Preferences & Imagines Harry Potter

Draco Malfoy II ~ smut

Era ridículo que  el Sombrero Seleccionador te hubiera puesto en Slytherin.

Al principio estabas completamente bien con eso, pero ahora se volvió muy molesto. Todo el mundo siempre te buscaba porque aparentemente eras "tan inocente".

Y no estaban técnicamente equivocados. Nunca maldecias, nunca fumabas, ni bebias, ni nada de eso. Siempre fuiste amable con la gente sin importar su casa o raza. Tuviste las mejores calificaciones en el curso y también eras un poco despistada cuando se trataba de ciertas cosas. Pero nadie se molestó en hablar contigo, para ver quién eras. Nadie quería sentarse al lado tuyo en frente de la chimenea y tener una charla contigo.

La peor parte era Draco Malfoy. Él era tu tormento número uno y él no tenía miedo de molestarte un par de veces al día. A veces te hacía bromas de referencias sexuales contigo a  costa de que él sabía que no entenderias nada. Pero poco sabía que tú comprendías la mayoría de ellas.

Todos estaban en la cena. Pero tú no querías ir porque después de otra ronda de burlas de Malfoy, de repente perdiste el apetito. Así que decidiste quedarte en la sala común de Slytherin y terminar tu tarea. Lo que no sabías era que Draco también estaba allí. Después de la criatura que tuvo que cuidar en su clase de Cuidado de Criaturas Mágicas, también perdió su apetito.

Bajaste de tu habitación con un libro para ver si algún elfo doméstico había empezado a encender la chimenea. Había un pequeño fuego titilando en la chimenea , pero Draco estaba sentado frente a el, con la cabeza apoyada contra el sofá y los ojos cerrados.

Suponiendo que estaba durmiendo, simplemente te deslizaste en la silla al lado del sofá y comenzaste a leer. Él levantó la cabeza y abrió los ojos inmediatamente.

-Decidida a hacer algo emocionante por una vez en tu vida, ¿eh?- bromeó.

Dejaste escapar un suspiro fastidiado y lo miraste. -Como si te importara de todos modos.

-Vamos, sí me interesa- respondió, sonriéndole.

-Sí, para que puedas hacer más bromas a mis expensas.- gruñiste, sin apartar los ojos de tu Libro

-Si no lo hicieras tan fácil, no tendría que molestarte.-  él se rió de ti.

Cerraste tu libro de golpe y te volviste para mirarlo. -¿Cuál es tu problema, eh? ¿Qué, sólo porque no soy como otros Slytherin te da el derecho de ser un imbécil conmigo?-rodaste los ojos. -Jodete, Malfoy.-

Te levantaste y trataste de regresar a tu habitación.

-Que adorable- comentó.

Te giraste, claramente confundida. -¿Perdón?

-Tu inocencia. Es linda.- se mordió un poco el labio y podrías haber jurado que te gustaba cuando lo hacía. ¿Pero por qué? Tú odiabas a este tipo.

Cruzaste los brazos. -Si crees que es tan lindo, ¿por qué te burlas de ella?-

Soltó una pequeña risa. -Porque es extraño ver a un inocente en Slytherin. La mayoría de nosotros somos tortuosos, astutos, groseros. Pero tú ... no eres como cualquiera de nosotros. Eres buena y estudiosa y apenas hablas cuando estás a nuestro alrededor. Eres diferente.

Lo miraste. -Bueno, tal vez, si en realidad te tomaras el tiempo de conocerme en vez de asumir toda esa mierda, sería un poco más sociable -

Levantó las manos en señal de defensa-. Oye, sólo estoy diciendo lo que todo el mundo está pensando.

Le fulminaste con la mirada y caminaste hacia delante. -No soy tan inocente como la gente cree que soy ¿sabes?.

Caminó lentamente hacia ti, deteniéndose cuando ya estaba al frente tuyo. Él te miró y levantó una mano, usando sus dedos para acariciar tu mejilla. Por mucho que quisieras darle una palmada en la mano y retroceder, no podías. Era como si estuvieras hipnotizada. Todo lo que podías hacer era cerrar los ojos y sentir sus dedos correr por su mejilla y detenerse en la clavícula.