Preferences & Imagines Harry Potter

Imagina VI - W.F

Imagina de la situación n°5

Imagina que te encuentras en La Madriguera. Vas a la habitación de tu novio y al llegar ves que solo se encuentra en boxers.

Ron:
Te encontrabas afuera de la habitación de Ron. Se te había olvidado algo en tu equipaje y necesitabas buscarlo con urgencia.

Al girar el pomo de la puerta y asomar un poco tu cabeza, notaste que estaba dormido y eso era genial, así no tendrías que explicaciones.

Entraste de puntillas, no querías despertarlo, pero lastimosamente él había dejado una camiseta tirada en el piso, lo que causo que te tropezaras y cayeras. La única cosa que estaba cerca tuyo para "salvarte" del impacto era el pié de Ron.

Él al sentir el jalón se despertó alarmado, provocando que la sábana que lo cubría cayera, revelando su torso desnudo.

Tú, todavía en el suelo, te giraste a verlo. Ron se levantó un poco de la cama para mirarte, todavía se veía asustado.-¿¡Que demonios te sucede!?-grito todavía alarmado.

Tú ya de por si avergonzada  de verlo sin camisa,sentiste tu cara arder al notar que solo estaba en boxers.

Intentabas desviar la mirada de esa zona, pero por más que querías no podías. - Yo-yo solo vi-vine por esto.-lograste articular, tomando lo primero que encontraste y eso fue la camiseta causante de que cayeras, para despues salir casi que corriendo de ese lugar.

Fred:

Tú habías escuchado que Fred te había llamado y tú fuiste muy confiada, él era tu novio y no haría nada tonto.

Al llegar a la puerta y girar el pomo. Efectivamente Fred se encontraba allí, acostado boca abajo en su cama y la única cosa que marcaba la diferencia en que estuviera desnudo eran sus boxers.

Te quedaste en tu lugar petrificada, pasabas tu vista de la cara de Fred a su espalda y posteriormente su trasero.

Con mucha vergüenza cerraste la puerta y tras eso escuchaste una sonora risa proveniente de Fred y en eso te diste cuenta. Tu torpe novio te había gastado una broma.

George:
Ibas a la habitación de George, querías sorprenderlo, ya que él no sabía que habías llegado a la Madriguera.

Abriste la puerta despreocupada, revelando un George que apenas salía de la ducha. Tenía el cabello mojado, al igual que su torso y lo único que lo salvaba de la desnudez eran sus boxers.

Él al voltear a verte te dirigió una mirada entre sorprendida y avergonzada. Tú solo pudiste cerrar la puerta y luchar con  tu mejillas rojas a causa de la vergüenza.