En la cola del viento

Capitulo 13

Capitulo 13

Me aparté de ella al segundo, sin entender porqué lo había hecho, la miré y ya no sonreía.

-Yo... Vane...

Cogí mi bolso del sofá, pasé por su lado y me paré.

-No puedo volver a romperte Malú.

Cuando di otro paso noté que su mano me había cogido la mía, giré y me encontré con sus ojos. Y me acordé de aquel día cuando me fui la ultima vez, y me repetí tantas veces que no volvería a hacerle daño, no se lo merecía.

-¿Sabes? (Dijo con una medía sonrisa, y su mirada triste) Este corazón ya no muere lento si te vas de nuevo, se murió cuando te fuiste aquella vez...

-Malú... (Mis ojos se apartaron de ella, dolía demasiado)

-No Vanesa, no lo entiendes. Solo tú puedes volver a hacer que este corazón viva de nuevo.

Cerré los ojos para que las lagrimas que estaban a punto de caer no lo hiciesen, subí mi cabeza y los abrí, allí encontré lo más bonito que había en el mundo, su mirada había cambiado, volvía a ser brillante, intensa, me decía tantas cosas que no se pueden contestar con palabras, no existen, por eso opté para hacerlo de la mejor manera que sabía. Solté su mano que aun seguía unida con la mía, y acaricié su mejilla, me acerqué lentamente a su cara, apoyé con cuidado nuestras frentes, y cerramos los ojos.

-Solo si me prometes una cosa... (Noté como sonreía, y abrí mis ojos para continuar) Que seas tú parte de mi vida de nuevo.

Esta vez fui yo la que sonreí al sentir que había acortado nuestras distancias y su respiración se unía con la mía. No dejé que pasase demasiado tiempo, necesitaba volver a notarla, a tenerla. Cerré los ojos y uní nuestros labios, mi mano cambió su mejilla por su nuca, y ahí en medio de ese salón, donde tantas veces habíamos prometido nuestro amor, donde había empezado nuestra historia, y también terminado, algo volvió a empezar, porque al final voy a elegir dejar de huir, que eso duele. Y el dolor solo me lo quita ella, y su manía de hacerme feliz a cada segundo que pasamos juntas, una al lado de la otra, compartiendo una botella de vino, un escenario, o como ahora, la vida, que seguía acariciándonos mientras seguíamos besándonos, mientras su mano acariciaba mi espada, mi bolso ya estaba en el suelo porque necesitaba mi brazo para agarrar su cintura y atraerla más a mí. Nos separamos a causa de la falta de respiración, sonrientes y aun con nuestras frentes unidas, mientras mis manos bajaban a sus caderas y sus brazos rodeaban mi cuello.

-Yo... volvería a precipitarme en tu cuello... a desear vacaciones y mar...

-(Sonreí, y separé mi frente de la suya par a mirarle a los ojos) ¿Te lo has leído?

Asintió sonriente mientras se separaba por completo de mi e iba a la estantería a buscar un libro, el mío. Me lo dio y sonreí aun más fuerte.

-No pida no estar conmigo...

Lo cogí y abrí al azar una de sus páginas, 'Merecías' fue el que eligió el destino.

-Te merecías una historia grande, (la miré) de traca, de rompe y rasga, de esas de rescate y fiesta, de camisas de flores y mojitos, (sonreí) y por la madrugada Morente cantándonos mientras la Alhambra nos va dejando gotas de amor en la boca...

-Recuerdo perfectamente ese viaje. (Dijo ella interrumpiendo mi lectura)

-Merecías tantas cosas Malú... (Dije cerrando el libro, acariciando la portada)

Vino hacia mí, y unió mis manos con las suyas, el libro aun entre nosotras, me miró y sonrió.

-Nos las merecemos.

Sonreí, y volví a besarle, esta vez, demasiado corto, el teléfono de Malú sonó, lo cogió sonriente.

-Hola Alejandro, ¿dime?

Volví a dejar el libro en la estantería, y me fije que también tenía mis discos, todos y cada uno de ellos. Observé con orgullo 'Cuestión de piel', sonreí al notar que me abrazaban por la espalda.

-¿Qué dice Alejandro? (Pregunté mientras ella se apoyaba en mi hombro y seguíamos mirando la estantería)

-Pues no lo sé aun... Me ha citado para desayunar. (Me giré) ¿Quieres venir?

-No... Será mejor que vayas sola. Además, conociendo a Ale...

-Estaría encantado de esto (Dijo sonriente)

-(Sonreí) Lo sé... pero, aun no sabemos qué pasará, será mejor que primero aclaremos nuestras cabecitas (Dije tocando con un dedo su frente).

-Está bien. Y... ¿Qué vas hacer?

- Tendría que volver a mi piso... (Miré hacia el suelo) Pero...

-No. (Me cogió la barbilla e hizo que nuestros ojos volviesen a mirarse) Llama a Ana, y ve con ella. Yo... me quedaré más tranquila.

Sonreí, y la besé. No nos pudimos entretener más, Malú tenía que irse o Alejandro le iba a echar una buena bronca por llegar tarde. Se montó en su coche y yo en el mío, llamé a Ana, antes de arrancar, y quedamos en el despacho, junto con Alba. Tenía mucho que contarles.

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Gracias una vez más por seguir leyéndome... <3

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