CAPITULO 24

7.8K 859 18
                                    


Clara
"Honestidad es una palabra tan solitaria, todos son tan falsos. Honestidad es casi nunca escuchada y es sobre todo lo que necesito de ti"

Listo, lo había contado todo a Patrick. Limpie las lágrimas derramadas, de un manotazo y suspire resignada. Ahora que el, sabia toda la verdad, acerca de mi identidad, estaba segura que huiría. Mi padre había sido claro una vez con eso, la gente común y corriente jamás entenderá este mundo cruel y cuando se enteren de quien eres, solo te señalaran con el dedo y huirán de ti.

No te verán como una persona que cometió errores, te verán como una asesina y esa será tu cruz en esta vida.

Me sorprendía ver que Duncan había encontrado el amor lejos de mi hermana y que estuviese casado y con hijos. El tenía un pasado, casi igual de turbio que el mío y su mujer lo seguía mirando con adoración, a pesar de todo. Eso me daba un poco de esperanza al respecto ¿Patrick entendería como ella lo entendió?

Hablando de eso ¿que le pasa a Patrick con ella? Es como si lo pusiera incomodo o tenso y quisiera alejarse corriendo. No quería mirarlo, me daba vergüenza, después de todo lo dicho. Me sentía desnuda, sin secretos y al no estar acostumbrada a sincerarme con las personas, me sentía incomoda.

Sentí una mano en mi hombro y al levantar la cabeza me encontré con Mushka. Abrí los ojos como platos, sorprendida, al no ver rechazo en sus ojos, sino todo lo contrario, compresión.

-A pesar de que no estoy de acuerdo con muchas cosas de ese estilo de vida, se que uno por su familia o por los seres que quiere hace hasta lo imposible-sonrió-¡no me mires así mujer! que si hubiera visto en ti, algo que me dijera que eres peligrosa para mi familia, no seguirías sentada en mi sofá.

¡No lo podía creer! Ella me estaba dando su aceptación, a cambio de nada.

-Ana...Clara, te juro que te creí muerta, perdón por no buscarte. Siempre fuiste como una hermanita para mi-Duncan se había acercado y me tiro contra su pecho, envolviéndome en un súper abrazo.

Mis ojos picaron de la emoción, ya nada quedaba de mi familia y el era lo más parecida a una que podría alguna vez tener. Alguien se aclaro la garganta detrás nuestro-¿Puedes soltarla?-gruño.

Duncan se dio vuelta, perplejo y lo miro con incertidumbre- y ¿por que debería soltarla?

-Cariño ¡por dios!- le reprocho su mujer.

Patrick lo miro con algo que no supe dilucidar y por la postura de ataque de su cuerpo, me dijo que algo grande había pasado entre ellos dos.

-Por que ella- me señalo- es mi novia.

Duncan ni se inmuto-¿ah si? Y ¿si es tu novia, por que no le diste tu apoyo para contar su verdad?

-¡Oh maldición!-dijo Mushka- Basta Duncan déjalos, cada uno sabe el por que de las cosas entre ellos, no hace falta nuestra intromisión. Déjemelos a solas, así hablan tranquilos. No es fácil para ellos, tener un momento contigo mirándolo como un perro rabioso.

A el se le suavizo la mirada al verla y asintió, para luego mirarme-¿Es verdad que es tu novio?-me interrogo.

-Si, es verdad- dije lo mas segura que pude.

-Bien, los dejare hablar- tomo la mano de su mujer y antes de cruzar el pasillo volteo a verme-¿hay algo mas que deba saber?

No sabía si estaba en lo correcto en decirselo, pero ahora que estábamos en su casa, era mi deber. Tenia que aprender a hacer las cosas bien y dejar de arrastrar a la gente en mis problemas.

-Si, hay algo más. Pero si no te molesta, prefiero que lo hablemos después-dije agotada mentalmente, por todo el estrés que había pasado relatando mi historia y por la incertidumbre de lo que pasaría.

-Bien- dijo y se fue, dejándonos solos. No había cambiado mucho, seguía siendo el chico duro, parco y de pocas palabras. Pero lo que si me asombro fue la ferocidad y el amor con el que miraba a su mujer. Sobre todo como le brillaban los ojos, al escucharla hablar.

A veces soñaba con tener eso para mi, alguien que me quiera con fiereza y me acepte con mi pasado y todos mis demonios. Pero soñar es soñar y esta es la vida real, en donde confiar es un lujo y el amor un tesoro escondido de la realidad.

Me di vuelta tomando aire y esperando ver en sus ojos, decepción y asco. Pero no me encontré con eso, sino con todo lo contario. Con asombro y sorpresa-¿Entonces eres la hermana de Natasha?

¿El también la conocía? Estaba en el horno, seguro que ahora siempre me compararía con ella.

-Si-conteste secamente y mire el suelo.

-Hey-tomo mi barbilla y me levanto la cara, para así mirarlo- solo pregunto, por que me gustaría, que estés bien lejos de esa mujer, esta loca- puso una mueca, que me hizo sonreír.

El impulso pudo mas que yo y salte para abrazarlo, ya que el es muy alto. Escondí mi cara en su cuello y respire su perfume, que de cierta forma lograba tranquilizarme.

-Perdón, por no contártelo antes, yo... pensé que ibas a salir huyendo y no quería que eso pasara, por que... Yo...

Y me callo, besándome. Me agarre de su cuello y enrosque mis piernas en su cintura, si alguien pasaba por el living, iba a encontrase con una escena incomoda, pero la verdad no me importaba el resto del mundo en este momento.

El estaba conmigo, no corriendo hacia el otro extremo del mundo y eso me bastaba.

Siempre Te Encontrare © 2 Libro De La Saga "Un Escoces Enamorado"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora