Capítulo 34

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Una luz tan cegadora invadía toda su vista, intentaba adaptarse a la primera imagen que tenía frente a ella pero le resultaba un tanto difícil. Poco a poco su respiración se volvía más tranquila al igual que su corazón tomaba un ritmo cardiaco estable. Sus pensamientos estaban tan confusos y revueltos por saber lo que había sucedido, sin embargo entre las penumbras, lentamente su vista se aclimataba encontrándose frente a ella la imagen de una joven togruta; de piel colorida con grandes montrals y colas en la cabeza, mientras que en su rostro tenía algunos pigmentos blancos, sin embargo sus grandes y luminosos ojos azules la miraban de una manera descontrolada, como queriendo encontrar algo.

Todo era tan confuso, como si hubiera despertado de un gran sueño, pero sentía que algo más pasaba y le aterraba el no saber que era. Ligeramente volvió a cerrar sus ojos y las imágenes que al parecer habían muerto con ella, regresaron: Anakin ahorcándola hasta dejarla inconsciente.

Rápidamente volvió a abrir los ojos y dispuesta a levantarse un fuerte mareo hizo que se regresara a la posición en la que estaba. Ahsoka corrió por unas yernas que estaban sobre una mesita de al lado y en cuestión de segundos se las coloco en sus sienes. La joven trigueña intentaba aclarar lo que sucedía pero entre más recordaba los hechos, su última imagen era esa, con su esposo en Mustafar.

-¿Te encuentras bien?-le preguntó la togruta.-

La joven trigueña solo miraba de un lado a otro intentando saber su paradero en ese lugar desconocido para ella. Lentamente se incorporó dispuesta a salir de aquella habitación, pero se encontraba muy débil por lo que al tocar el suelo con sus pies descalzos, sintió esa sensación fría haciéndole recorrer un enorme escalofrío por toda su espalda, se sentía nuevamente viva.

-¿Dónde estoy...? –preguntó débilmente.-

-En Dantooine ¿Segura que está bien?- respondió Ahsoka.-

-¿Dantooine?-articuló extrañada.- Pero... ¿Pero qué hago aquí? ¿Quién eres? ¿Por qué me tienen aquí? No entiendo, yo...yo...-decía alterada.-

-¡Hey, hey! Tranquila, no corres peligro con nosotros...

-¿Nosotros?-le interrumpió.-

-Sí, un amigo mío y yo te...-suspiró- Te encontramos hace cuatro años muy herida en las lejanías de Dantooine.

-¿Lastimada?

-Sí... Junto a ti había restos de nave hechos pedazos y quemados, mientras que tú...-guardó silencio.-

-¿Yo qué?- preguntó con un hilo de voz.-

-Te encontrabas petrificada en una capsula, solo te mantenía con vida los bajos niveles de oxigenación.-meditó unos segundos.- Mi única hipótesis es que te dieron por muerta para hacer eso...

Sus ojos jade se llenaron de lágrimas al escuchar eso, no podía creer lo que le estaba sucediendo, parecía que todo era una pesadilla de mal gusto, una pesadilla que estuvo inconsciente por años. Débilmente se incorporó para dar unos pasos, aún con su corazón acelerado por la noticia, sin embargo una fuerte pulsada en su estomago y el haber estado tanto tiempo inmóvil hicieron que sus piernas no resistieron provocando que cayera de golpe. La togruta corrió a su lado para ayudarla a levantarse, pero ella se hundió en un llanto imparable, su mente estaba en blanco y su respiración se volvía más pesada. Aferrada a los brazos de Ahsoka, buscaba un consuelo en forma de abrazo y al parecer Tano interpretó lo que sentía, por lo que suavemente la envolvió entre sus brazos en manera de protección, mientras que con una mano le limpiaba las lágrimas de la joven, sentía mucha lástima por ella, sin siquiera conocerla.

For You (Anakin Skywalker)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora