Capítulo 1: "Nuevo hogar"

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—¡¿Papá ya hemos llegado?! –Grito para que me escuche aunque él esté conduciendo y está delante mía, hasta creo que le he asustado ya que había dado un pequeño saltito en su asiento.

—No y no grites que tu hermana está durmiendo. –Dijo papá regañandome y yo miré a mi izquierda donde se encontraba mi hermana pequeña Tara durmiendo y al lado de esta estaba mi hermano mayor Liam que estaba tecleando algo en la pantalla táctil de su móvil.

—Es que me estoy agobiando. ¿Cuánto queda? –Dije ahora más calmada, la verdad es que odio un viaje largo en el coche, siempre me duele el trasero, igual que me está pasando ahora mismo.

—Hija, ya queda poco y deja a tu padre. ¿Por qué no duermes? –Dijo mamá mirándome por el retrovisor del coche.

—Mamá, ya sabes que no me gusta dormir en el coche. –Ella me miró frunciendo el ceño mientras soltaba un suspiro.

Oh oh no es buena señal.

Decidí quedarme callada y cruzarme de brazos. Cuando mi madre me mira con esa cara significa que no es buena señal, siempre que hacemos algo que a ella no le guste o cuando ella nos está hablando y nosotros le devolvemos la palabra nos grita en toda la cara y su cara se pone muy roja y cuando nos referimos a nosotros, somos Liam y yo, pero Tara no, claro como es la más pequeña no debes gritarle (Nótese el sarcasmo).

—Papá cuánto queda. –Dijo Liam y yo lo miré rápido con mi ceño fruncido para que se callara pero el muy idiota hizo caso omiso.

—¡Os dije que ya queda poco! ¡No os podéis callaos por solo un minuto! –Explotó gritando y haciendo que diera un golpe en el volante donde sonó el clacson haciéndonos a mi y a mi madre que diéramos un pequeño grito por el susto y que Tara se levantara con rapidez, también asustada por el sonido, y Liam solo reía por el susto que nos dió papá. —Y tú, ¡no te rías! –Dijo papá hacia Liam matándolo con la mirada por el retrovisor del coche y este calló de repente, yo solté una risilla para que papá no me escuchase.

Asi es nuestra familia, aunque nos griten nuestros padres los seguimos queriendo ya que fueron ellos los que nos cuidaron y nos alimentaron. Cuando ellos van a trabajar por un par de días y a nosotros nos pasa algo cuando estamos solos en casa, ellos vienen corriendo para ver si nos pasó algo, y por eso, ellos prefieren más a sus hijos que a su trabajo, no igual que otros que solo les importa su trabajo pero si le pasa algo grabe a sus hijo siguen sin importarles lo que les pase, pero mis padres no son así, ellos son lo contrario. También quiero a mis dos hermanos, siempre que le hago una broma a Liam él me la devuelve pero no nos enfadamos sino empezamos a reírnos y a veces Tara me ayuda hacer algunas bromas aunque solo tenga cinco años, sí, muy pequeña, lo sé y yo la paso por doce años y mi hermano me pasa por dos años. Si nos enfadamos Liam y yo, y decimos las palabras 'Te odio' no lo decimos en serio.

—Tengo hambre. –Dijo Tara, la miré y esta me estaba mirando.

—¿Qué quieres que haga? No tengo nada de comer, así que te aguantas igual que los demás. –Le dije mirándola fijamente a sus ojos pero ella solo hizo un puchero.

—No le hables así a tu hermana. –Dijo mamá regañandome, solté un bufido frustrada.

—Toma, Tara. –Dijo Liam a Tara mientras que le daba la mitad del Donut suyo y ella lo cogió para luego mirarme y sacar su lengua en forma de burla para después abrazar a Liam.

—¿Y a mí por qué no me das? –Dije estrechándole mi brazo y este miró la palma de mi mano que tenía extendida para él y luego me mira a mí por unos segundos para luego reírse.

¿Qué tiene tanta gracia?

—Porque me quiere más a mí que a ti. –Dijo Tara y ya la miro fulminandola con la mirada.

—Tú te callas. –No me hizo caso porque empezó a hacerme burlas con sus manos que las tenía a los costados de su cabeza mientras que las movía y sacaba su lengua. A esta la iba a matar si no paraba de hacer eso. Me acerqué a ella, seguía haciéndome burlas, cuando ya estuve a su lado ella paró de hacerme burlas y se alejó de mi, iba a atraparla pero mi hermano fue más rápido y la puso encima de su regazo para que yo no la atrapase.

—No me has cogido. –Dijo mientras reía y mi hermano hizo lo mismo y la abrazó.

Iba a hablar pero fui interrumpida por papá.

—Chicos. –Nos volteamos para verlo y siguió hablando. —Ya hemos llegado. –Dijo y yo sentí un alivio, la verdad es que ya no aguantaba estar más en este coche, asi que solo hice una cosa, salir del coche de papá que era un Dacia, ir al maletero, coger mi maleta y escoger una habitación para mí, pero al llegar a la puerta principal de la nueva casa se me olvidó de que no tenía la llave, giré para ver a mi madre, ella se dió cuenta y me sonrió, fui hasta ella y me la dio, volví otra vez hacia donde estaba hace unos segundos y abrí la puerta encontrándome con una muy preciosa casa y muy gigantesca, pero ahora eso no me importaba solo fui hacia unas escaleras que daban al segundo piso, vi otras escaleras que daban al tercer piso pero no quise subir porque quería la habitación más grande, busqué una habitación hasta que di con una, la puerta era blanca y muy ancha, entré a la habitación y no podía dejar de observar la habitación, era muy grande, tenía una cama en frente mía con las sábanas color violeta y blanco y a los costados de la cama habían dos mesitas de noche con unas lámparas, a la izquierda había un armario pegado a la pared, a la derecha del armario había una puerta blanca que seguramente será el servicio, a la derecha había un sofá, dos sillones y en medio una mesa, en la pared de la derecha había un balcón que daba la vista hacia la calle, al lado de la mesilla de noche de la derecha había una ventana que daba la vista hacia la casa de los vecinos, y al lado de la ventana que ya está en la esquina había un escritorio en forma de L.

—¿Te gusta? –Preguntó mi madre haciendo que me sobresalte, volteo a verla y la encuentro en la entrada de la habitación con Tara en sus brazos.

—Es preciosa. –Digo ajitando mis brazos al aire y ella ríe.

—Me alegra de que te guste. –Dice ella y se va cerrando la puerta, me quedo otra vez con la boca abierta y sorprendida, a los costados de la puerta la pared estaba vacía y era color blanco no como la que esta detrás mía que es color violeta.

Eso me hizo más feliz, porque ahora podré pintar y colgar fotografías, sí, como habéis oído me encanta pintar, hacer fotos a la naturaleza que hay fuera y lo que más me gusta es diseñar, desde que era pequeña yo pintaba mucho y todas las fotos que hacía las pintaba.

Primer Capítulo y tercera Novela hahaha.

Bueno que os ha parecido ¿Os ha gustado?

Si os ha gustado solo comentar para que siga.

Aunque hoy no ha ocurrido nada interesante, al siguiente capítulo ya empezará lo más interesante.

Adiós bae's 😚😚

She Is ImpossibleWhere stories live. Discover now