Pero Stiles y su padre lo ayudaron. Talvez porque tambien habian pasado por una horrenda perdida. O porque realmente lo querian, entendian que todos necesitan desahogarce en algun momento. Romper en llanto y decir todo lo que puedas, hasta que el dolor de tu corazon no te permita hablar. Porque si no lo haces, puedes ahogarte contigo mismo.

-Todo esta bien- murmuro el menor ante el sollozo del ojiazul- Todo esta bien, Isaac. Ya no estas solo.- apreto mas el agarre, sobando su espalda con tanto cariño que el mundo ya no importaba, solo ellos dos- Te quiero, ¿si? estoy contigo.

Por primera vez en su vida, se sintio querido y aceptado.

(...)

-¿Sabes? Era una mujer muy guapa- dijo el castaño, mientras la cabeza del ojiazul estaba hundida en su cuello y el veia un pequeño cuadro con una foto de Isaac y su madre, Hazel.

-Lo era.-asintio el rubio dandole la razon. Aun tenia castos recuerdos de su belleza.

-Tenia tus ojos. Igualitos- murmuro.

-Los de ella eran mas lindos- dijo hundiendoce mas en su cuello.

El castaño paso una mano por su espalda, acariciandola.

-Yo creo que tienes ojos hermosos- le dijo, rogando por no sonrojarce.

El rubio sonrio levemente aspirando su aroma, embriagandoce con el.

-Me gusta como hueles- solto, volviendo a inspirar- Me encanta.

-¿Ah si?- dijo riendo levemente y mirandolo de reojo- ¿y como huelo?

-A bosque. A lluvia. Un poco de menta y jazmines. Tambien vainilla. Es dulce, pero no empalagoso. Es perfecto y puro- ronroneo haciendole cosquillas en el cuello- Si quieres rueda por mi almohada, asi tendra tu olor. Y por las sabanas. Y la cama. Y el suelo. Y todo el cuarto.

Stiles rio a carcajada limpia, seguido del rubio que se retorcia junto a el. Tuvieron que parar antes de que los puntos se salgan.

-Ya, riete si quieres. Pero cuando un lobo olfatea una fragancia que le gusta le es imposible dejarla ir y se enfada si se oculta. Asi que, si te pones un perfume de esos caros que estan de moda, juro que te tiro al rio y no te saco hasta que se te haya ido el aroma.- amenazo el ojiazul.

-Ya ya, tranquilo. De todos modos no me gusta usar perfumes.

-¿Y por que tienes tantos en tu habitacion?- pregunto curioso recordando haber visto como cinco envases totalmente llenos de perfumes bastante caros.

-Lydia- rodo los ojos- Dice que son deliciosos y que asi conquistaria a las chicas- bufo- Solo me los pongo cuando voy a su casa, es un lindo detalle pero no es lo mio.

-Mejor- dijo como niño pequeño- Este aroma es mucho mas rico que esos. Tendre una charla muy seria con ella luego.

-Ahora que recuerdo, Scott tambien me dijo el otro dia que olia bien.- chesqueo la lengua- Estuvo pegado a mi como una garrapata todo el dia. Y toda la semana.

Isaac gruño.

-Mio.- murmuro apretando mas al castaño.

-¿Tuyo?- pregunto alzando una ceja y con una sonrisa.

-Mio.- repitio y el castaño rio.

Estuvieron toda la tarde hablando. Conociendoce mas. Organizaron la habitacion de Isaac que quedo perfectamente hasta que el sheriff los llamo a ambos a cenar.

-¿Que hiciste de comer papa?- pregunto el adolecente bajando las escaleras de dos en dos con rapidez sin importar los regaños de su padre.

De un desliz su rostro ya se encontraba en direccion al suelo y estaba preparandoce para el golpe cuando unos brazos ya se encontraban alrrededor de su cintura y un aliento fresco muy cerca de su rostro.

-Ten mas cuidado, idiota- regaño el ojiazul pero seguian en la misma posicion.

-¡Pedi pi...- el sheriff quedo estatico en el marco de la puerta de la cocina, ladeando la cabeza extrañado- ¿zza?

Benditos poderes de hombre lobo, penso el adolecente sacandoce de la cabeza cuanto costaria una cirugia para arreglar su nariz despues de aquel golpe que por suerte no llego.

-Incomodo- canturreo Parrish desde atras de John con una soda en la mano y una sonrisa burlona.

-Hola Parrish- saludaron ambos adolecentes risueños mientras se separaban- ¿Como esta mi futuro padrastro?- pregunto Stiles.

John rodo los ojos.

-Acepta que me gustan las mujeres, hijo.- le pego un zape en la cabeza.- Vamos, que se enfria.

Los cuatro se sentaron y comenzaron a deborar la pizza. Eran hombres, ¿que platos ni que platos?

-¿Como esta tu cuello Stiles?- pregunto Jordan, mientras miraba el vendaje- ¿Quieres que le haga una multa a Hale cuando lo vea? O mejor ¿lo electrocuto? Nadie toca al retoño de mi jefe. ¿Quien me traeria cafe y donas en la tarde?- pregunto horrorozado.

Isaac gruño posesivamente.

-Mira, ya hasta te comportas como mi padre-burlo Stiles con una sonrisa- Estoy bien, solo no puedo hablar mucho. Ya sabes, tampoco reir demaciado y alzar la voz. Una mierda.

-Esa boca- regaño su padre con pizza en la boca.

-¿Tu? ¿No hablar mucho? ¿O reir? Nah, eso no va pasar. Mejor que hayan ajustado bien esos puntos.-rio Parrish mientras Stiles rodaba los ojos.

Isaac y John rieron a carcajada limpia mientras el castaño los fulminaba con la mirada.

-Vamos, no te enojes- burlo el ojiazul mientras sonreia con una dentadura blanca que hacia que te doliesen los ojos. Se acerco a su oido y hablo en un ronroneo- A mi me gusta que hables y rias tanto Stiles.

Decir que su rostro se volvio rojo como un semaforo es poco. Muy poco.

《Sentimientos》StisaacWhere stories live. Discover now