23. ¿Quién soy?

4.4K 286 4
                                    

Nota importante: Reescribí e hice cambios al final del capítulo anterior, esta marcado donde comienza con (**) para distinguirlo. Creí necesarios los cambios pues leyendo de nuevo el capítulo no coincidía con lo que viene más adelante. Espero disfruten el capítulo y lamento la tardanza. 

Despertar después de ese sueño interminable en el que había estado sumida, fue una pesadilla... y más lo era esa luminosidad que cegaba. Tardó varios minutos hasta que mis ojos pudieron adaptarse a ella, intentando reconocer donde me encontraba. Me sentía muy confundida, perdida... y al reconocer el cuarto de un hospital, asustada. ¿Cómo llegue aquí? ¿Qué me sucedió? Miles de preguntas comenzaron a invadir mi mente, desesperándome.

Vi a una persona acostada frente a mí, sobre un sillón negro. Intente moverme pero unos cables conectados a mi cuerpo me lo impidieron y activaron una especie de alarma que desató un terrible dolor de cabeza e hizo que la persona se parara de inmediato.

—No preciosa, no debes moverme...—murmuro la mujer y se acercó a mí con preocupación—Bienvenida de nuevo... ¿Cómo te sientes? —preguntó.

No comprendía de lo que hablaba, ni encontraba las palabras para responder a su pregunta. Pasaron largos segundos antes que siquiera pueda hilar un pensamiento coherente, no saber quién era ella, también me desconcertaba...

—Confundida...—dije en un susurro apenas audible finalmente.

—Es normal, preciosa. Llamare al médico para que venga a revisarte, llevas tantos días inconsciente que es una bendición escucharte—dice con alivio, depositando un beso en mi frente. —No tardo—murmura, saliendo de la habitación.

¿Inconsciente? ¿Cómo? ¿Por qué? Con cada minuto que pasaba me desconcertaba más, el miedo me invadía, era desesperante no saber que sucedía... ¿Quién era esa mujer? ¿Por qué se preocupaba por mí? El dolor de cabeza era cada vez más intenso, además comenzaba a darme cuenta de que otras partes de mi cuerpo también se sentían pesadas, con un dolor sordo, no fuerte pero si molesto...

—En un momento vienen a revisarte—no me di cuenta cuando regreso a la habitación hasta escuchar su voz—Me llamo Katherine Ferrer y ¿tú preciosa? —preguntó al sentarse en la orilla de mi cama.

Abrí la boca para responderle pero las palabras se atoraron en mi garganta cuando no supe la respuesta... ¿mi nombre? ¿No sabía mi nombre? ¡Santos cielos! Tenía la mente en blanco, no recordaba mi nombre, quién era... sentía mi cabeza como un lienzo que hubiera sido pintado de blanco, cubriendo todas las formas y colores que había anteriormente.

Si antes tenía miedo, ahora estaba aterrada...

—Yo...—no pude terminar pues las lágrimas comenzaron a caer de inmediato.

—¿Qué sucede, cielo? —Apremió preocupada.

—No sé cómo me llamo... no recuero mi nombre, no recuerdo nada...—murmure con incredulidad entre sollozos, las lágrimas no paraban de salir una tras otras, inundando mi rostro...

¿Qué estaba sucediendo? ¿Por qué no podía ni recordar mi nombre?

La señora se acercó a mi rostro, limpiando mis lágrimas con ternura y apretando una de mis manos, reconfortándome ante tal revelación.

—No llores... seguro es temporal, ahora que venga el médico veremos que se puede hacer. Pero no llores, no es bueno para tu salud que te alteres de esa manera...—dice con tanta ternura y verdadera preocupación que por increíble que parezca me dio algo de consuelo en estos momentos. Se sentó a mi lado, acariciando con suavidad mi cabello, intentando serenarme...

Era inevitable contener los sollozos pero estaban provocando que el dolor de cabeza sea incluso más insoportable que antes... cerré los ojos con fuerza, intentado parar las lágrimas, intentando pensar con claridad y buscando algún recuerdo, aunque sea mínimo en mi cabeza... pero de lo único que era consciente es del gran vació que había, de cada imagen, sentimiento, de caparte de lo que alguna vez fui... perdido.

Comenzando De Nuevo ©Where stories live. Discover now