Capítulo 48 || No te dejaré ir

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—Estoy nerviosa —dice mi esposa con la voz temblorosa. Aprieto suavemente su mano que permanece entrelazada con la mía. 

Coloco la otra mano en su nuca y la atraigo hasta posar un beso en su sien. 

—Todo estará bien. Estaré junto a ti. —La escucho inhalar profundamente. Su cuerpo está tenso lo que me lleva a preocupar. —Si quieres lo dejamos para después —digo suavemente para que se relaje. Se gira a mirarme. 

—No siento que sea lo más apropiado. Por lo menos por ahora. Me siento... inestable, vulnerable y tomar las riendas de una empresa no está en mis planes en estos momentos. —La tomo con suavidad y la siento en mi regazo. 

—Lo que sientes es miedo y él no te deja liberarte de esa sensación de pánico. —Me mira directo a los ojos. Es una mirada tan intensa que quema. —Quiero que vuelvas a tu vida normal e inicies un plan de adaptación con tu entorno. Esa editorial era tu vida. Quisiera decir que la levante, pero no es así. Fuiste tú quien cada día le mostró interés y dejaste el corazón en cada acto. Siento el deber de hacerte participe en la reunión de hoy. Es tu empresa, son tus logros y quiero que los disfrutes.  

Enrolla sus manos en mi cuello. Se inclina y deja un suave y dulce beso en mis labios. Un beso que eriza cada vello de mi piel.

—Gracias por aparecer en mi vida. —Sonrío con ternura. Enredo mis manos en su cintura y la abrazo como si fuese la última vez que estaré junto a ella. Su cuerpo me da el calor que mi cuerpo necesita. La calma que mi alma ansía.

Al entrar a la editorial todo pasa desapercibido. Recibo el saludo del personal de recepción y seguridad. La mano de mi esposa se adhiere a la mía con temor, mientras observa todo a su alrededor con extremo interés. 

Sin duda nada te prepara para ver frente a ti, a quien durante años crees ya no existe. Road observa a mi esposa sin pronunciar palabra alguna. Su cuerpo está tenso. Los documentos que sostenían sus manos están en el suelo y sus ojos están abiertos como platos. 

Road ha sido quien durante años ha mantenido aquella empresa intacta. Fue el apoyo que necesité cuando creí que nunca superaría la muerte de mi esposa. Fue esa persona que me brindó la seguridad de sostener el legado de mi esposa mientras me hundía en ese poso de dolor y tristeza. 

Le explico levemente lo sucedido y el problema psicológico de mi esposa. Cuando consigue hablar lo hace con pequeños balbuceos. Sus ojos muestran tristeza y alegría. Sentimientos completamente contradictorios. Aquel hombre fue el padre sustituto que nunca tuvo mi esposa, además de un gran amigo. Su muerte le afectó tanto como a mí. Le costó muchísimo tiempo asimilar que aquella joven a la cual vio crecer profesionalmente ya no existía.

Verlos hablar me lleva a recuerdos que jamás podrán ser borrados. Uno de los momentos más importantes de mi vida...


—¿Pensaste en mi propuesta? —pregunta Jack. 

Desvío la mirada de aquella castaña que lleva mi vida en picada de su embrujo. ¡Joder! Es que solo me bastó verla aquel día para que mi vida cambiara su rumbo.

—Sí. Me parece que los e-book sería la evolución electrónica que necesita la literatura. Hay muchas personas que no cuentan con la accesibilidad económica para comprar un libro y, obtenerlo en formato digital permite que conozcan cada obra. —Cuadra sus hombros con superioridad. Sonrío al ver lo patético que se ve. —Bájale a tu ego, Hyde. —Ambos estallamos en una sonora carcajada. 

Mi mirada va hacia el otro extremo de la mesa donde Anastasia verifica documentos con Road y su abogado. Su belleza me tiene como un imbécil. A cada segundo siento la necesidad de verla. De perderme en el azul de su mirada. En la calidez y ternura de su sonrisa.  

La Sombra de mi Ángel #1 (Saga Sombras, Grey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora