For You (Anakin Skywalker)

Capítulo 36

Ángel. Esa palabra salir de esa mascara oscura con respiración artificial paralizó por completo a Dallani, sintió como su corazón se detuviera por completo mientras que su piel se erizo haciendo que hasta sus piernas flaquearan. No podía ser posible lo que escuchaba, solo había una persona en el universo que la nombraba de esa manera y estaba muerta, él no era su Ani.

Vader con el corazón desbordándose por completo, su paso que era lento ahora se tornaba más apresurado, provocando que Dallani retrocediera veloz mente. En su interior sabía que algo escondía aquella mujer, su tono de voz era idéntico al de ella "¡Pero eso era imposible!" Su ángel había muerto esa vez en Mustafar, su maestro se lo había confirmado.

Sin embargo a la escena llegaban apresuradamente y ansiosos el senador Organa y Amidala quien se quedaron petrificados a verlos juntos. Un silencio se hizo presente entre el cuarteto, mientras que Padmé corrió hacia Baraan escondiéndola detrás de ella, Organa se interpuso como mediador. No obstante Vader al ver ese acto de sobreprotección con aquella mujer encapuchada, dejó a un lado sus sentimientos encontrados para demostrar su frialdad característica. Ambos senadores estaban que se morían por dentro, sabían que con ese encuentro tal vez podría ser la destrucción de todo lo que estaban planeando contra el Imperio, o tal vez no.

-Lord Vader.- habló temblorosamente Organa.- Lo estamos esperando en la sala de juntas...

-¿Qué es todo esto?- preguntó con su típica voz mecánica.-

-¿A qué se refiere? –Intervino Amidala.- ¿Por la joven? ¡Oh! Lo que sucede es que es mi nueva dama de compañía y se perdió en este enorme salón...-suspiró nerviosamente.- Vamos Jaina, andando...

-¿Entonces, proseguimos Vader? –retomó Organa.-

Vader y Dallani confundidos ante lo que sucedió, cada uno siguió a los senadores sin haber querido alejarse mutuamente, tenían la necesidad de responderse esas preguntas interiores, no podían ser ese ser que amaron, estaban más que muertos, o eso creían.

Dallani quien se había retirado junto con Padmé, la senadora la llevó a la biblioteca principal encontrándose con la joven togruta quien andaba curioseando el lugar tan iluminado e impresionante. Sin embargo Dallani buscó con la mirada de una forma desesperante a Padmé, necesitaba la verdad a toda costa y algo en ella no estaba bien, tenía un mal presentimiento.

-¿Es en serio Padmé? ¿Jaina? -la confrontó cruzando sus brazos frente al pecho, frunciendo su nariz como solía hacerlo.- ¿Porqué inventaste ese nombre?

-¿A caso no te diste cuenta? ¡Estabas frente a Vader! Si él sabía tu nombre real, lo más seguro es que en cualquier momento le hubiera contado eso al Emperador...

-¡¿Y eso qué?! –atacó molesta.- Me vale que el Emperador sepa si estoy viva o no, estoy harta de esconderme del mundo ¿No lo entiendes? Ya nada tengo para seguir, perdí a mis padres, mi hogar, mi mundo, mis hijos ¡A Anakin! ¿Tú que sabes de mi dolor? Lo que más quiero ver es la cara de ese par de malditos y demostrarles que si creyeron que acabaron conmigo, pues no les salió el plan como esperaban...

-Dallani, lo comprendo...-respiró hondo.- Pero la situación en cómo estamos todos, no solo tú, todos corremos riesgo a la merced de ambos...¿Te imaginas que Palpatine supiera de ti? ¡No dudaría ni un solo segundo en matarte por ser alguien cercano de Anakin! ¿Y la resistencia? ¿Qué ya no importa eso para ti?

-Si vine a Alderaan, solo fue por ese motivo. Y por Palpatine ni te preocupes, ya me ha intentado asesinar y no lo logró...

-¿Qué?-preguntó asombrada.-

-Esa vez en Mustafar, cuando fui a buscar a Anakin...mi último recuerdo fue que Palpatine o mejor llamado Sidious enterró un sable láser en mi vientre. Es por eso que todos creyeron que morí, pero no fue así...Solo traeré de por vida esa horrible cicatriz en mi cuerpo, como en mi alma...