17: Problemas inician

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Carrie

Bajé tan rápido, que termine cayendo y deslizándome colina abajo, mi ropa y cabello quedaron cubiertos de lodo aunque eso no me importaba más que mi hijo. Drake estaba sin moverse, respiraba pero nada más, no se quejaba, no hablaba, estaba inconsciente; me levanté del suelo para correr hasta su lado, tenía varios cortes en el cuerpo y un gran trozo de una rama incrustada sobre el hombro.

— ¡Drake, despierta! ¡Por favor despierta! —dije alterada, al moverlo para que despertara.

Drake comenzó a quejarse y a mover la cabeza, estaba despertando.

— ¡No te muevas! ¡Vamos a llevarte a casa!

—Mamá, me duele todo —murmuró.

—Sí, no te muevas vamos a sacarte.

— ¡Drake! —exclamaron Alice y Chloe al mismo tiempo.

—Max, Louis y Dylan bajaron la colina, con mucho más cuidado que nosotras, ellos apenas y se habían manchado los zapatos de lodo.

—Ayúdenla —dijo Drake.

— ¿A quién? —preguntó Chloe.

—Ayúdenla a ella —Contestó Drake posando su mirada en el dragón negro.

Al verla más detalladamente y en esa posición me di cuenta de que era hembra, su cuerpo tenía la misma complexión que la madre de Drake. Otra dragón, y peor aún, este era una hembra, nunca había temido la aparición de otro dragón que no fuese Elios, pero una hembra era una catástrofe, aún más si él estaba en la pubertad.

—No, se quedará aquí, te hizo esto y no merece nuestra ayuda —contesté.

Drake, al escuchar esto, intentó ponerse de pie a pesar de los múltiples cortes que tenía en el cuerpo, se quejó mucho pero logró mantenerse en pie y caminar hasta la dragona, entonces él deslizó su cabeza por debajo de su cuerpo, subiéndola a su espalda mientras seguía inconsciente.

— ¿Drake que haces? —pregunté.

—La llevaré cargando hasta el granero o hasta donde pueda.

—No hagas eso, solo vas a lastimarte más, tienes muchos cortes.

—Sí, lo sé, pero si la dejamos aquí estaría desprotegida contra la lluvia.

— ¿Lluvia? —Dijo Max—. ¿Cuál lluvia?

Sentí unas cuantas gotas de agua cayéndome en el rostro, entonces al alzar la mirada observé las nubes ligeramente grises que estaban sobre nosotros; Drake comenzó a caminar con aquella dragona sobre su espalda, lo que no me gustaba ya que la llevaría directo hasta nuestra casa y aún más porque recordé que Elios había dicho que él era líder de un grupo, y si ella pertenecía a ese grupo y regresa con ellos, Elios vendría por Drake entonces nunca lo volvería a ver.

Max, Louis y Dylan se nos adelantaron, Max prepararía todo lo que usaría para suturar todos los cortes que Drake tenía en el cuerpo, al ver cómo se iba desangrando en el camino de regreso era algo insoportable, ya había visto una vez cómo se desangraba y esta vez era mucho peor, gota tras gota vi caer en el suelo del bosque, siendo arrastradas por la lluvia que cada vez era más fuerte.

Después de casi quince minutos de caminar con Chloe y Alice al lado de Drake, llegamos al granero, Drake entró y dejó a la dragona en a la entrada con sumo cuidado, él caminó más hacía el fondo del ranero y se dejó caer rendido al suelo sin poder hacer nada más; me apresuré a arrodillarme al suelo junto a él y a abrazarlo del cuello, antes de ponerme a llorar por verlo tan lastimado, se me partió el alma en ese momento en que mi hijo podría morir desangrado si Max no actuaba con rapidez.

— ¡Max, pon a Drake a dormir antes de que hagas algo! —chillé mientras el revisaba a la dragona—. ¡No la ayudes, ella lastimó a Drake!

— ¡Esto es increíble! —Contestó—, ella no sufrió más que un corte en la pata derecha y un costado.

—Yo la cubrí de los golpes, no quería que se hiciera daño por mi culpa —comentó Drake.

—Tienes u buen corazón pero fue un muy mal momento para ayudar a alguien —dije—. Max déjala y ayuda a Drake y mientras tanto... Louis, ponle a ella el bozal y encadénala, no quiero que despierte y ataque a Drake de nuevo.

Volví la mirada hacía él, estaba parpadeando y eso significaba que la sangre que había perdido era demasiada e iba a perder la consciencia, entonces Max, empezó a ayudarle al retirar el trozo de madera del hombro después de aplicarle una inyección de anestesia, yo tuve que salir del granero y entrar a la casa hasta que terminara. Me dejé caer en el sofá totalmente desesperada por que de nuevo la vida de Drake se encontraba en peligro y yo por tercera vez no podía hacer nada más que esperar a que Max le salvara la vida, Chloe y Alice se sentaron a mí lado, Chloe se veía demasiado afectada por su hermano, él la había salvado de esa dragona, incluso se pudo a llorar lo que era raro en ella, así que hice mi función... ser su madre y consolarla.

Me desperté, en mi habitación, tenía ropa diferente de la que llevaba, mi cabello estaba seco y al parecer la lluvia se había detenido pero ahora el cielo fuera de mi ventana era de color negro. Al ponerme de pie y ponerme un pantalón y un par de zapatos, me dirigí hacía el granero; Alice y Chloe estaban dormidas en la sala, con ropa seca y limpia, Dylan estaba sentado en la cocina con un vaso de agua en la mano, me miró directamente por un segundo antes de tomar un sorbo mientras que yo me iba a toda prisa al granero; la luz estaba encendida, Louis estaba sentado a fuera del granero, dormido con su rifle en las manos. Al entrar, encontré a la dragona aun inconsciente solo que ahora se encontraba encadenada y con el bozal en la boca; Max estaba al lado de Drake, que apenas seguía despierto y con montones de parches de gasa adheridos a su cuerpo con cinta de tela, así como vendas alrededor de su cuello.

—Carrie, despertaste. Drake ya está bien de momento, pero perdió mucha sangre y estará algo mareado y somnoliento durante un tiempo.

—Gracias Max, no sabes cuánto te debo —contesté dándole un abrazo, seguido por un beso en la mejilla.

—Si, después de todo es mi sobrino.

Me guiñó el ojo antes de salir del granero.

—Mamá... —dijo Drake.

Me senté al lado de su cabeza, el me observaba con sus hermosos ojos de jade, que estaban casi cerrados por la el sueño que tenía y lo débil que estaba.

—Descuida Drake, mamá está aquí —dije acariciando su cabeza.

—Todo me duele.

—Sí, esa caída fue muy fuerte, te golpeaste demasiado y estas lleno de cortes.

— ¿Ella está bien? —preguntó posando su mirada en la dragona.

La ira que sentía por Dylan pasó a ser dirigida hacía la dragona por haber herido a mi hijo.

—Desafortunadamente así es.

—Lástima que le hice daño, es hermosa a pesar de tener mal genio. Aunque tenía razón en una cosa, soy muy sumiso.

— ¿De qué hablas?

—Antes de que la embistiera, charlé con ella cuando paré de correr, aunque hablar con ella me dejó muy confundido.

—No sé qué te pudo haber dicho, pero seguro lo hacía para molestarte.

—No, ella me dijo algo sobre mi raza ¿Qué habré querido decir?

—Si tuviera una idea te lo diría, solo... no pienses en eso, ahora solo debes pensar en sanar y en que voy a tener que compensarte este cumpleaños, porque... no esperaba nada de esto.

—Lamento haber tirado ese pastel, debió haber costado mucho.

—Solo seis mil dólares, pero el costo no me importa.

—Mamá... creo que voy a...

Drake se desmayó un segundo después, no aguantó el estar despierto mucho más. Verlo allí en esa posición, y con las vendas me hizo volver quince años atrás, cuando él tenía cinco años y todavía no aprendía a hablar y cuando aún seguía alimentándolo con un biberón.


Drake: El secreto de Carrie Washington (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora