el volvió a sorprenderme. En su mirada había miedo y angustia, no repulsión y decepción, aunque si se encontraba algo pálido.

El tomo mi cara entre sus manos-¿estas bien súper Woman?

Le sonreí-ahora que estoy contigo, si.

El me devolvió la sonrisa, hasta que su cara volvió a ser la de pánico total.

-¡Por Dios Clara! ¡Estas herida!-chillo.

Lo mire confundida, hasta que seguí su mirada hacia mi pierna y vi como mi pierna chorreaba sangre.

¡Mierda!

Cuando comencé a entrenarme para defender a mi familia, la pase muy mal. Los entrenamientos eran duros y me dejaban muy magullada y dolorida.

Pero lo que mas sorprendió a mis entrenadores fue que cuando llegaba a cierto nivel de adrenalina en sangre, ya no sentía dolor, ya no sentía absolutamente nada.

Me convertía en una maquina asesina sin emociones.

Hoy me había pasado eso, como hace mucho que no tenia un enfrentamiento, mi dosis de adrenalina había sido la suficiente para que no me de cuenta del dolor en la pierna, que cuando bajara el subidón, iba a empezar a dolerme.

-Estoy bien, no duele-le dije tranquilizándolo. Patrick estaba muy pálido y asustado. Era entendible, el no pertenecía a este mundo y eso estaba empezando a hacer que me replanteara bastantes cosas.

Agarre el dobladillo de mi remera para sacármela y ponérmela en la pierna y así detener la hemorragia.

-¿Pero que mierdas haces?-volvió a chillar.

-¡Por Dios James Bond! ¡Deja de chillar que no estoy sorda! Solo quiero detener la hemorragia.

El se quedo mudo un rato y luego se saco su remera, dándome una buena visión de sus increíbles abdominales.

La boca se me seco y quise pasar mis dedos por ellas, como la última vez.

-Toma-me entrego la remera, sacándome de mis cavilaciones pervertidas.

-Gracias.

Tome su remera y la pase alrededor de mi pierna, para luego hacer un nudo con fuerza y la presión necesaria para detener la hemorragia y no desangrarme. Hice una mueca al apretar el nudo, luego debería revisar la herida y ver si no necesitaría puntos.

-¿Y Megan?-pregunte acordándome de repente.

-Ella esta a salvo. No me preguntes como, ni porque por que no tengo idea-se encogió de hombros.

Salimos del galpón y me sorprendió ver a Simón también aquí. Duncan me pregunto como estaba a través de una seña y le respondí que bien.

Simón al verme se acerco con una sonrisa, que se esfumo rápido al verme cojeando y ensangrentada. Patrick apretó su agarre en mi cintura y gruño al ver como Simón se acercaba.

-¿Estas bien?-pregunto con dulzura Simón.

-Ella esta bien-respondió seco Patrick antes de que pudiera emitir una sola palabra.

Simón frunció el ceño-ella puede contestarme, no necesita secretaria primo.

Patrick gruño y cuando vi que se estaba por armar una grande lo frene-estoy bien, solo necesito curar mis heridas y saber como demonios nos encontraron y sobre todo como es que tu -lo señale- tienes tan buena puntería.

Simón sonrió -tengo muchos talentos ocultos preciosa.

Y así todo se fue a la mierda. Patrick se tiro encima de Simón y los golpes no tardaron en llegar.