Capítulo 46 || Propuesta

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—¿Cómo? —pegunto sorprendido—. ¿Has recordado?

Sus labios plasman una hermosa y tímida sonrisa.

—He tenido pequeños recuerdos hoy. Es como si volviera al pasado lentamente. —Salgo de ella lentamente.

Su cuerpo se estremece. Me pongo de pie y la ayudo a colocarse igual.

—¿Qué más recuerdas? —pregunto camino al baño de mi oficina.

Dejo que ella entre primero. El agua tibia cae por su cuerpo arrancando un suspiro de sus hermosos labios. Aún detrás de la leve capa de maquillaje se aprecian diminutas bolsas negras que me indican el mal estado físico que quiere tapar. Me coloco a su espalda esparciendo gel de baño por todo su cuerpo. La suavidad de su piel me encanta...

—Estar contigo aquí. Momentos de risa en una casa que desconozco. Y... —Guarda silencio. Detengo mis manos, para girarla lentamente. Miro sus ojos que tienen un brillo sin igual. —Una boda. Decías que el celeste de tu corbata era por el color de mis ojos. —Sonrío con ternura.

—La nuestra. Recuerdo que querías un color pálido que detestaba, pero entendiste la importancia de mi color favorito. Entendiste que todo lo veo del color de tus ojos. Que la vida para mí se vuelve fácil con solo despertar y ver que estos hermosos orbes azules pálidos me miran y alientan a seguir cada día. —Lleva sus manos a mi pecho.

—Recuerdo un fragmento de tus votos —susurra sonrojada—. Prometiste que sería la única hasta el último día de tu vida. Prometiste serme fiel hasta con el pensamiento. Juraste amarme como nunca en tu vida lo hiciste y más que todo porque fui la primera mujer que amaste desde que tienes uso de razón. —Acaricio su mejilla.

—Fuiste la primera y única mujer por la cual tuve un sentimiento. Cuando llegaste a mi vida estaba sumergido en un mundo de oscuridad y soledad. Fuiste ese soplo de aire fresco que mi vida y alma ansiaban. Con tu indiferencia lograste acercarme cada segundo más a ti. Frecuente cada maldito día aquel restaurante donde trabajabas para poder verte. Desde que te vi por primera vez podría jurar que me tuviste. Desde ese día fueron tus hermosos ojos los que me acompañaban y me gustó, me encantó sentir que llenabas mi vida, me fascinó descubrir que tenía una nueva esperanza junto a ti. Fue en nombre del amor que creaste que decidí compartir mi vida contigo, decidí que serías la mujer con la cual quería compartir desde la más amarga de las tristezas, hasta la felicidad plena y absoluta. —Sus hermosos ojos se vuelven cristalinos.

—Aunque no logre recordar completamente, siento que vivo un nuevo inicio. Que estoy iniciando una nueva relación y viviendo ese sentimiento tan fuerte e intenso que has creado en mí. —¿Nuevo inicio? ¿Nueva relación? Suena bien iniciar desde cero.

—¿Quieres un nuevo inicio? —le pregunto con ansiedad.

Mi corazón se acelera como si fuese un puto adolescente.

—¿Qué quieres decir? —pregunta confundida.

—Tu memoria está bloqueada. Has perdido partes importantes de tus recuerdos. Partes que quiero darles un nuevo recuerdo. Solo quiero saber si te gustaría un nuevo comienzo. Si estas dispuesta a darnos la oportunidad de empezar y dejar en el pasado todo lo que ha sucedido. —Sus deliciosos labios plasman una autentica y hermosa sonrisa.

—Había asumido que ya lo hacíamos. Lo único que me importa es estar junto a ti, junto a mi familia. Vivir cada experiencia que la vida me presente, pero siempre junto a ti. Siendo tu esposa. —Me acerco y beso con suavidad sus labios.

Es impresionante como el simple contacto con su piel despierta mi cuerpo, mis sentidos. Mi cuerpo se estremece al sentir sus manos acariciar mi pecho desnudo. La atraigo a mi cuerpo para sentirme cerca de ella.

La Sombra de mi Ángel #1 (Saga Sombras, Grey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora