Capítulo 43 || Duele menos...

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—Christofer Lincoln. —Lo presenta el rector.

Es... idéntico a mí.

¿Qué mierda es esta?

El chico se acerca al decano, toma el certificado y le estrecha la mano al mismo. Este le susurra algo, a lo que él asiente y sonríe. Así va pasando hasta que pasa frente a mí. Sus ojos van primero a mi esposa, a quien le dirige una sonrisa tímida. Toma la mano temblorosa de mi esposa e inmediatamente su rostro cambia. Su ceño se frunce levemente llevándome a un recuerdo mío frente al espejo.

Ambos se miran fijamente. Alterna su mirada hacia mí dejándome completamente sin aliento. Mi cuerpo experimenta una ola repentina de emociones tan abrumadoras al ver su mirada de acero que por un momento siento que me asfixio.

Me pongo de pie abruptamente, aspirando el aire que le he negado en los últimos momentos a mi cuerpo. Quedo a su altura sosteniendo su mirada mientras mi corazón late de una manera tan acelerada que siento perderé la estabilidad...

—Felicidades. —Es lo único que sale de mis labios.

Mi garganta está seca. Mi voz es ronca y tensa por los miles de emociones que acarrean mi cuerpo.

Me tiende la mano, la cual tomo más que por educación, queriendo saciar el impulso de sentir un contacto más cercano.

—Gracias, señor Grey. —Puedo ver en sus ojos la incredulidad. Está igual de confundido que yo e imagino se debe a ver sus rasgos notorios en mí.

Asiento. Suelto su mano, camina hacia las escaleras que lo alejan de nosotros.

No puede ser. Esto debe tener otra explicación. Cierro los ojos intentando controlar mi cuerpo. No me ha pasado desapercibido esa sensación cálida y de tranquilidad al sentir su piel. Es la misma sensación que he sentido en mis hijos. Inclusive en Damon, el cual estoy seguro que no es mi hijo biológico.

No quiero equivocarme nuevamente. No quiero sentir algo por alguien que al final no forma parte de mí y una vez lo compruebe me dolerá...

—¿qué es todo esto? —pregunta mi esposa en un susurro.

Mi cuerpo pierde estabilidad obligándome a tomar asiento nuevamente. Observo el recorrido del chico hasta su silla. Sonríe a dos chicos que están junto a él. Es una sonrisa forzada. Su mirada vuelve al frente conectándose con la mía.

Ambos permanecemos en un duelo de miradas que buscan respuestas.

—No lo sé —musito casi, de manera inaudible—. Lo averiguaré —le aseguro.

Su mano sostiene la mía con firmeza. Mi mirada sigue cada paso de aquel joven, que interactúa con sus amigos.

La ceremonia de entrega de becas concluye y con ella mi duda aumenta. Aquel joven no aparenta el perfil de un chico de escasos recursos que necesita ser becado para obtener educación. Su ropa es costosa, su piel está cuidada y su actitud es tan segura que me lleva a pensar en su apellido.

Lincoln

Los únicos Lincoln que conozco los descarte hace muchos años de mi vida, cuando sentí que la intromisión de Elena estaba llenando mi vida de problemas. Su mundo de sombras se convirtió en el mío, trayendo consigo una loca desequilibrada que se obsesionó a tal punto de quitarse la vida y aún después de su muerte culparme de la misma.

Una vez terminado todo, me acerco al rector bajo la mirada perpleja de Taylor. Estoy seguro que se pregunta lo mismo que yo: ¿quién es aquel joven? y más que todo, ¿por qué de su presencia?

La Sombra de mi Ángel #1 (Saga Sombras, Grey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora