Capitulo 29

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Capítulo 29

Guardé el móvil, tragué el nudo que tenía en la garganta, y acaricié la melena de Charlotte. ¿Qué estaba haciendo? Volvía atrás, como ella me dijo cuándo se fue de ese apartamento en Argentina. Volvía a girarme y a tener miedo. Y ahora, me paro e intento contestarme la pregunta que me ha hecho Alba antes de irse. ¡Que habría hecho si no tuviera miedo? Quizás el mensaje que había mandado a Alex habría sido para Malú, ella lo merecía más y yo... yo me muero de ganas de volver a verla. Pero, la inseguridad pudo ganar al corazón. Y estoy cansada. Harta. Basta ya, Vanesa.

-¿Quieres ver a Malú? (Pregunté a la pequeña)

Vi como levantaba rápido la cabeza de mi pecho, y sonrió, asintió con ganas y me reí. Hice que se levantará, cogí una pequeña maleta y puse algo de su bolsa en ella, fui a mi habitación y cogí un par de pantalones y camisetas. Nuestros neceseres también, y lo teníamos todo, no hacía falta más. Nos íbamos de viaje, pero, íbamos a casa.

Abrí la puerta para irnos cuando encontré alguien que estaba a punto de llamar al timbre, sonreí.

-¿Qué haces aquí?

-Bueno... He sido algo dura, ¿no?

Hice un paso atrás y miré a Charlotte que sonreía, me encantaba que le hubiese caído tan bien en apenas minutos. Bajé hacia la pequeña, y la miré.

-Mmm... ¿La dejamos pasar?

-¡¡Sii!! (Miró hacia arriba y le cogió la mano) Ven tita Alba.

La arrastró hacia el salón, mientras cerraba la puerta y oía a mi amiga reír. Dejé la maleta en la puerta, y me dirigí hacia ellas. Las miré, hacia paneas una hora que se había ido de mi casa, pero ahí estaba otra vez. La pequeña fue a la habitación a coger una muñeca para jugar, Alba aprovechó para mirarme y yo hice lo mismo.

-Siento haberme ido así, no...

-Te entiendo, y créeme que lo siento. (Me senté a su lado y me cogió las manos)

-No soy nadie para hablarte así...

-¿Cómo qué no? Eres mi amiga, casi mi hermana... Tienes todo el derecho a abrirme los ojos, y... (Bajé mi mirada) lo has hecho.

-Mmm... (Sonreí aun sin mirarla) ¡Me alegra oír eso! Cuéntame más. (Levantó con cuidado mi cara, y me sonrojé)

-Ayer recibí un mensaje de Malú. (No dejé que Alba me interrumpiera, abrió los ojos sorprendida y continué) Nos ha visto en el aeropuerto esta mañana. (Suspiró mi amiga) Estoy... estoy harta de tener miedo. Y tienes razón, (me puse seria) quizás tenía que haberle dicho algo a Malú.

-Lo habías de haber hecho, sí. (Afirmó)

-(Rodeé mi ojos y sonrió) Como no puedo volver al pasado... Voy a luchar por el futuro. (Miré la maleta, y volví a mirar a Alba) En unos días tiene concierto en Málaga. (Sonreímos) ¿Es un buen lugar para volver a empezar, no crees?

Me sonrió, y emocionada me abrazó. Fuerte. Como si le fuera la vida en ello. Abrazos... abrazos que son casa. Esa era la sensación que sentía cuando Alba me abrazaba, esa sensación de hogar, de seguridad. Sonreí, y la apreté fuerte.

-¡¡Abrazo!!

Reímos cuando notamos que Charlotte se unía a nosotras, Alba la cogió y la sentó es sus piernas. Y me emocioné cuando se miraron a los ojos y se sonrieron, esa conexión única y mágica que habían tenido desde el primer segundo.

-¡Va! No perdáis más el tiempo e iros.

Dijo Alba rápido, creo que estar con la pequeña le afecta a su instinto maternal, la noté diferente. La noté algo sensible y me gustó. Me imagino a una pequeña Alba traviesa correteando por el salón, jugando con Charlotte y muero de ternura. Pero, eso ya es mucho imaginar. De momento, nos despedimos de ella y sus sentimientos en el coche ya montadas para empezar el camino. Avisé a mis padres que llegaríamos esa noche, les iba a presentar a su nieta, increíble pero cierto.



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¿Os apetece que suba otro hoy? :P

¡¡Gracias por leer!!

En la cola del vientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora