Ya no es ella. ✅

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Capítulo trece: Ya no es ella.



  

No puedo evitar sentirme emocionada mientras entro por la puerta de la casa de mi abuela -casa en la que ahora vivo. -

No suelo sentirme de este modo, ni siquiera suelo experimentar algo que se le acerque.

Parece felicidad, se siente como felicidad, pero no estoy del todo segura de si lo es.

Los latidos casi descontrolados de mi corazón, la sonrisa pintada en mis labios, el modo en el que mi pecho se oprime de una forma deliciosa, el modo en que mis manos sudan y mi cabeza no deja de reproducir miles de escenarios de mi persona siendo alegre lo hacen sentirse como felicidad.

Y no puedo estar más emocionada por eso.

Luego de que me contrataran, no he parado de sentirme de este modo. La idea de que tendré mi propio dinero me emociona, pero es más emocionante el pensamiento de que, en un futuro no muy lejano, cumpliré mi sueño. También me emociona demasiado la idea de que lo haré por mis propios méritos, sin ayuda de nadie. Jamás me esforcé en algo, jamás luche por algo, y tener algo por lo que luchar, por lo que sentirme nerviosa y viva se siente tan bien.

Cuando llego a la cocina, escaneo el lugar en busca de mi abuela. Estoy tan emocionada que quiero compartir con ella está noticia, está emoción.

Al observar el lugar noto que ella no esta, aquello me hace fruncir el ceno en confusión ya que la cocina es el lugar en el cual ella suele pasar más tiempo haciendo postres y otras cosas.

Subo las escaleras y grito su nombre, pero nadie responde, entonces, la llamo de nuevo;

___ ¿¡Abuela!? ¡Abuela! -- Subí las escaleras a un paso rápido, notando la   emoción crecer cada vez más. --
¡Lo conseguí! ¡abuela!-- Grite, con la voz llena de emoción. Cuando llegue al pasillo, me quede parada un segundo allí, tratando de oír algo. -- ¿Abuela?-- La llame, al notar que no había ningún ruido en el lugar.

¿Dónde estaba?

___ ¡Aquí, cariño! -Me llamo desde las escaleras. Suspire aliviada y corri hacia la sala de estar.

___ ¡Abuela lo...-Me detuve al verla. Ela estaba... Mal. Se veía pálida y cansada. Por primera vez note que ya no tenia el brillo de antes. Ese que solía tener y la caracterizaba tanto -¿Te sientes  bien?- Pregunte, acercándome a ella lentamente.

____ Si, cielo. Sólo estoy algo cansada, estuve limpiando la casa.- Me sonrió para tratar de traquilizarme, aunque su sonrisa no se llegaba a reflejar en sus ojos, lo cual me asusto con un poco.

____ Hubieses esperado a que volviera, yo podía haberte ayufado -Dije, apenas en un murmuro y tome su mano.

____ No hacia falta, cariño. - Su voz salió tan débil, que me hizo mirarla con cierta nostalgia.

¿Qué le estaba pasando?.

____ Ven, vamos a que te recuestes. - Dije, tomando una de sus manos. Ella sólo asintió. La lleve hasta su habitación y espere a que se recostara. - ¿Necesitas algo?- Pregunte, arrodillándome a su lado.

___ Sólo dormir, gracias, cariño. - Había algo en el modo en que hablaba, en el modo en que me miraba, que enviaba una corriente de preocupación a todo mi sistema.

___ Descansa, nana.- Sonreí. Bese su frente y sali de la habitación.

Cuando baje las escaleras, me sente en el sillon de la sala. Algo no andaba bien, algo estaba comenzando a pasarle a mi abuela, pero ¿qué?. ¿Por qué se comporta tan rara?¿algo le estará molestando?¿tendra algún problema?, ¿estará enferma y no me lo quiere decir?

Tengo que saberlo para poder ayudarla.

Pero, ¿cómo la ayudo si ni siquiera puedo ayudarme a mi misma?.



El resto de la tarde la pase mirando televisión y comiendo unos pastelitos que mi abuela había hecho en la mañana. Cada vez que tomaba uno sonreía, meses atrás ni siquiera me habria atrevido a estar cerca de uno de ellos. Mi miedo a la comida era tanto que con tan sólo mirar algo que sabía que podría llegar a hacerme engordar ya me entraba ansiedad y ganas de echarme a llorar. Jamás me había dado cuenta de lo mal que me encontraba realmente.

También, pase la tarde hablando en un grupo de fans de Abraham. Tengo que admitir que eran lo más cercanos a "amigos" que tenía.

Cuando estaba apuntó de levantarme para ir a buscar algo de beber, la oí.

Oí a mi abuela gritar, soltar un gritó tan desgarrador que me hizo congelar en mi lugar por un momento, entonces, cuando gritó mi nombre, lo supé: Algo no andaba bien.









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Gracias por leer♡

Tras La Pantalla ||Abraham Mateo|| COMPLETA.Where stories live. Discover now