Capítulo 40

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Lentamente Anakin despertaba del trance en que se encontraba, tenía un dolor insoportable en su cabeza debido al gran golpe que se llevó, mientras que parte de su costado derecho se encontraba moreteado. Después de frotarse un par de veces sus ojos fijó su mirada en el lugar en donde ahora se encontraba, y no, no era en aquel pantano donde tuvo el encuentro con un enorme gusano de piel blanca, ahora estaba en una pequeña cueva donde frente a él había un pequeño fogón mientras que al mismo tiempo se podía escuchar la lluvia caer sobre el lugar.

Desconcertado y aún mareado por el impacto, Skywalker se levantó tambaleante provocando que se diera un nuevo golpe en su nuca, entre regañadientes se maldecía a sí mismo sosteniendo fuerte su cabeza, sin embargo una pequeña y peculiar sombra lo dejó paralizado.

-Mmh joven Skywalker... maldecir, bien no está...

-Yoda...-susurró atónito.-

El pequeño jedi de apariencia verde sonrió de lado al escuchar su nombre, sin embargo siguió su camino hasta la caldera que se encontraba sobre el fogón, meneando con un cucharon un par de veces el caldillo que preparaba mientras que Anakin aún impresionado por volverlo a ver no sabía ni cómo dirigirle la palabra, tenía muchas cosas que decirle, explicarle, ¿Pero cómo? ¿Sería capaz Yoda de perdonarlo después de todo lo que cometió? No, definitivamente un jedi jamás perdonaría a un sith, por lo que calló en un ahogo desgarrador hundido en pena y dolor. Yoda después de colocar el caldillo sobre un plato, se dirigió a Skywalker entregándole la comida, Anakin no entendía nada de lo que sucedía pues esperaba cualquier reacción del maestro jedi que "comer".

-Comer debes, fuerza necesitaras...

-¿Qué...?

-Por poco asesinado eres, comer debes pues muy débil estás...

-Usted... ¿Usted me salvó? –preguntó Skywalker confundido.-

El pequeño jedi ignoró su pregunta para después colocar su vista sobre el caldero, Anakin seguía confundido y no solamente por la reacción del jedi, sino porque además, no sabía ni en donde se encontraba ubicado.

-Gracias...-susurró al cabo de unos segundos.-

-Al lado luminoso, vuelto has...

-Lo necesitamos, maestro.

-¿A mí? De alguien tan viejo, que necesitar podrían...

-Solo usted nos puede ayudar a enfrentar al imperio... ¡Usted es tan poderoso! Que nadie podría derrotar a Sidious...-pronunció con repugnancia el nombre de Sidious.-

-¿Y tú? ¿A ti quien te derrotó?

Anakin bajo la mirada al escuchar eso, la pena lo invadió nuevamente, sabía perfectamente que si Yoda no aceptaría en ayudarlo todo eso era por su propia culpa, después de todo quien podría ayudar a un detestable sith. Yoda quien seguía apoyado en su viejo bastón de madera, caminó al fondo de su ciénaga hasta llegar a una pequeña camilla donde lentamente y con algo de dificultad se recostó sobre ella; Skywalker quien observaba detalladamente cada movimiento del maestro jedi, le siguió el paso para después arrodillarse a un lado de él, veía a Yoda muy cansado y débil, sentía a través de la fuerza que su antiguo maestro cada vez más iba dejando ese mundo terrenal.

-¡No nos puede hacer esto, maestro! –alegó desesperado Anakin.- Sin su ayuda, nadie podrá contra el imperio...

-Joven Skywalker, mmh...paciencia...-susurró despacio.- Aún de la paciencia, carece...

-¡¿Pero eso en que nos ayudara?!

-Tú mismo, la respuesta tienes.

-¿Qué? No estoy entendiendo nada...

For You (Anakin Skywalker)Where stories live. Discover now