24: Drake y Lena (Prt. 3)

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Drake

Estaba anocheciendo, y estaba fuera del granero, echado sobre el pasto, pensativo y feliz a pesar de todas las cosa sucedidas hoy, pero la única cosa que no me sacaba de la cabeza, era a Lena, ella, provocó algo muy fuerte en mí, tanto que estaba casi obsesionado con ello, solo... que me daba miedo proceder con ello, estaba completamente nervioso, nunca había puesto a pensar, en que haría en caso de que me gustara alguien, y como Chloe nunca había tenido novio, y mamá no había regresado, no tenía a quien pedir consejo, incluso preferiría preguntarle al tío Louis, que siempre me decía algunas cosas sobre mujeres, cuando mamá no estaba presente, pero teniendo en cuenta que él jamás lograba una relación más allá de los cinco meses, no era muy confiable.

— ¿Y... que pasó? —Preguntó Chloe al sentarse a mí lado.

-¿Qué pasó con qué?

-Ya sabes –dijo dándome un suave codazo-, el momento candente, la intensidad....

No contesté.

-¿Hicieron el amor o qué? –exclamó.

-¡No! -Contesté avergonzado-, eres mi hermana menor, ¿por qué quieres saber?

-Porque soy demasiado curiosa, además, quiero saber que se tiene que hacer, porque la verdad, me gusta un compañero de clase.

-¿Eso que tiene que ver con esto?

-Qué los chicos de preparatoria son lujuriosos, y si me pide en algún momento que, ya sabes, quiero estar preparada.

-Dime que estas bromeando –contesté.

-¡Por supuesto que estoy bromeando! –Comentó riéndose-, simplemente quería saber si tenías las agallas.

Eso me enfureció.

-¡Chloe! –Gruñí, mostrándole los dientes-. Eso es demasiado cruel.

-De acuerdo, perdón, no te enojes. Vaya, en estas tres semanas, has cambiado bastante. Ya no eres el mismo hermano al que podía fastidiar sin que se enojara.

-Pues acostúmbrate, ya no me gustan tus burlas -comenté.

-Esa dragona en verdad te está haciendo mal, te está volviendo serio y aburrido. Quiero a mi hermano infantil y lindo, devuélvemelo.

Ella saltó sobre mi espalda, comenzando a darme ligeros golpes, sabía lo que estaba haciendo, quería jugar conmigo y usaba esa ira falsa para hacerlo, a ella como le gustaba que le diera paseos sobre mi espalda, desde que tenía nueve años, así como le encantaba que la arrojara al lago, alzándola por el aire.

Me siguió dando golpes, mientras yo trataba de quitármela de encima, entonces, recordé que mi cola tenía la fuerza como para levantar a una persona, la tomé de la cintura, dejándola en el suelo, y haría lo que a ella más le desagradaba. Usando mi pata, mantuve a Chloe a raya en el suelo, solo, para juntar un poco de saliva dentro de mi boca, para luego dejarla salir, como un pequeño chorro que descendía lentamente hacía Chloe.

-¡No, Drake! –Dijo alterada-, ¡eso es asqueroso! ¡No...! –gritó.

La enorme gota de saliva, le cayó en el rostro, mojándole el cabello. Retiré mi pata, carcajeando muy fuerte por lo gracioso que fue.

-¡Qué asco! –gritó ella, al limpiarse el rostro.

-¡No, es gracioso! –carcajeé.

-¡Eres el peor!

-Dijiste que querías a tú hermano inmaduro, te lo estoy devolviendo –dije entre risas.

-Necesito jabón, debo lavarme el cabello, ¡pero antes te voy a acabar! –gritó tomando la manguera y abriéndola, a esta hora, el agua estaba helada, y a mí, no me gustaba el agua fría, para nada.

Drake: El secreto de Carrie Washington (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora