Capitulo 4

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Capitulo 4

La miré un segundo, después volví a la llamada.

-Enviarme todo aquello que necesite, por favor.

Recibí un breve 'Así lo haremos' y colgó. Volví a mirar a Malú, y me dirigí hacia ella.

-Escuchar conversaciones ajenas es de mala educación.

-(Bajó su mirada) Perdona... no quería... venia a buscar un poco de agua...

-¿Qué haces aquí Malú?

No contestó pero sí me miró, creo que ni ella misma sabía lo que hacia allí.

-Solo ha venido a hablar conmigo de una entrevista.

Apareció Alejandro por detrás de ella y me contestó con ello la pregunta, asentí, y di un paso, cuando estaba al lado de Malú, ella habló.

-Yo me iré ahora... No te preocupes.

-(Me giré hacia el lado donde estaba) No te preocupes. (Miré a Alejandro) ¿Continuamos?

Sonrió, y volvimos a dirigirnos al sofá. Allí estuvimos toda la tarde, entre guitarras, acordes y frases intensas que salían de nuestra magia particular. Quedó media canción, y ya era de noche. Me pidió que me quedara a cenar, pero no era buena idea, y menos si estaba Malú aun por ahí.

-Será mejor que vaya al hotel... Mañana volveré, terminaos y me iré a Málaga.

-Está bien... 8se giró hacia Malú) ¿Te acerco a casa?

-No te preocupes, me cojo un taxi.

Cogí aire, y no pensé en lo que iba a decir, me conozco y si no digo nada me hubiera arrepentido.

-Si quieres... (Miré a Malú) Puedo llevarte yo...

Sonrió, y yo también. ¿Echaba de menos que lo hiciese? No lo sé. Pero, cuando me di cuenta estábamos las dos en mi coche, camino de casa de Malú. En silencio, con la radio puesta, sonaba nuestro amigo Pablo Alboran, empecé a tararear. Malú me miró, y dejé de hacerlo.

-Suena bien...

-Gracias.

En pocos minutos llegamos a su casa, me dirigí hasta la puerta y paré.

-Bueno, sana y salva.

-(Sonrió) Gracias...

-Me viene de camino, así que tranquila.

-¿Quieres pasar...?

-No... (La interrumpí antes de que terminara esa pregunta) Será mejor que me vaya a descansar.

-Mi madre estaría feliz de verte... (Dijo sin mirarme)

-Malú... No es buena idea.

No insistió, y mejor así. Quizás si me lo hubiera dicho otra vez, habría aceptado. Por su madre y por ella, porque nunca he podido negarle anda, desde que nos conocimos.

Llegué al hotel, llamé a mi madre para decirle que mañana dormiría en Málaga. Envié un mensaje a Inma diciéndole que nos veríamos en mi tierra, donde ella presentaría película días después en el festival de cine de Málaga. Intenté hablar con Alex, pero no me contestó a la llamada, le dejé un mensaje, hablaríamos mañana, no era necesario hablar a diario, o por lo menos con él no. Por último mensaje con mis amigas, Alba y Ana, les mandé un audio contándole las últimas novedades, sabía que cuando lo oyesen me acribillarían a mensajes, el tema Malú les encantaba, pero hoy no era el día para contestar preguntas de las cuales no tenía respuesta. Cerré el móvil, cogí el Ipad y me puse música aleatoria. Fui a la ducha, y me puse el pijama, mañana sería otro día.

'Malagueña, vente ya que tengo el café calentito'. Sonreí al leer el mensaje que Alejandro había dejado. Tenía decenas de mensajes de mis amigas por lo que les conté la noche anterior, decidí no leerlos y cambiarme para irme a casa del maestro. Una nueva canción nos esperaba, y por supuesto el desayuno que me había preparado.

Llegué minutos después, otra vez con mi maleta para el viaje a Málaga que haría después. Esta vez no hubo sorpresas, me abría la puerta y nos encaminamos hacia la cocina.

-Y... ¿Qué tal el viaje?

-Bueno, unas cuantas horas, sé que se viaja mejor en tren pero...

-Vane... (Miré a Alejandro que me estaba sonriendo) Me refería al de llevar a Malú a casa...

Dejé el café en la mesa, y le miré, seguía sonriendo. Respiré hondo.

-No hay mucho que decir, la dejé en su casa, y ya esta.

-¿No hablasteis de nada?

-No... (Dejé de mirarlo) No tenemos anda de que hablar.

-¿Por qué te mientes a ti misma?

-Ale...

-¡No! Sois como niñas...

-(Le miré) Me... me invitó a su casa... Pero...

-¿Pero...?

-Le dije que no...

-¡Vanesa!

-Basta... no quiero hablar más de esto...

Me levanté, me terminé el café de un sorbo y me dirigí al sofá para seguir con la canción que dejamos a medias ayer. Parecía que la inspiración estaba a nuestro favor, antes de que llegará la hora de comer ya estaba lista, faltaban cuatro acordes que terminaría Alejandro una vez en el estudio. Nos despedimos con un abrazo y me dirigí a Málaga, llegaría un poco tarde par a comer, avisé a mi madre y me dijo que me esperarían.

Habían pasado ya tres días de mi encontronazo con Malú, y no había vuelto a saber anda de ella, como ya era normal en mi día a día. Estaba acabando de arreglarme cuando el telefonillo sonó, el coche había llegado para llevarme al estreno de la película de Inma. No haría alfombra para el festival de cine, me dirigiría directamente a la sala. Allí me encontré con otros actores, los saludé, y me también con mi amiga. No podías estar mucho tiempo juntas, así que decidimos vernos al terminar el pase en la sala de prensa donde harían un pequeño catering para las proyecciones de ese jueves.

Salí emocionada de la película, y me dirigí donde había quedado con Inma. Ya había gente, reconocí alguno de ellos, saludé a más de uno y me dirigí a la barra para tomar una copa de vino. Cuando ya la tenía en mis manos me giré sin mirar y choqué con un chico.

-Perdona, ¿te he manchado?

Le había hablado sin mirarle, así que mi sorpresa llegó al subir mi cabeza y encontrarle ahí.

-¿José?

-(Sonrió y yo le respondí igual) ¡Vanesa!

Nos abrazamos fuerte, que maravilla encontrármelo después de tanto tiempo.

-¿Qué haces por aquí? (Le pregunté)

-Hoy se ha estrenado el documental de Malú. Así qué, aquí estoy, apoyando a mi hermana.

En la cola del vientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora