Capítulo 21: "La venganza de Alex y el desahogo de Dayna" 2 Parte

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—¿Crees que esté bien? –Le pregunté a Mary.  

—No lo sé, pero espero que sí. –Suelta un suspiro.

Ya llevábamos casi una hora y media sin verla desde que salió corriendo por la puerta de la cafetería.

¿Dónde te habrás metido, Dayna?

Yo y Mary la estábamos buscando por el instituto, y no la encontramos, pero aún así seguíamos buscando, porque no vamos a buscar por todo el instituto, es demasiado grande y tardaría horas y horas en encontrarla. Todos los estudiantes estaban en su clase menos nosotras dos, creo que somos las únicas, porque no hay ni una mosca por los pasillos. Solo esperamos que ningún profesor o profesora nos pillen por aquí vagando.

Bah, para mi da igual, muchos profesores me pillaron sola en los pasillos mientras que los otros estaban en sus clases.

Esto cansa demasiado. –Solté un gran suspiro de cansancio. Ya me dolían los pies de subir y bajar escaleras, y eso que el instituto es de tres pisos más la terraza que hay en el instituto.

—Lo sé. –Dijo ella mientras se sentaba en uno de los escalones, me senté a su lado y las dos soltamos un suspiro. —¿Y si se ha ido a su casa? –La miré y esta me miraba también, creo que pensamos lo mismo ya que nos levantamos las dos a la vez. —Al salir nadie nos tiene que ver. –Dijo cuando nos quedaban unos metros más para llegar a la puerta principal del instituto. Solo asentí con la cabeza.

—Debemos tener los ojos bien abiertos para que nadie nos pille escapandonos. –Mary giró la cabeza bruscamente hacia mi dirección, tenía los ojos abiertos. ¿Qué le pasaba? Miré detrás mía pero no había nadie. —¿Por qué me miras así? –Se quedó unos segundos así y sacudió la cabeza.

—Nada, nada... –Se le notaba nerviosa cuando habló, la seguí mirando extrañada pero quise dejarlo porque habíamos llegado en la entrada en el instituto.

—Por cierto, espero que la casa de Dayna no esté tan lejos. –Me dio una sonrisa inocente. —Esta lejos. –No era una pregunta, más bien una afirmación. Pero ella asintió con la cabeza.

—Pero no te preocupes, he traído a mi amiga para que nos lleve. –La miré raro. —He traído a mi moto. –Dijo obvia al ver mi cara. Abrí los ojos.

—¿En serio? –Asintió confundida. —¿Qué marca es? –Pregunté esperando que sea en la marca que estoy esperando.

—Miralo tu misma. –Señaló con su dedo hacia la moto y no pude aguantar cuando solté un grito.

—¿En serio? ¿Una Harley Davidson? –La miré con los abiertos. Asintió con una sonrisa. Era Harley Davidson en color negro de mis preferidas. —¿Cómo es qué tus padres te dejan tener una de estas? –Pregunté aún sorprendida mientras miraba a la moto que tenía delante de mis ojos. Al ver que no contestaba giré mi cabeza hacia ella y la encontré mirando hacia otro lado, otra vez, se notaba nerviosa.

—Me la regalaron en mi cumpleaños. –Habló demasiado rápido pero la pude entender.

—WoW, pues los mios no me dejan usar ni una moto ni un auto hasta los 17 años, pero aún así utilizo la moto de mi hermano y a veces su auto, pero más la moto que es igual que la tuya pero solo que la de él, es roja. –Me miraba con una ceja alzada.

—¿Y tu hermano te la deja? –Negué con la cabeza. —Se nota que eres tú. –Dijo con una sonrisa y la fulminé con la mirada. —Si quieres te dejo que conduzcas. –Mi ceño fruncido se fue de repente cuando dijo aquello y ahora tenía una gran sonrisa en mi cara. Me tendió las llaves de la moto y yo la cogí, nos acercamos a esta y nos montamos, Mary se montó detrás mía mientras me agarraba por la cintura. Introducí la llave, la giré, puse mis manos en el manubrio, con la derecha la giré un par de veces para escuchar como ruge esta preciosidad, escuchamos una voz gritando, giramos la cabeza hacia aquella dirección y nos encontramos con el director viniendo hacia aquí.

She Is ImpossibleWhere stories live. Discover now