Comenzando De Nuevo ©

13. Reconciliación.

Dos días después no pude evitar el encuentro con él. Se había esterado que ya estábamos en la ciudad e hizo hasta lo imposible para  acercarse a mí, había tomado mi decisión, debía terminar con esto de una vez. Muy en el fondo estaba consciente que al propósito lo evitaba, mi corazón no estaba listo para dejarlo ir...

-Está en la sala-me informo mi hermana-apenas logre convencerlo para que no subiera. No te preocupes solo estamos nosotras, así que siéntete libre de hablar con él.-asentí y suspire tomando valor.

-Gracias, Teff...-deje un beso en su frente antes de bajar. Mi hermana me había ayudado tanto estos días, siempre a mi lado y pendiente de que este bien.

-Amor...-murmuro en cuanto me vio bajar las escaleras y corrió hacía mí. Antes que me tocara lo detuve.

-No me toques...-espete. Su rostro se contrajo, herido por mi rechazo pero yo también lo estaba por su desconfianza.

-Princesa, por favor perdóname... déjame explicarte que sucedió-pidió con súplica. Hasta ese momento me fije lo demacrado que estaba, tenía ojeras y pinta de haber dormido en días.

-Eso  es lo de menos... y no quiero alargar más esto así que escúchame bien tú a mí...-camine sin mirarlo hasta la sala, solo sentía sus paso detrás de mí. Es lo correcto,  me decía una y otra vez, tomando valor para hacerlo-Te lo dije la noche de mi fiesta... no soporto que estés dudando de mí y lo hiciste de nuevo, desconfiaste sin siquiera darme el beneficio de la duda... ¿tienes idea de lo preocupada que estaba cuando no me devolvías las llamadas? ¿Cuándo no supe nada de ti por días?...-me detuve un momento, tomando aire y valor para continuar.

-Lo sé, pero...-intento justificarse pero lo callé de inmediato.

-Pero nada. No tienes una idea de lo mal que la estaba pasando con la salud de mi abuela, te necesitaba más que nunca y me fallaste, me diste la espalda... no puedo seguir con esto Damián, no puedo seguir con alguien que no confía en mí, que cree en todos antes que en su novia...-

-No, no, amor... no digas eso, por favor déjame explicarte-negué incluso antes que terminara de hablar.

-No, ya tome mi decisión y no quiero seguir junto a ti-dije con toda la seguridad de la que fui capaz.

-No,  no... por favor, no me hagas esto-suplico y un par de lágrimas resbalaron por sus mejillas. Decir que no me dolía verlo así, sería mentira pero era lo mejor.

-No te confundas, yo no te hice nada...-me tomo sin que pudiera evitarlo de la cintura y por más que intente alejarlo, su fuerza era mayor que la mía.

-¡Suéltame!-espete.

-No, mírame a los ojos y dime que ya no me amas, que no quieres nada conmigo...-me partía el corazón verlo así, llorando y con la voz cortada pero me dolía más su desconfianza.

-Basta Damián, no hagas esto más difícil...-pedí con suplica, tenerlo así junto a mí no me ayudaba, quería que me rodeara, sentirme protegida por sus brazos y que no me soltase nunca pero no podía ser débil. No ahora.

-Por favor, mi amor... no soportaría perderte, no nos hagas esto.-negaba una y otra vez, y más que a él, a mí misma para no dejarme caer.

-Quiero que ye vayas...-pedí, alejándome de él.

-Por favor...-suplicó tratando de acercarse de nuevo.

-No, vete Damián. Es lo mejor, si no confías en mí, no le veo el caso de seguir juntos... es lo más importante en una relación, tal vez debamos tomarnos un tiempo para pensar en lo que queremos...-era lo mejor, era lo mejor. Repetía ese mantra en mi cabeza una y otra vez, porque aunque creyera que era lo mejor, mi interior sentía que no era así, que estaba cometiendo un error.