39. Ella, siempre ella.

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Ahora tú-Malú

Damián

Tenía una sonrisa imborrable en mi rostro. Mi princesa, mi Val me había elegido y había regresado junto a mí. Me amaba tanto como yo la amaba a ella. Estaba listo para ayudarle a comenzar de nuevo, para continuar con esa maravillosa vida que habíamos tenido antes del accidente, para darle a nuestra hija la familia que se merecía. Siempre supe que estábamos destinados a estar juntos, tal vez sus recuerdos nunca regresen por completo, pero ella nos tenía en su corazón, nos sentía y eso era lo único que importaba. Estaba tan agradecido con la vida por regresármela.

Desde que habíamos llegado a España todo había sido maravilloso. Sus padres nos recibieron con cariño y se mostraban verdaderamente felices por nuestra reconciliación, a pesar que eso significaba que mi Val se regresaría con nosotros, la querían tanto que lo único que les importaba era su bienestar. Eran personas excelentes y nunca me cansaría de darles las gracias por lo que hicieron por ella, por darle una familia cuando más la necesitaba.

—¿Te preocupa que haya ido a verle? —Preguntó Tadeo.

Estaba con él y con Iker pasando el rato, pues mi Val había ido a encontrarse con quien hasta ese momento, era su prometido y la señora Kate se había llevado a Mel y Teffie al taller. No podía mentir, claro que me preocupaba, es decir, confiaba en lo que teníamos pero ciertamente el hecho de que ella haya dudado en un principio me decía que sentía cosas por él... y eso me mataba pero trataba de no darle tantas vueltas al asunto, no era sano.

—Sí... no... en parte, sé que me ama pero saberla cerca suyo, me enferma. Ella lo quiere y eso no me gusta en absoluto—confesé.

—Te entiendo, pero es parte de todo. Mi hermana tiene que cerrar este capítulo de su vida para poder continuar, para volver a ustedes sin nada que se interponga—dice Iker.

—Imagino que no debe gustarte nada saber que tiene sentimientos por alguien más pero al menos sabes que lo que siente por ti es único, que sobrevivió a tantas cosas. Poca gente tiene la suerte de encontrar algo como lo que ustedes tienen—apuntó el más joven y vaya que llevaba razón, pues éramos afortunados de tenernos.

—Oh, alguien está madurando—Iker se burla de su hermano, haciendo que este rodara lo ojos.

—Espero con ansias el día que te enamores, voy a devolverte cada una de tus palabras—amenazó.

Reí ante su discusión pues ya había escuchado en varias ocasiones como el mayor se burlaba de su hermano por ser, según él, un cursi enamorado. Tadeo tenía una novia con la que llevaba ya varios años y estaba bastante prendado de ella.

—Eso no sucederá—sentenció, sin embargo sus palabras sonaron algo inseguras y antes que su hermano pueda decir algo más, agregó—: además, ahora estamos hablando de Damián.

—Confió en que todo saldrá bien a partir de ahora—murmuré.

Continuamos hablando de trivialidades pero con el transcurso del tiempo comencé a impacientarme. Valeria ya se había tardado y no quería ni imaginar porque. Había algo que no tenía el valor de preguntarle, pues no estaba seguro si quería saber la respuesta. El solo pensarla en brazos de otro, compartiendo un momento intimidad, me volvía completamente loco.

El celular de Iker nos distrajo, alejando esos pensamientos de mi mente.

—Hola Bru—saludó— ¿Cómo? ¿Pero está bien? ¿Qué sucedió? —Cuestionó con preocupación—. Bien, vamos apara allá.

Comenzando De Nuevo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora