18. Un sueño...

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Soy una reverenda tonta... me torture por nada. Como bien dijeron todos, Damián no tenía nada con Salma, no era más que su corredora de bienes raíces que estaba buscando la casa perfecta para nosotros y sí que la había encontrado... era un sueño.

Después que le diera el sí y celebráramos de la mejor forma que conocíamos,  demostrándonos todo el amor que sentíamos por el otro... recorrimos la casa y él me contó todo lo que hizo para conseguirla. Resulta que las llamadas nocturnas, reuniones con ella y todo eso, eran para las negociaciones, ya que justamente esta casa estaba muy solicitada y tuvieron que hacer varias ofertas antes de conseguirla. Le pregunte sobre aquel mensaje que alcance a ver y riendo me dijo que así hablaba comúnmente la chica, quien por cierto, tenía novia. No pude evitar reírme ante eso, era una tonta, desconfiando de él por nada...

—Cuando Sonia me dijo que estuviste en la oficina y pensabas que tenía algo con Salma, no podía creerlo, no de ti... eres lo opuesto a alguien celosa—Comenta divertido.

—Lo sé... pero me deje llevar por las hormonas—Murmuro justificándome.

—Échales la culpa—Ruedo los ojos, golpeándolo con suavidad. Dios, era increíble estar en sus brazos, viviendo un momento tan mágico como este...

Era un sueño estar en la que sería en un futuro demasiado próximo nuestra casa, nuestro hogar, donde nuestro bebé nacería y estaríamos juntos como familia. Era perfecta para comenzar una vida juntos; tenía cuatro habitaciones, una cocina completamente equipada y moderna, sala, comedor, una oficina y un enorme jardín trasero con piscina y terraza para barbacoas... Damián tenía razón, esta era la casa perfecta para nosotros y me alegro mucho que haya podido obtenerla. 

Hablamos también sobre nuestros planes de boda, se nos metió en la cabeza casarnos ese mismo verano... tenía el tiempo justo para organizar una hermosa boda, como siempre quise. 22 de agosto, ese sería nuestro día especial... Estábamos ansiosos por dar la noticia a todos, por anunciar nuestro compromiso. Moría por comenzar con los preparativos, por enfrascarme en todo eso y compartirlo con mi madre, mi hermana, mamá Tina y por supuesto, mi suegra y mi cuñada, sabía que se pondrían felices. Al parecer todos sabían ya sobre la casa, pero Damián oculto la propuesta, quería que quedara entre los dos y juntos anunciar nuestros planes.

Envueltos en una nube, reunimos de improvisto a nuestras familias, todos nos esperaban en casa de mis suegros, estábamos demasiado impacientes como para esperar un día más. Apenas nos vieron entrar juntos, nos felicitaron por la casa y me bombardearon de preguntas sobre que me pareció, lo único que dije fue... Es perfecta. Y lo era, la ame desde el primer momento que la vi, incluso antes de saber que era nuestra.

—Tenemos una noticia que darles—Dice Damián en cuanto se presenta un silencio. Todos nos observan expectantes, mientras nosotros nos mirábamos con complicidad y sonriendo como nunca. —Ya les había comentado mis planes, tanto a ustedes—refiriéndose a sus padres—Como a usted, suegro y me alegra que puedan estar junto a nosotros en estos momentos, que puedan darnos su apoyo y espero de todo corazón que aprueben lo que hemos decidido...—

—Ya hombre, deja de darle tantas vueltas—Murmura Alexa con impaciencia, haciéndonos reír.

—Por favor, dime que es lo que estamos pensando...—Pide mi hermana emocionada.

—Sí, Damián y yo vamos a casarnos—Murmure con la voz contenida, presa de la conmoción, de la incredulidad de que por fin este anhelo de unir mi vida a la de Damián esté más cerca de nunca.

—¡Oh por dios! —La cara mamá mostraba sorpresa, felicidad, preocupación, miedo... pude ver una cantidad de sentimientos pasando por su rostro. Mi hermana y la suya, gritaron de júbilo, envolviéndonos en un abrazo.

Comenzando De Nuevo ©Where stories live. Discover now