En la cola del viento

Capitulo 27

Capítulo 27

Miré el suelo porque no me atrevía a mirarle a la cara. No podía. Si lo hacía me hundiría. No podía elegir, pero...

-Cuéntamelo.

Me giré de repente, sin pensarlo, y me estaba mirando seria. No esperaba que me dijese eso. Pero, me conocía bien. Sabía que algo pasaba, que algo nos pasaba.

-Yo...

Me cogió mis manos y nos quedamos cara a cara. Tenía que ser valiente. Me levanté y fui a buscar la carta, se la di y volví a sentarme. Sonrió cuando vio las fotografías, pero su cara cambió cuando giró una de ellas y se encontró el mensaje. Me miró un segundo, y volvió a la carta.

-¿Vas... vas a elegir, verdad?

Volvió a mirarme y ahora fui yo la cobarde por no aguantarle su mirada en mis ojos.

-No puedo elegir... No...

-Ya, pero lo vas hacer. (La miré, al fin) Y... la vas a elegir a ella...

-Malú...

-No, Vanesa... Adelante, sé una cobarde, vuelve a ser la chica de antes... gírate y vuelve a dar marcha atrás... (Se levantó)

-Por favor, entiéndelo...

-Sí, eso es lo que más me jode. Que lo entiendo. Porque quizás por ella (dijo mirando a la habitación donde se encontraba Charlotte) lo haría también. Pero... no es por ella por quien lo haces.

No pude levantarme y ponerme a su altura, no sabía que contestarle. ¿Tenía razón? No lo sé... El miedo es el peor de tus enemigos. El que gana grandes batallas. El que te hace perder lo que más quieres. El miedo. El miedo que seguía dentro de mí. El miedo y la inseguridad que lo acompañaba de la mano, mis grandes enemigos.

-Me duele ver que lo haces por ti... (Levanté mi cabeza y la miré, siguió hablando) Ya no espero que algún día lo hagas por mí. Quizás lo esperaba, antes, y lo deseada... pero, vuelve la Vanesa cobarde que un día me dejó antes de un concierto, o la que se fue de una habitación de hotel sin ninguna explicación...

Cogió su bolso, y me levanté del sofá, pretendía pararla, quería que se quedara y me abrazara toda la noche. Qué me susurrará que todo iría bien, que ella estaría ahí, aunque nos costase media vida. Pero abrió la puerta y yo no pude dar ni un paso, no sé cómo no pude decir que no, que no se fuera. Se giró antes de cruzar el marco.

-Ahora soy yo la que se va... (Miró hacia el suelo, y noté como una lágrima caía por mi mejilla) Dale... dale un beso de mi parte a la pequeña...

Se volvió a girar y vi cómo le brillaban los ojos, como sus lágrimas luchaban para no salir. Dio un portazo y oí sus pasos alejándose corriendo del apartamento. Me quedé quieta, volví a sentarme en el sofá, destruida por dentro, nunca me perdonaría lo que acaba de hacer, de nuevo, dejarla ir, ser una cobarde, y no mirar ni por ella, ni por mí.

-Vane...

Me giré cuando oí a Charlotte, me la encontré con los ojos medio cerrados, medio dormida, sonreí e intenté disimular mis ojos rojos, a causa de las lágrimas que seguían bajando sin control por mis mejillas. No se merecía verme así. Le tendí la mano e hice que se sentara en mis piernas, la abracé haciendo que su cabeza quedase apoyada en mis pechos.

-¿No volveremos a verla?

Acaricié su melena, y suspiré. Sé que se refería a ella, a Malú, y un gran nudo en la garganta hizo no poder contestar a aquella pregunta al instante. Porque no podía decirle que no, porque no quería no volver a verla, quería que todo aquello fuera un mal sueño, pero luego miraba a la pequeña y... bendito sueño.

-Seguro que si...

Lo dije bajito, casi susurrado, para que no se gafara, como el deseo que pides al soplar las velas de tu cumpleaños, cerrando fuerte los ojos para visualizarlo. Y la imagen que me imaginé voy a guardármela en mi memoria hasta que algún día suceda, como aquella foto que guardé de Charlotte en la caja, como tantos recuerdos vividos con Malú había en mi cabeza, y como tantos momentos que viviremos, aunque ahora no sepa si ella me llegue a perdonar algún día...

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Perdonar por la tardanza... el siguiente será un poquito más largo!!

Gracias por leer ;)