Comenzando De Nuevo ©

28. Te creen muerta.

Safe and sound-Taylor Swift ft Civil Wars

Habían pasado cerca de dos meses, todo estaba relativamente en calma. La firma va de maravilla, mi relación con Martín mejor que nunca y los ataques de ansiedad por aquel recuerdo, controlados. Tenía a personas increíbles haciendo de mi vida algo que vale la pena, que no me permite dejarme caer y sin duda, la firme determinación de conocer mi pasado ayudaba en sobre manera, encontraría sea como sea, de donde vengo, quien era antes.

Desde el descubrimiento de la verdadera careta de mi suegra, había estado manteniendo mis distancias con esa familia y aunque ella insistía en involucrarme en todo lo referente a la boda de Solange o las reuniones sociales, lo evitaba todo cuanto sea posible. Mi mejor argumento era la firma y el respaldo de mamá, la señora Mabel no dudaba de lo que ella decía.

Papá lleva días, extraño. De hecho, una tarde llegó enojadísimo como nunca antes lo había visto y se encerró con mamá en su habitación. Tanto Tadeo como yo, quienes éramos los únicos en casa, estábamos desconcertados. Estuvieron largo rato dentro y cuando salieron, ella lloraba y él apenas podía contener su enojo... por un momento pensamos que algo andaba mal entre ellos pero descartamos el asunto cuando papá la abrazó, consolándola. Tadeo intento averiguar que sucedía pero él le dijo que no se preocupara, que no era nada importante. No le creímos, por supuesto pero tampoco insistimos.

—Pensaras que estoy loca, pero... ¿no sientes que mamá que mira extraño? —Murmuro a mi hermano una tarde mientras veíamos televisión.

—Ya sabía que estabas peor que una cabra—suelta divertido y le golpeó con suavidad en el brazo—pero esta vez tienes razón, incluso Bruno me lo comento anoche—.Sabía que no eran imaginaciones mías, realmente actuaban raro conmigo.

—¿A qué crees que se beba? No he hecho nada...—él ríe ante mis palabras.

—Lo sé, Lis y no creo que sea algo que hayas hecho... no sé, habrá que esperar a ver que dicen, tarde o temprano lo harán.

—Eso espero porque mi paranoia cada día aumenta.

—Dramática—dice y comenzamos una de nuestras peleas tontas, que siempre terminan en carcajadas.

Adoraba a mi hermano, era la persona más divertida y ocurrente que conocía, a veces era molesto y le encantaba hacerme enojar pero igual nos llevábamos increíble.

Días más tarde, ambos estaban ya más seremos e intente averiguar con mamá que sucedía y se limitó a decir que pronto lo sabríamos, que no me preocupara pues finalmente iba a tener la respuesta a todas las preguntas que tenía. No supe como tomar eso, algo me decía que tenía que ver con mi pasado pero tampoco estaba segura... la paciencia, con el tiempo, descubrí que no era una de mis virtudes y la espera de las noticias que, según mamá, pronto vendrían, estaba torturándome.

Viendo que estaba desesperándome, planeó una pequeña gira por las ciudades cercanas para promocionar la nueva línea de accesorios que creamos con el fin de complementar los diseños. Todo salió a las mil maravillas y para cuando regresamos, ya estaba más tranquila. Aun así, ambas nos recluimos en el taller para sacar el trabajo que ya estaba comprometido. Teníamos un grupo bastante organizado y nuestra labor era cerciorarnos que todo saliera como lo planeado. Las mujeres que realizaban las prendas, tenían mucha experiencia y quedaban tal cual lo visualizamos en el boceto.

—Creo que sé que pasa...—asegura Tadeo una tarde, entrando a mi habitación.

—¿De qué hablas? —Pregunto confundida, pues no entendí a qué se refería.

—De la actitud extraña de mis papás—dice con obviedad y asiento recordando el asunto.

—Oh... es verdad, ¿y qué sucede?