27. Lobo con piel de cordero.

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—¿Qué haces aquí, Lisa? He estado buscándote por todos lados—dice Tadeo, sentándose a mi lado en la banca.

—Creo que recordé...—murmuré sin verlo.

—¿Qué? ¿En serio? —Asentí—eso es asombro, hermanita.

—Fue... no lo sé, fue raro. Martín me dijo algo que despertó una voz lejana en mi mente recitando palabras similares, en una situación similar... era la voz de un hombre, estoy segura—más que contárselo a él, estaba repitiéndomelo a mí misma para ver si lograba asimilarlo de esa manera.

—¿Crees que... ya haya alguien en tu vida? —Preguntó vacilante.

—Es una posibilidad ¿cierto? —Era algo que ya habíamos hablando pero sentirlo más real era completamente diferente.

—Así es, Lis—dice, quedándose callado un momento. —Sinceramente no sé qué decirte, por una parte creo que si realmente hubiera alguien ya te habrían encontrado, nadie ha dado señales en todo este tiempo y aunque aún no me agrada del todo Martín, creo que se merece la oportunidad que le has dado. Además, aunque tuvieras a alguien ya en tu vida antes, ha pasado un año y no sabes con lo que te puedes encontrar al volver, quiero decir... Si tú estás intentándolo con Martín quien quita que esa persona no está haciendo lo mismo... solo creo que deberías seguir, no puedes vivir dependiendo del pasado y hacer todo preocupada de cómo unir ambas vidas cuando estas se encuentren.

—Quizá, tengas razón...—concedí.

—Anda, vamos a la fiesta. Esta noche es para divertirnos, olvídate de todo un rato—asentí y regresamos junto a los demás.

Aunque mi familia se dio cuenta de mi ausencia, no preguntaron nada. En cambio, hicieron todo para incluirme de nuevo en la fiesta y disfrutamos hasta el amanecer. Martín se mostró compresivo y tampoco menciono nada, realmente era una persona increíble y tenía suerte de tenerlo a mi lado.

Después de un año de altas y bajas, tenía mucho que agradecer y viendo a las personas que me rodean, no puedo evitar que una sonrisa de tranquilidad y alegría se forme en mi rostro, ellos eran mi familia ahora. Y no importa lo que sucediera, estaba segura que siempre los tendría a mi lado.

**

Si bien no pude sacar ese recuerdo de mí y continúa persiguiéndome, he luchado para que no afectara mi presente y con mucho esfuerzo, lo he logrado. Nadie, salvo Tadeo, sabe sobre él y aunque pensé en contárselo a mis padres, no creí que sea conveniente, mientras menos personas lo sepan, mejor.

Con Martín las cosas iban muy bien, era muy atento y respetaba mis tiempos, nunca me presionaba para que hablara de lo que sucedía, siempre esperaba a que esté lista y sola le contara. Por supuesto, era al que menos le decía sobre mis preocupaciones, sobre el anhelo de reencontrarme con mi pasado. Lo último que quería, era herirlo. No a él, quien me ha regalado maravillosos momentos y ha ayudado a que me integrara a mi nueva vida con naturalidad.

Sandra y Noelia buscaban todo el tiempo cosas nuevas para hacer y siempre me traían de un lado a otro. Para ese entonces, se llevaban muy bien con mi novio y salíamos a clubs, bares e incluso a veces, hasta alguno de mis hermanos nos acompañaba. Todos intentaban que hiciera mi vida con normalidad, como cualquier joven con... bueno no sabía cuántos años tenía exactamente, pero papá decía que no más veintitrés. Que tan absurdo es no saber siquiera, la fecha de tu cumpleaños... aunque en mis documentos oficiales figuraba el día que me encontraron.

El lanzamiento de la firma bajo el nombre de KatherineFerrer Colection fue todo un éxito. La pasarela que organizamos para presentar la primera colección primavera-verano causó furor y ya teníamos muchas ofertas para comercializar la línea en otras ciudades. Leyendo las notas de prensa que hicieron mención al evento, describían la colección como innovadora y que rompía con los esquemas convencionales del diseño pues mamá y yo jugamos muchísimo con las texturas, formas y colores. Estábamos orgullosas de lo que logramos.

Comenzando De Nuevo ©Where stories live. Discover now