En la cola del viento

Capitulo 36

Capítulo 36

Me levanté rápido del sofá, aun con mi móvil en las manos, y pensé. Paré y recordé. La sierra.

-Vane... ¿Estas bien?

Miré a Malú que se encontraba levantada a mi lado, le enseñé el móvil mientras cogía mis cosas, el bolso, la chaqueta y las llaves del coche. Mis hermanos y José no entendían nada.

-¿Sabes dónde está?

Me preguntó mi chica.

-Creo que sí.

Cogió rápido sus cosas, también, y nos dirigimos a la puerta.

-¿Nos podéis explicar qué pasa?

Me giré hacia mi hermano, le miré y le sonreí.

-Vamos a buscar a Charlotte.

Cerré la puerta mientras oía a mis hermanos recoger sus cosas, y gritando que me esperara. No. Me estaba cansando de esperar. Tenía que pasar a la acción.
Salimos una detrás de la otra, y frené cuando al llegar a la entrada oí la gente que había fuera, me giré hacia malú.

-¿Preparada?

No me contestó porque no sabía de lo que hablaba, le sonreí y cogí su mano. Unos pasos más, y los periodistas sacaron sus cámaras para grabarnos, y fotografiarnos, mientras nosotras íbamos hacia el coche, unidas, sin contestar a ningún periodista, en silencio, nuestro silencio. Antes de llegar me giré y vi como Malú sonreía, le miré y apreté más su mano.
Cuando estaba a punto de arrancar noté que alguien cerraba la puerta de detrás, me giré.

-No os vamos a dejar ir solas. (Dijo José)

Sonreí a mis hermano y José, estaban haciendo todo por la pequeña, llevaban horas sin descansar, a mi lado, a nuestro lado.

-Vámonos a la sierra. (Dije yo, girándome hacia el volante y arrancando)

Seguían sin entender muy bien a que me refería, pero yo estaba muy segura de donde iba. La sierra. Sierra Norte de Madrid. Desde que he visto la foto que me han mandado por twitter lo he tenido claro, esa aérea de servicio es de las pocas que hay subiendo a casa de Alex. Esa casa donde fuimos hace ya un par de años, nuestro primer viaje juntos. Recuerdo que tenía promoción de 'Crónica de un baila' y no podía hacer viajes largos ni irme muchos días, así que Alex me sorprendió llevándome a una pequeña cabaña que tenía en la sierra. Con maravillosas vistas y rincones mágicos donde perderse. Alex era demasiado lista para coger un avión a Argentina sabiendo que Inma vendría a contarme todo lo que estaba pasando, pero no se había dado cuenta que hay ojos por todos lados, y allí estaba alguien de mi tropa.
En el coche, les conté que me estaba pasando por mi cabeza, José llamó a la policía y estos nos indicaron que no hiciéramos nada, que esperáramos a que ellos actuasen. ¿De verdad se creían que no íbamos hacer nada? Era demasiado tarde...
Aun recordaba la dirección de esa casa, y por suerte la batería del móvil no se había agotado, puse el GPS y a los pocos minutos habíamos llegado. Bajamos del coche, aparcamos unos metros más abajo, cuando estuvimos más cerca vi el coche de Alex. No sabía qué hacer, ¿entrar a la casa? ¿Esperar a la policía? O... Y de pronto, un ruido, nos pusimos detrás de unos árboles, desde ahí podíamos ver la entrada de la casa, 'vamos pequeña' oí, ahí estaban. Respiré cuando les vi salir de la puerta, parecía que estaban bien, y que Charlotte no tenía ninguna herida.

-Vamos a un lugar, muy bonito... (le dijo Alex a la pequeña, sonriente) Donde mamá y papa empezaron a quererse.

Miré a Malú y estaba cabizbaja, supongo que saber que estábamos en un lugar donde Alex y yo empezamos nuestra historia no era agradable para ella. Fui hacia ella con cuidado.

-Te quiero... (Le susurré)

Me miró y me sonrió, le contesté de la misma forma. Y di un paso para volver donde estaba antes, pero no puse bien el pie y caí al suelo.

-¡¿Quién anda ahí?!