Capítulo 7: "Hora de la venganza"

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Después de aquel baño, me vestí para luego salir a comprar cosas para la broma, o mejor dicho, para la venganza de esta noche y buscar donde vive la mandona, digo Melanie, y después a las otras dos, una se llama Lisa y la otra todavía no se, pero lo averiguare. Mañana se creerán que entrarán por la puerta del instituto como ellas siempre hacen, pero no, esta vez seguro que irán diferentes, como... con bolsas en su cabeza.

—¡Jaz, ya esta la pizza! –Gritó Liam desde el piso de abajo.

—¡Ya voy! –Grité para que me escuchase mientras buscaba que ponerme. Me puse unos vaqueros color negros desgastados, una camiseta color blanco y por encima me puse otra color negro pero corta para que se vea la camiseta de abajo, y cogí mis vans color negros y altos, el pelo lo deje suelto y solo me lo peine un poco como siempre.

Salí de mi habitación y bajé por las escaleras hasta llegar a la cocina, encontré a mi hermano intentando coger la pizza, bebidas y algo más de comida para que las llevase al salón.

—Oye me podrías ayudar, ¿no? –Dijo él intentando coger la botella de Coca-Cola.

—Trae anda. –Dije mientras me acercaba a él y cogía lo que más me gustaba: la pizza y luego la bebida, él me fulminó con la mirada, yo solo reí inocente. Llevamos la comida hasta el salón y ahí encontré a mi hermana sentada en el sillón mientras veía la televisión y esperaba a que pusiéramos las cosas encima de la mesa.

(...)

Ya era la hora, no necesitaba nada, lo tenía todo, y ahora voy persiguiendo a la primera Payasa y sus otras dos payasas. Ellas estaban caminando con bolsas que más parecen bolsas de papas, seguramente ya iban hacia sus casas ya que eran las once y media de la noche, yo estoy detrás de ellas sin que me viesen, traía un traje negro y mi mochila, lista para hacer la broma.

Mis padres no se dieron cuenta cuando salí de casa ya que salí por la ventana, siempre lo hago si no me dejaban salir, ¿qué pasa? ¿creéis que me voy a quedar castigada? Pues claro que no, yo tengo que ser libre aunque esté castigada, a veces si me pillaron, salía por la ventana y me ponían doble castigo, pero no pasa nada ya estoy acostumbrada y se que ellos me quieren aunque me castiguen.

Después de unos minutos vi que las tres payasas entraron todas en una casa que no se de quien es de las tres, esperé unos minutos más y vi una luz encenderse, miré hacia arriba y ahí estaba aquella luz, vi un árbol que estaba cerca del balcón, no era muy alto la verdad, solo son como unos 12 o 13 metros de altura, me da igual que sea alta porque yo amo las alturas, mientras más altas son más divierto son. Me acerqué al árbol y empecé a escalar hasta llegar a una rama, vi a las chicas que empezaban a dormir, una de ellas apagó la luz y fue hasta su cama para dormir, me quede ahí sentada como unos quince minutos y decidí meterme ya, coloqué mi pie izquierdo en el barandal y luego el derecho para después saltar, tenían la puerta cerrada, en unos segundos conseguí abrirla, me adentre dentro de la habitación sin hacer el más mínimo ruido, fui hasta una puerta que seguramente era el servicio, la abrí y sí, un servicio, me metí y cerré la puerta detrás mía. Quité la mochila de mi hombro y la abrí, de ella saqué pinturas de pelos, habían: rosa, verde, rojo, amarillo y azul. Eché un poco de cada y empecé a mezclarlos, cuando los mezclé cogí un shampoo de alguna de las payasas, todo lo que había dentro lo vertí en el váter, cuando ya estuvo vacío cogí la mezcla de colores y lo metí dentro del bote, dejé el bote donde estaba y salí del servicio, cuando salí vi ropas de las payasas en un sofá y pensé una cosa antes de irme, esa ropa seguramente se la llevan puesta mañana, solo espero eso, me acerqué donde estaba la ropa tirada y de mi mochila saqué unas tijeras y empecé a romper algunos hilos sin que se vean, cuando terminé todo guardé todas mis cosas y salí de ahí por donde me había metido no sin antes cerrar la puerta que había en el balcón.

She Is ImpossibleWhere stories live. Discover now