Tras La Pantalla ||Abraham Mateo|| COMPLETA.

Por él. ✅

Capítulo doce: Por él.

Mi abuela esta sentada frente a mi y por la mirada que me dedica se que aún se siente mal por lo de ayer, sus ojos no se despegan de los míos, los cuales están rojos y llorosos, ayer no pude conciliar el sueño ya que me pase toda la noche llorando.

Aún sentís esa opresión en el pecho y esa sensación de desociego en todo mi cuerpo, no había podido eliminarlas de mi sistema desde que supe que la oportunidad para ver a Abraham se estaba escurriendo entre mis dedos y yo no podía hacer nada para evitarlo.

Me encontraba devastada, de hecho, era peor que eso, me sentía tan impotente porque aunque quisiera hacer algo para lograr mi sueño, cualquier cosa, nada venía a mi memoria.

____ Lo siento, sé que es tú sueño abrazarlo, cariño, pero entiende que ahora no estamos en las mejores condiciones para que eso suceda.  - La mirada que me dedico estaba tan llena de disculpas, que oprimió otro poco mi pecho, haciéndome sentir tan culpable por como se encontraba.

Sabía que no era su culpa y que no debía molestarme con ella por eso, sabia que no estábamos en una gran gran situación económica y que apenas y nos alcanza para cubrir todos los gastos de la casa, pero aún así eso no impedía que me sintiera tan mal.

Pese a todo, me obligue a mi misma a sonreír, solo para que ella no se sintiera del mismo modo que yo.

___Lo sé nana, no te preocupes.- Mi voz salio apenas en un susurro.  Baje la mirada a mi plato de comida intacto y me quede con la vista fija en el. Entonces una idea llego a mi cabeza de manera fugaz y sin pensarlo demasiado, dije;

___ ¿Y si consigo un trabajo?¿y si consigo yo el dinero? ¿podré ir?. - Aunque no fuera mi intensión, soné esperanzada. Fije mi vista en ella a la espera de que respondiera.

Su mirada era vacilante y por un segundo la idea de que me dijera que no, me hundió el corazón.

__ Pero...- Su voz salió en un murmuró, lucia totalmente sorprendida.- Eres chica para un trabajo, Sofia, cariño, apenas tienes dieciséis años. - Me recordó, y aunque supe que era muy poco probable que ella aceptara, insistí.

___ Dentro de nada cumplo los diecisiete.- Susurre, sólo porque no sabia que más decir. Jamás intente convencer a alguien de algo ya que nadie me prestaba la suficiente atención como para que le importa si quiera lo que estaba pasando por mi cabeza. Me encogí de hombros antes la mirada que me estaba dando.

___ Aún así, no puedes...

___ ¡Por favor, abuela!- La interrumpí, sonando más allá de lo afligida. Necesitaba esto, estoy segura de que ella no lo entendía del todo, pero yo en verdad necesitaba verlo. - Será un trabajo pequeño, cuidar a unos niños o limpiar algo, nada tan grande, por favor. - Rogué y mi voz salió ligeramente quebrada, pero me obligue a no llorar. - Es mi única oportunidad de verle, de abrazarlo, Abraham... Él es... mi todo, sé que no lo entiendes, sé que tal vez pienses que es tonto o que es sólo un capricho, pero cuando yo no tenía a nadie, cuando yo no te tenía a ti, ahí estaba él, estuvo siempre para mi... Conmigo. Por favor no me arrebates la oportunidad de agradecérselo...Por favor. - Susurre. Mi voz sonaba rota y parecía que iba a echarme a llorar en cualquier momento.

___ Vale, vale. - Suspiró, y sólo en ese entonces me volvió el alma al cuerpo. - Pero nada serio eh - Su voz había tomando un tinte serio, autoritario. - No quiero que descuides tus estudios, nada de notas bajas y esas cosas. - Me advirtió. Volví a asentir varías veces y no pude evitar sonreír.

___ Vale, ¡gracias, nana!. - Y sin poderme contener, corrí hacía ella y la abrace.

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